Por Andrew Chernin Noviembre 5, 2010

El problema está en los límites marítimos que el Estado peruano no reconoce y que en Chile, aseguran, fueron fijados hace tiempo. Entre 1952 y 1954 para ser exactos. Por eso llegamos a esto: a la demanda de Lima en la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) en enero de 2008, y a la memoria que entregaron catorce meses más tarde. Y en esa pelea legal, en la que el Estado chileno mandó su contramemoria en marzo de este año, nos encontramos ahora: esperando que el Perú de Alan García presente su réplica, la próxima semana.

En ese contexto es que la Universidad Diego Portales de Chile y la Pontificia Universidad Católica del Perú prepararon una encuesta sobre algo que no se evaluará en las cortes holandesas: las percepciones que estos dos países vecinos tienen de cada uno. Es la primera vez que dos centros universitarios de ambos países realizan un estudio de este tipo en conjunto. Encuestaron a más de 2.500 chilenos y peruanos, que contestaron sets de preguntas idénticas. A sólo días de un nuevo capítulo en La Haya, aquí están los resultados.

La autoestima nacional

En Chile, un 42,3% de los encuestados cree que el suyo es un país "muy importante" a nivel internacional. En Perú, en cambio, sólo el 28,9% piensa lo mismo. No sólo eso, los peruanos favorecen más que los chilenos la opción "poco o nada importante". Esta visión, además, es elegida por más gente de estrato socioeconómico bajo en Perú (27,1%) que en Chile (13,3%), mostrando un claro indicio sobre la autoestima nacional en ambos países.

Razones para explicar este fenómeno puede haber varias. Pero una que parece más importante es que Chile se ha convertido en una suerte de alumno aplicado en la región, basado en una transición hacia la democracia relativamente pacífica, un modelo económico exitoso que ha sido analizando como ejemplo por países vecinos, y una estabilidad política que presta suficientes garantías para la inversión extranjera.

Un 48,1% de los chilenos considera que Perú acatará el fallo de La Haya en caso de que no favorezca al gobierno de Alan García, sólo un 28,4% de los peruanos piensa que Chile acatará la decisión de esa corte en caso de enfrentar un fallo adverso.

Esta noción sobre cómo chilenos y peruanos sienten que sus países son valorados en el extranjero lleva a una pregunta lógica. Y ésa tiene que ver con la influencia que cada uno ejerce en Latinoamérica.

Aquí se dieron coincidencias y diferencias. Consultados por cuál había sido el país más influyente en Latinoamérica durante la última década, así contestaron los chilenos: Chile (31,4%), Brasil (24,7%) y Argentina (13,7%). El resultado no deja de ser interesante. Porque a pesar de que Brasil es el referente por excelencia en esta parte del mundo, que proyecta una imagen exitosa que capta turismo, mundiales de fútbol y juegos olímpicos, y que -no lo olvidemos- tiene un mercado cerca de once veces más grande, en Chile la mayoría de los encuestados lo relega a un segundo lugar. Sin embargo, en sectores socioeconómicos más altos, los encuestados chilenos ven a Brasil como el más influyente (43,2%), considerablemente más adelante que Chile (32,3%).

En Perú, en cambio, el escenario es distinto.

Consultados por su influencia en Latinoamérica en los últimos diez años, los peruanos sólo se ubican en el cuarto lugar, con 7,6% de las preferencias. Lo interesante, sin embargo, y aquí está la coincidencia, es que en Perú también ven a Chile como un país influyente. De hecho lo votan en el segundo lugar (20,7%), no muy lejos de Brasil (27%).

De esto se puede desprender lo siguiente: la imagen popular de Chile como un país ganador trasciende las fronteras nacionales. La llegada de varias cadenas y empresarios chilenos a Perú, como Ripley, Falabella o Cencosud, puede ser considerada como un factor importante para que en el país vecino crean que Chile tiene poder y que es capaz de dictar pautas en lo que viene. Y eso lleva a ciertas preguntas. Como si proyectar una imagen como ésa, que puede percibirse como agresiva, podría potenciar rivalidades continentales.

Peruanos y chilenos cara a cara

El desarrollo, las instituciones y el conflicto

Los recursos naturales, la posición geográfica en América Latina y las características del pueblo, tanto en Chile como en Perú, son destacados como los tres elementos más importantes para el desarrollo del país. La gran diferencia está en que los chilenos les otorgan mayor relevancia a aspectos como su estabilidad política, el rol de las FF.AA., las características de sus gobernantes, sus instituciones estatales, los rasgos de su empresariado y su clase media. En Perú, en cambio, estos rasgos recién mencionados reciben porcentajes menores al 50%.

