Por Natalia Correa Julio 13, 2017

Andrea Salazar es abogada de la Universidad de Chile y una de las fundadoras del Movimiento Autonomista, una de las agrupaciones que conforman el Frente Amplio. Fue parte de las protestas estudiantiles, se declara feminista y trabajó como asesora jurídica de Gabriel Boric en el Congreso hasta unos días atrás, cuando decidió dedicarse de lleno a su campaña para ser diputada. Salazar va por el distrito 12, compuesto por las comunas de La Florida, La Pintana, Pirque, Puente Alto y San José de Maipo, donde tendrá que salir a competir con Camila Vallejo, del Partido Comunista, y Miguel Crispi, de Revolución Democrática.

La candidata a diputada dice que el Frente Amplio es una apuesta nueva, una fuerza social y crítica que debe diferenciarse de la vieja política. Por esta razón es que se distancia de las declaraciones que hizo Miguel Crispi a Qué Pasa la semana pasada, donde dejaba abierta la posibilidad de apoyar a la Nueva Mayoría si Beatriz Sánchez no pasa a segunda vuelta. 

—¿Queda totalmente descartada la opción de votar por la Nueva Mayoría?

—A diferencia de lo que planteó Miguel Crispi, que fue dubitativo en su respuesta, yo creo que este es uno de los temas más controversiales dentro del Frente Amplio y no basta con decir que esto es algo que se tiene que resolver de alguna manera, sino que es necesario decir la forma en que lo vamos a resolver y decir con fuerza cuál es nuestra posición al respecto. Si no pasamos a segunda vuelta, la solución es hacer un plebiscito vinculante a todas las fuerzas dentro del Frente Amplio.

—Pero, ¿votarías Nueva Mayoría o no?

—Mi opinión es que no podemos apoyar a quienes han mantenido el modelo neoliberal por 27 años, ya sea porque les ha faltado coraje o porque tienen intereses comprometidos en ello. Y, mientras eso no cambie, nosotros tenemos la responsabilidad como un proyecto alternativo a marcar bien clara la diferencia con ellos. Hemos visto que ni Chile Vamos ni la Nueva Mayoría tienen autonomía del poder económico, seguimos con una salud para ricos y otra para pobres, lo mismo con la educación, por eso, no podemos apoyar el proyecto de la Nueva Mayoría.

—¿Crees que le hace daño al Frente Amplio que salgan algunos de sus candidatos a decir que podría ser una posibilidad votar por la Nueva Mayoría?

—Creo que hay ciertos temas que se tienen que tratar de manera cuidadosa, porque son temas que no están definidos todavía. El problema principal aquí es ser dubitativo, dejar la puerta abierta. Nosotros tenemos que ser súper claros con nuestras posturas, sobre todo en este momento en que la política tradicional es tan mal vista. Por eso, nosotros no estamos disponibles para apoyar a quienes han sido los guardianes del modelo de Pinochet.

—¿Cómo viste los resultados de las primarias para el Frente Amplio?

—La política en general está deslegitimada y nosotros como Frente Amplio vamos a tener un desafío muy grande, que es volver a ganarse la confianza del pueblo. Este un resultado que nos pone un desafío, yo creo que hay más personas que tienen simpatías con el Frente Amplio que no votaron por nosotros. Ahora tenemos que ser capaces de mostrar que estamos haciendo una política distinta. Tenemos la posibilidad de aquí a noviembre de revertir la situación.

—¿Cuál es la estrategia para conseguir ese voto en cinco meses?

—Lo primero es fortalecer el trabajo territorial en todas las comunas. Para eso es fundamental lo que se pueda hacer desde los gobiernos locales. También tenemos el desafío ir vinculándonos con organizaciones y movimientos sociales. Además, es relevante que mostremos una clara distancia con el duopolio —Chile Vamos y Nueva Mayoría— y no ser dubitativos con lo que vamos a hacer en segunda vuelta. Por último, tenemos que dejar las prácticas de la vieja política: eso de que en las primarias muchas personas aparecían inscritas en partidos que no se inscribieron no se puede repetir.

—¿Cuáles dirías tú que son las principales propuestas que tienen el Frente Amplio?

—En términos generales, lo primero es sacar a quienes se oponen a las transformaciones en el Congreso. No podemos seguir construyendo reformas, por ejemplo, a las AFP, si siguen estando los diputados, ministros, políticos que tienen negocios en ellas. También tenemos que tener un Estado fuerte y nosotros, como pueblo, tenemos que empezar a fiscalizar al Estado también. Y no poner en el centro al mercado, sino el tener una vida plena. Queremos que las soluciones se construyan en conjunto con la sociedad, no venir a imponer una receta.

—Respecto de tu candidatura como diputada, ¿cuáles son las principales problemáticas que has visto en el distrito 12?

—Es un distrito que expresa muy bien la desigualdad que se vive en Chile. Nadie habla del centralismo que se vive en Santiago, nosotros somos periferia y eso está súper invisibilizado. También creo que la educación es un tema relevante, La Florida se está enfrentando al cierre de colegios y los vecinos y vecinas están preocupados. Está el tema de vivienda, hay muchas personas que viven de allegadas y las soluciones habitacionales son muy poco dignas, en condiciones muy precarias. En realidad, es un distrito donde tenemos mucho por hacer.

—¿Cómo se viene la campaña?

—De aquí a noviembre tenemos un par de tareas bien relevantes. Vamos a construir un Frente Amplio que le pueda devolver el carácter popular a la política y ahí también hay un sello que quiero ponerle a mi candidatura. Terminar con un Congreso que les ha cerrado las puertas a las mayorías de Chile, más de la mitad de los parlamentarios vienen de colegios de elite, los dirigentes sindicales no pueden ser parlamentarios. Las mujeres tenemos las puertas cerradas: hay sólo un 17% de mujeres y es relevante el poder darle una perspectiva feminista a mi candidatura.

Relacionados