Por Daniel Greve, crítico de gastronomía y vinos Noviembre 26, 2014

• VINO: KALFU

Mil kilómetros de viñedos costeros. Un scanner vitícola por los valles del Huasco, Casablanca y Leyda para armar una línea fresca y muy sólida. Molu, Kuda y Sumpai son las tres líneas -Reserva, Gran Reserva y Premium, respectivamente- que trae la nueva marca Kalfu, bajo el alero de Viña Ventisquero y uno de sus enólogos, Alejandro Galaz. Notables y muy distintos entre sí los sauvignon blanc, siendo el Sumpai de Atacama (Huasco) el más extravagante, con notas minerales y rica acidez; los vibrantes pinot noir y, finalmente, el Sumpai Syrah de Leyda, concentrado y exquisito, balsámico, lleno de hierbas, pimienta y frutos rojos y negros. Cada sorbo nos recuerda que valió la pena el mapeo.

Vinos desde $4.500 a $12.000 en tiendas especializadas.

 

• TÉ FRÍO: HATSU

Las bolsitas no son el único formato. Acaban de llegar a Chile tres versiones de té frío y embotellado: Hatsu. Está el de Té Blanco y Mangosteen, con una rica y fina nota de pera de agua, y con fondo más tropical. Aquí, el té no se impone. No llega con fuerza, pero sí con una rica sutileza frutal que nos hace pensar en un refresco o un cocktail. El de Pu-Erh, en cambio, es cobrizo, turbio, perfumado, lleno de frutos y hojas secas. Impera una nota de almendras -incluso amaretto-, con tono de caramelo. En boca se agrega un toque cítrico, que acompaña la fuerza del té, de un sabor que recuerda al rooibos. Cierra el de Té Negro y Lima, también turbio, pero más oscuro. Toda la fuerza del té negro, comprimida. Y la nota del limón, expandida. Ambos se abrazan en una buena y poderosa combinación, difícil de lograr en equilibrio.

A $1.990 en Jumbo, Juan Valdez y Sushi House. Más info en www.hatsu.cl.

• CERVEZA: KUAD

Maltas belgas, levadura trapense y barricas de carmenère fueron los pilares -y la excusa- para que los cerveceros de Kross y los enólogos de Concha y Toro volvieran a meter las manos en la cebada. Dieron con una nueva cerveza de su Serie Experimental del tipo ale fuerte, la que que pasó seis meses en esas barricas. Eso le dio de manera clara un perfil vinoso, tostado, de humo y cacao, que se suma al tostado natural de los cereales y ese dulzor de fondo característico. Su boca es envolvente, cremosa, y esos 9,2 grados de alcohol se sienten como en un amable licor. El dulzor está equilibrado, y se funde deliciosamente con las notas ahumadas. Para que se exprese con libertad panorámica, ideal beberla a 10 grados. No menos. Tampoco mucho más.

A la venta en Jumbo a $6.990 la botella de 750 cc.

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