Por Víctor Hugo Moreno Febrero 3, 2016

En La Moneda ya se deja sentir febrero. Por los patios de Palacio el sol y el calor son los únicos protagonistas. Es que el descanso estival que la Presidenta Michelle Bachelet comenzó este martes ya se empieza a trasladar al resto de los ministros que dada la alta carga de trabajo legislativo que hubo durante enero, decidieron tomarse el descanso durante este mes. Pero quien no tendrá la posibilidad de sumarse a la mayoría de sus colegas, será el ministro del Interior, Jorge Burgos, quien estará a cargo de La Moneda durante el período en que Bachelet se encuentre en Caburgua.

Si bien la mayoría de las decisiones serán tomadas por Burgos de forma autónoma, según comentaron en La Moneda, la mandataria esta vez estará conectada de forma oportuna y pendiente para cuando se le necesite, a diferencia del año pasado donde en plena crisis por el estallido del caso Caval tuvo serios problemas para coordinar la emergencia política con el entonces ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo. Esta vez las medidas están tomadas, como confirmó el portavoz, Marcelo Díaz: "Ella está en perfectas condiciones de comunicación con los actores del Gobierno. Tiene todos los mecanismos de comunicación para dialogar con sus diferentes ministros, así que lo que tenemos claro es que cualquier necesidad de comunicación está resuelta. Desconozco dispositivos específicos, pero la Presidenta aseguró que se mantendrá en contacto con sus ministros”, expresó. Claro que desde Presidencia han señalado que la idea central es que Bachelet descanse y solo en casos estrictamente necesarios sea requerida ante alguna decisión que haya que tomar.

Por ello, Burgos jugará el rol central. Claro que de bajo perfil, evitando, por ejemplo, dar entrevistas políticas a medios e intentando mantener su agenda de actividades centradas en las de su cartera, según comentan en el Gobierno. Por ello, el viaje que realizó este martes a Buenos Aires, Argentina, para entrevistarse con el Jefe de Gabinete del Gobierno Marcos Peña y con Ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, sería el único desplazamiento que realizaría mientras quede a cargo del buque. De hecho, viajó sin llevar a periodistas acreditados.

Burgos, afirman en el Gobierno, se mantendría más bien en sus dependencias de Interior, recibiendo audiencias y eligiendo selectivamente algunas de las actividades e invitaciones que se heredaron de Presidencia, pero de forma muy acotada. Ello marcaría una diferencia de lo ocurrido el año pasado, donde Peñailillo, aprovechó sus días al mando para realizar diversos viajes por el país, siempre acompañado de la prensa que habitualmente cubre las actividades de la presidenta. Esta vez la situación debería ser diferente, con un Burgos más presente en Palacio y con pautas públicas reducidas, aunque desde Interior no descartan que el ministro de igual forma realice una o dos salidas a regiones por pautas de trabajo.

El jefe de gabinete también debería sostener reuniones de trabajo con diferentes actores, y encabezar actividades donde la invitada era la Presidenta, pero centralmente la idea que se maneja en Interior es continuar con sus tareas en torno, por ejemplo, a la seguridad.

Lo que sí, Burgos estará a disposición de la jefa de Estado, si es que fuese necesario, pero siempre con la intención de que sea él quien tome las decisiones de forma completamente autónoma, cuidando, eso sí, no entrar demasiado en la arena política, con la decisión de evitar dar entrevistas durante este período.

Burgos desde Argentina

En medio de la visita que realiza al país trasandino el ministro Burgos, en conversación con Radio Bio Bio, pidió a la oposición no caer en “pequeñeces” luego que criticaran a la Presidenta por tomarse vacaciones sin aún haber nombrado a todos los subsecretarios que faltan por designar.  “Creo que no es el tipo de oposición que los chilenos esperan. A mí no se me habría ocurrido criticar al presidente Piñera porque hizo uso de sus vacaciones. Usted busque algún registro mío como diputado durante 12 años, yo hice una cuestión pública respecto del legítimo derecho de tener vacaciones”, expresó.

En Buenos Aires su agenda estuvo marcada por afianzar lazos con los nuevos gobernantes trasandinos en diferentes áreas como el intercambio de experiencias en materia de seguridad. También trató temas relativos a los nuevos pasos fronterizos que se pretenden inaugurar como en le región de O’Higgins y el acuerdo alcanzado hace unos meses en materia de habilitar con prontitud un corredor bioceánico.

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