Eso lleva a una conclusión bastante obvia: además de considerarse bien posicionados en Latinoamérica y el mundo, los chilenos le endosan gran parte de su desarrollo al cometido de sus instituciones. A la larga, la valoración extranjera también puede ser un ejercicio de proyección. Los peruanos no sólo no confían mucho en su vecino del sur, sino que tampoco le otorgan mucho crédito a su clase media (39,5%) o a las características de sus gobernantes (39,5%).

El último ítem, es decir el menos valorado por los peruanos con un 29,1%, es la participación en guerras contra otros países. De todos sus conflictos armados, quizás la derrota más dolorosa la sufrieron contra Chile.

Si bien esa guerra, la del Pacífico, terminó hace 127 años, hay heridas y confianzas que aún se mantienen lastimadas. Sobre todo del lado de los derrotados. De hecho, un 48,1% de los chilenos considera que Perú acatará el fallo de La Haya en caso de que no favorezca al gobierno de Alan García, sólo un 28,4% de los peruanos piensa que Chile acatará la decisión de esa corte en caso de enfrentar un fallo adverso. No es difícil entender qué tipo de conductas podrían haber llevado a los peruanos a contestar así. Por su vecino del norte, Chile muchas veces es visto como un país agresor que hurtó, violó y saqueó sus tierras, que le ha hecho creer al mundo que el pisco es chileno cuando en Perú dicen que es peruano, y que más de un siglo después sigue exhibiendo al monitor Huáscar como un trofeo de guerra.

Sin ir más lejos, un 19,6% de los peruanos encuestados cree que de enfrentar un fallo adverso, Chile iniciará un conflicto bélico. ¿Qué los llevaría a sacar conclusiones como ésa? Es cosa de ver cómo se calientan los ánimos cuando la selección de fútbol peruana visita Santiago o cuando el equipo chileno juega en Lima, para ver que en un terreno algo más popular y básico, lo que existe entre estos dos países es más que una simple rivalidad deportiva. Que a nivel popular existe la noción de que hay un quiebre mucho más profundo y una revancha pendiente. Aunque con un detalle por el lado de los vencedores: sobre todo en sectores socioeconómicos más altos de Chile, hay aspectos peruanos que son bien recibidos. Prueba de ello es la buena salud que goza la gastronomía de Perú en nuestro país.

Y en ese detalle anecdótico parece haber una certeza: en este tema y en esta rivalidad, el estrato socioeconómico y la educación no son factores menores.

La desconfianza no es educada

Una de las tendencias más reveladoras, tanto en Chile como en Perú, es que a mayor nivel socioeconómico, mayor confianza en que el país vecino acatará el fallo de La Haya. Y en consecuencia, mientras más bajo sea el nivel socioeconómico, mayor la desconfianza hacia el gobierno vecino. Esto lleva a un dato importante: la educación asoma como un factor clave para reducir las percepciones de conflictividad. Un pueblo con mayor acceso a educación, por ejemplo, puede entender que un conflicto bélico entre ambos países es el peor de los escenarios posibles y una situación que no le conviene a nadie. No sólo eso: una persona educada, potencialmente, es una persona que confía más en las instituciones y en el resto de las personas. Y que, por ejemplo, aprendería a ver a su vecino como otro miembro de la región y no como una amenaza que permanece pendiente.

Estas diferencias también se notan en ambos países y en las distintas opiniones que pueden tener ciudadanos que viven dentro y fuera de la capital. Por ejemplo, un 49% de los chilenos que viven en Santiago cree que si La Haya favorece a Chile, Perú respetará el fallo. Mientras que un 47,3% que vive en regiones piensa lo mismo. En Perú, en cambio, las diferencias son mayores. Entre los residentes de Lima/Callao, 31,4% cree que si el fallo favorece a Perú, Chile lo acatará. Mientras que de las personas que viven al interior urbano de Perú, sólo un 23,6% considera la misma opción. Casi cinco puntos porcentuales bajo el promedio nacional peruano.

Y en todo este análisis, hay que prestarle atención a lo que dicen las mujeres.

De hecho, del 6,7% de los chilenos y 19,6% de los peruanos que consideran que podría iniciarse un conflicto bélico, son las mujeres las que presentan mayor desconfianza hacia su país vecino. En Perú un 23,3% de las mujeres piensa que si La Haya favorece a Perú, el gobierno chileno iniciará un conflicto armado. En Chile, en cambio, el 8,3% de las mujeres piensa que los vecinos reaccionarían de esa manera. Una vez más, la educación, sobre todo en los segmentos más postergados, parece ser la clave.

Resultados de la encuesta, aquí

Resultados de la encuesta 1, aquí

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