Por Danilo Díaz Noviembre 17, 2015

Jadue y Bachelet 1De acuerdo a los estatutos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue es el presidente de la corporación de derecho privado, sin fines de lucro, que dirige el deporte más popular entre los chilenos. El ex timonel de Unión La Calera entregó al directorio una licencia médica, con el fin de ausentarse por 30 días.

La realidad indica que Jadue ya no es la máxima autoridad del balompié local. Una situación que comenzamos a observar en mayo pasado, justo antes de la Copa América, cuando la fiscalía general de Estados Unidos cayó sobre la FIFA. Los casos de corrupción apuntaron de manera directa a los presidentes de las federaciones del fútbol sudamericano.

Una situación compleja, donde Jadue, acompañado por sus asesores comunicacionales y su círculo de hierro, integrado por Nibaldo Jaque (secretario general de la ANFP), Mauricio Etcheverry (asesor del directorio y ex presidente de Deportes La Serena), y Oscar Fuentes, secretario ejecutivo de la corporación, intentó buscar distintas salidas. El objetivo fue uno solo: demostrar su inocencia y lejanía con las acusaciones provenientes de Nueva York.

Asomaba una situación insostenible para el mandamás del fútbol chileno. Su discurso permanente fue de inocencia total. Por eso no cuadró que el martes 10 de noviembre nadie supiera de su paradero y que recién el jueves 12, al mediodía apareciera en el aeropuerto de Santiago.

El Consejo de Presidentes del viernes 6 de noviembre mostró a un Jadue debilitado y a los dirigentes molestos. Habían sido citados para comenzar a resolver sobre el futuro del Canal del Fútbol (CDF). Hasta el 31 de diciembre existe plazo para informar a Jorge Claro, controlador del 20 por ciento, si los clubes comprarán su parte. No hubo información e incluso la comisión designada por el máximo ente del fútbol local exigió al directorio dejar de negociar con los bancos de la plaza, interesados en financiar la operación.

No estaban dispuestos a ver sobrepasado el mandato recibido de sus pares. Es demasiado lo que está en juego. En definitiva, el patrimonio que les ha permitido vivir o sobrevivir desde 2007, cuando los números dejaron de ser deficitarios.

Jadue, con seguridad, sabía que Luis Bedoya, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, había viajado a Estados Unidos. El ex funcionario, quien escaló hasta el máximo cargo del fútbol colombiano, dejaba el puesto y algo hablaría.

Asomaba una situación insostenible para el mandamás del fútbol chileno. Su discurso permanente fue de inocencia total. Por eso no cuadró que el martes 10 de noviembre nadie supiera de su paradero y que recién el jueves 12, al mediodía apareciera en el aeropuerto de Santiago. Lo hizo desafiante. Alegó que no debía dar explicaciones a sus colegas, olvidando que su puesto responde al fútbol chileno y no tiene carácter personal. También acusó al dirigente Mario Conca de expandir rumores en su contra, aludiendo a un eventual interés de los clubes grandes (Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica) por alentar la venta del CDF.

Sin el respaldo de los grandes, con nulo piso de los demás clubes de Primera División, el destino estaba sellado: “No vayas al estadio, no vas a Uruguay y no vuelves a la ANFP”, fue el mensaje contundente de sus compañeros.

Sin el respaldo de los grandes, con nulo piso de los demás clubes de Primera División, el destino estaba sellado: “No vayas al estadio, no vas a Uruguay y no vuelves a la ANFP”, fue el mensaje contundente de sus compañeros. Mientras Chile y Colombia disputaban el segundo tiempo de la tercera fecha de las eliminatorias en el Estadio Nacional, directivos de los clubes confidenciaban que “La era Jadue terminó”.

Panorama incierto

El grupo más cercano al calerano aspira a mantener sus niveles de hegemonía. Los préstamos sin respaldo a La Calera, Deportes Concepción y Deportes La Serena, clubes de donde provienen Jadue, Jaque y Etcheverry, gatillaron una dura reacción de los presidentes de clubes. Las declaraciones de Jaque a “El Mercurio”, donde no desmiente los préstamos, sino que plantea que al menos tres instituciones más recibieron estas “ayudas”, generaron indignación.

La lógica de que te ayudo, a cambio de que estés conmigo sin cuestionamientos se develaba. Hubo reuniones de los tres clubes grandes, pero los 13 cuadros restantes de la serie superior están buscando una salida de manera independiente, haciendo valer el peso de sus votos.

Si bien pasaron cinco años, el recuerdo de la elección de noviembre de 2010 está fresco. Dejó huellas, heridas de guerra, dirigentes sin hablarse por largo tiempo y desconfianza entre los dos bandos.

Jadue y Bachelet 2Existe coincidencia en que el fútbol chileno no resiste un desangramiento como el que vivió entre noviembre de 2010 y febrero de 2011, que concluyó con el alejamiento de Marcelo Bielsa de la banca de la Roja. Por eso no son pocos los que plantean una lista de consenso.

El problema es encontrar el nombre que encabece el recambio. Será necesaria una auditoría en serio, sin eufemismos, que dé cuenta de la realidad de Quilín. El discurso de la administración de Jadue fue fortalecer el campeonato local y achicar la ANFP, demasiado estatista y con una fuerte carga financiera para los clubes.

El tiempo demostró que nada de eso ocurrió y el torneo se mantuvo como el pariente pobre de la actividad, con estadios vacíos, a pesar del enorme apoyo del fisco (remodeló casi todos los recintos).

Para llevar esta tarea ya se mencionan candidatos. Jorge Lafrentz, presidente de Santiago Wanderers, quien no contaría con los votos necesarios, sonó con insistencia. O’Higgins, a través de Ricardo Abumohor, plantea que más que nombres, lo relevante es profesionalizar y transparentar la actividad. De todas maneras, la postura de los rancagüinos es que no quede nadie del actual directorio en la testera. Ahí los dardos apunan a Jaque y a Cristián Varela, quien ha operado a los dos lados del mostrador en su condición de dirigente y gerente general de Chilefilms.

La bola de nieve que surgió en mayo creció de manera exponencial y sorprendió a los clubes sin el plan B necesario para afrontar esta contingencia. Mientras esto sucede, deberán abocarse a resolver el destino del CDF, su mayor fuente de ingreso, aunque tampoco pueden descuidar la cubierta del buque. No vaya a ser que una vez más los hermanos Pinzón tiren por la borda a Cristóbal Colón y toda su oficialidad, tal como ocurrió en 2011.

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