Por Juan Andrés Quezada Octubre 28, 2016

Un efecto no calculado por el laguismo tuvo la sorpresiva salida del ex ministro de Energía Máximo Pacheco a la campaña de Ricardo Lagos, el pasado miércoles 19 de octubre. La jugada fue interpretada por el entorno que apoya la postulación presidencial de Isabel Allende —Ricardo Solari, Pablo Veloso, Sadi Melo, entre otros— como una clara intervención de La Moneda en favor del ex mandatario. Y, días después del cambio de gabinete, el grupo de Guardia Vieja (personeros socialistas que se reúnen habitualmente en la histórica casona de la senadora en esta calle ubicada en Providencia) hizo ver a Allende la afrenta que había significado para ella el desembarco del ex ministro socialista en la campaña de Lagos.

Para este grupo, que estima que Allende es una carta presidencial más competitiva que Lagos, el caso Pacheco fue una inmejorable oportunidad para volver a motivar —y aleonar— a la candidata. Ello, considerando que hace un par de semanas, la senadora había señalado a La Tercera que “competir con Lagos sería extraño, representamos el mismo sector”, lo cual había alarmado de sobremanera al bloque allendista.

Para este sector del PS la tarea no había sido fácil, ya que su principal enemigo ha sido la indecisión de la presidenta del partido quien, cada cierto tiempo, duda en dar el paso. Ni las encuestas —encargadas por Veloso— que favorecen a Allende compitiendo frente a Sebastián Piñera ni el argumento que ella aglutinaría mejor a la izquierda de la Nueva Mayoría, incluido el Partido Comunista, con mucha más facilidad que Lagos, habían logrado convencer a la hija del ex presidente Salvador Allende.

José Miguel Insulza, dolido con la decisión de Lagos de adelantar su candidatura presidencial, apoya la decisión de organizar unas primarias internas en el socialismo. “En el PS pertenecí al mismo sector de Ricardo Lagos y de Isabel Allende, y eso no quita que podamos competir lealmente. La gente quiere participación y eso le hemos prometido”, señaló el ex ministro hace un par de semanas en Qué Pasa.

En este escenario, la dirigencia socialista adelantó del 12 al 4 de noviembre el comité central donde se definirá la fórmula para que el PS defina a su candidato, e incluso dijo que las primarias se pueden organizar en 30 días. Si la mayoría se inclina por primarias internas, Lagos abandonaría la competencia. “Lagos no está dispuesto a prestarse para ese espectáculo”, advierte un dirigente.

“No sería comprensible una competencia con Isabel Allende”, afirmó por su parte el ex presidente hace algunas semanas.

Lagos ha comentado que sería incomprensible que él apareciera en medios extranjeros enfrentándose a la hija del ex presidente Allende.

De conseguir el apoyo del PS y el PPD, Lagos sí está dispuesto a ir a las primarias de la Nueva Mayoría, enfrentarse al senador Alejandro Guillier y a un eventual candidato de la DC (Carolina Goic o Ignacio Walker). Aquí, su peor escenario sería perder y abandonar la competencia con la frente en alto.

El estadista en la derrota

El domingo pasado Lagos esperó los resultados en la sede de su fundación —Democracia y Desarrollo— junto a un pequeño grupo de colaboradores, entre ellos Máximo Pacheco, quien ese día había dado su primera entrevista a El Mercurio como generalísimo, señalando que “esto es una maratón, una carrera de largo aliento y quedan varios meses”. Otro de sus acompañantes era un experto electoral del PPD, quien le adelantó algunos minutos la rotunda derrota de Carolina Tohá en Santiago.

Mientras la televisión informaba las derrotas en Providencia, Valparaíso, Punta Arenas, Maipú y las demás comunas, Lagos comentó la ausencia de una voz oficialista que saliera a dar la cara. Preguntó dnde estaba Tohá y le pidió a una asistente que avisara que en minutos iría al hotel. El propio ex mandatario advertía que ir a la celebración de alguno de los candidatos triunfadores de la Nueva Mayoría sería incoherente, entendiendo que el bloque había sido derrotado. Su idea era demostrar que él era el hombre a cargo de hacer frente a una situación compleja. La evaluación fue positiva, señalan los cercanos a Lagos, quienes argumentan que demostró una vez más una visión de estadista, en comparación con el congelamiento con el que fue visto el actuar esa noche del senador Guillier. Recuerdan, además, que realizó una acción similar tras la derrota de Eduardo Frei frente a Sebastián Piñera.

