Por Ana María Sanhueza Diciembre 3, 2015

Si el Pleno de la Corte Suprema sigue la tradición y respeta la antigüedad en sus nombramientos, el próximo presidente del máximo tribunal será el ministro Hugo Dolmestch, quien reemplazaría a Sergio Muñoz tras dos años de gestión.

Dolmestch, de 70 años, ya habría manifestado a los demás ministros su disposición a encabezar el máximo tribunal mientras que en el Pleno habría consenso en su votación.

Las elecciones serán el próximo 18 de diciembre y el nuevo presidente deberá asumir el 6 de enero.

La Corte Suprema ha saltado muy pocas veces la tradición de no votar por su miembro de mayor antigüedad. Lo hizo en 2011, cuando el Pleno dio su voto a Rubén Ballesteros y no a Jaime Rodríguez Espoz, luego que a este a último sólo le quedara un año para jubilar: los jueces lo hacen a los 75 años. De haber sido electo Rodríguez, su período en el Poder Judicial tendría que haberse extendido, excepcionalmente, por otros 365 días, un hecho al que sus pares no estuvieron disponibles para no saltarse la regla.

Pero el Pleno también lo hizo veces antes. En 1998 prefirió a Roberto Dávila y no a Osvaldo Faúndez, quien había sido nombrado durante el régimen militar. Dos años después, nuevamente Faúndez fue desplazado, esta vez por Hernán Álvarez.

Hugo Dolmestch hoy integra la Sala Penal, es masón y en los años 2000, cuando comenzaron los juicios contra Augusto Pinochet, votó siempre a favor de desaforarlo. Asimismo, mientras fue ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, investigó varios casos de derechos humanos, entre ellos la Operación Albania, en el que la Central Nacional de Informaciones (CNI) montó un operativo en el que murieron 12 frentistas en distintos puntos de Santiago en 1987.

También investigó los homicidios del periodista José Carrasco, Felipe Rivera, Gastón Vidaurrázaga y Abraham Muskatblit, asesinados por la CNI en represalia por al atentado de Frente Patriótico Manuel Rodríguez a Pinochet en 1986. A su vez, también indagó el crimen del senador de la UDI Jaime Guzmán (1991), en el que dictó las extradiciones de los frentistas Galvarino Apablaza, quien vive en Argentina, y Mauricio Hernández Norambuena, hoy privado de libertad en Brasil.

Dolmestch fue designado en la Suprema en julio de 2006 durante el primer periodo presidencial de la presidenta Bachelet y mientras era ministro de Justicia el abogado Isidro Solís.  Aunque contó con el respaldo de 30 senadores, es decir, tuvo un apoyo transversal,  su llegada a máximo tribunal siempre contó con el apoyo de los parlamentarios de la Concertación.

El magistrado, quien es muy cercano al ministro Milton Juica, ingresó al Poder Judicial en 1978 al Juzgado de Letras de Parral. También fue secretario secretario del Tribunal de Letras de Río Bueno, juez en Bulnes y relator en las Cortes de Apelaciones de Chillán, Santiago y también de la Corte Suprema.

 

 

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