Por Daniel Greve, crítico de gastronomía y vinos Julio 15, 2014

En menos de tres meses, el restaurante Quitral impactó a un barrio ya sobreestimulado de oferta gastronómica y mostró una cocina con directrices firmes y bastante personalidad. En un espacio enorme pero cálido, las cocinas e ingredientes de Chile se dan cita. Y no es a ciegas. El chef Carlos Mardones junta mar y montaña como antes, pero en un formato de ahora. Su coartada son platos como el Pastel de choclo con asado de tira 

($9.800), maravillosa carne cocinada durante ocho horas, que se deshebra al contacto, acompañada por un suave pastel, en el que sólo fallan las aceitunas, descarozadas con anticipación, lo que le resta sabor y lo deja con el resabio de la salmuera. También la Tabla Capitán Pastene ($18.700), un surtido de charcutería del sur con impecable tradición italiana. Aunque en el mar se tropiecen con su Congrio frito en tempura de tinta de calamar ($9.900), que descansa en un soso puré de zapallo con textura de papilla, de su parrilla salen delicias como la Entraña de Angus ($9.700). Jugosa, con el mínimo tiempo en fuego, se acompaña por unas espectaculares papas a la crema con puerros gratinados. En los postres, el Cuatro leches ($4.200) es muy compacto, por lo que la mejor despedida es el Parfait de miel con papayas rellenas ($4.100), efectivo y nada empalagoso. Como casi todo lo demás.

Lastarria 70, local 4, Santiago Centro. F: 26640850.

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