Otro colaborador recuerda los momentos adversos de los que Lagos se ha levantado: su derrota senatorial en Santiago Poniente en 1989, la derrota en las primeras primarias ante Eduardo Frei y el empate con Joaquín Lavín en diciembre de 1999, entre otras.

La misma noche del domingo pasado, Lagos pidió a su equipo que organizará visitas a tres alcaldes electos triunfadores de la Nueva Mayoría, representativos de varios partidos. Al día siguiente se reunió con Carmen Gloria Fernández (DC), de Quinta Normal; Gonzalo Durán (PS) de Independencia, y con Carlos Cuadrado (PPD), de Huechuraba. Según este último, ese día, al igual que su anterior visita a La Pincoya, Lagos recibió mucho apoyo de la gente de su comuna.

El martes pasado, a primera hora, Lagos llamó personalmente a alcaldes triunfadores de todo el país: la lista incluyó a los ediles de Alto Hospicio, Caldera, La Granja, La Cisterna, Renca, Concepción y Puerto Montt.

En tanto, este miércoles, tras el fin de semana largo, inicia una extensa gira de campaña por todo Chile.

Análisis optimista

Un cercano a Lagos señala que el ex mandatario está con más energía que nunca y que la visita a Tohá la noche del domingo fue una demostración al socialismo y a la Nueva Mayoría que busca llegar hasta el final y que el mal resultado municipal le reforzó más su interés presidencial.

El objetivo de Lagos es seguir instalando la idea de que las reformas deben implementarse con un buen diseño y que es necesario volver a los acuerdos, cuando la importancia de las iniciativas lo requiera.

Lagos ha comentado que en la elección pasada la Concertación obtuvo 167 alcaldes, mientras la Alianza 121. Ahora la Nueva Mayoría logró 141 municipios, mientras Chile Vamos 144. El ex presidente concluye que la diferencia es más estrecha ahora que hace cuatro años atrás.

Hasta ahora su equipo esta integrado por Gloria de la Fuente (cientista política de la UC cercana a Carlos Ominami), el economista Dante Contreras, el abogado Enrique Rajevic y el urbanista Iván Poduje. En las próximas semanas comenzara a sumar a más gente a sus equipos, todos rostros alejados de la vieja política. Clave será la llegada del economista y presidente del directorio de Codelco, el socialista Oscar Landerretche, a quien el ex mandatario considera una gran aliado y a quien escucha. No en la primera línea pero apoyándolo también están políticos históricos como Jorge Burgos (DC), Sergio Bitar (PPD) y Juan Gabriel Valdés (PS), entre otros.Al interior del PSsu principal respaldo sigue siendo el vicepresidente del partido, Camilo Escalona, el diputado Fidel Espinoza y los senadores Fulvio Rossi y Carlos Montes.

La Moneda se encuentra dividida. Mientras Mahmud Aleuy está con Lagos, el ministro Marcelo Díaz sigue creyendo que Allende es la mejor opción.

También serán importantes los resultados de la próxima encuesta CEP, que se entregaría en diciembre y que sería el principal argumento para evitar la competencia con Insulza y Allende.

Mientras tanto, el ex mandatario busca alejarse de las definiciones de los mecanismos y de la pelea “pequeña” en los partidos.

Desde su entorno dicen que antes sentía que su misión era colaborar con los candidatos a las municipales y que, por ende, no podía instalar todas las ideas que está preparando con sus asesores. Ahora, de verdad, demostrará que él es el candidato y tendrá más margen para jugar sus cartas.

Respecto al apoyo de ciertos sectores más reticentes de la Nueva Mayoría, el ex mandatario ha señalado a sus colaboradores que la fuerza de la razón los hará ponerse detrás de su proyecto. Recuerda que ya antes en la historia de la Concertación se ha manifestado la imposibilidad de que los partidos del ala más de izquierda se alineen en un mismo objetivo con los de centro, pero que eso siempre ha terminado por diluirse ante la mejor opción.

Relacionados