Por Jonás Preller Roldán Septiembre 1, 2017

El 1 de diciembre de 1997, tres camiones fueron quemados en Lumaco (Región de La Araucanía), marcando quizás el primer hito de atentados contra la propiedad en un conflicto que se arrastra desde que Chile se constituyó como nación.

En el atentado del pasado lunes, 29 camiones fueron quemados en la región de Los Ríos. En total 47 si sumamos los ataques de los últimos diez días. 280 camiones, predios, casas y familias en 20 años. Todo en un Estado que parece indolente frente a este conflicto.

“Hemos pasado por esto demasiadas veces”, dijo el ex presidente estadounidense Barack Obama en un discurso pronunciado en 2012 tras un tiroteo fatal en una escuela de Connecticut. Su frase no sólo escondía una profunda frustración por no poder controlar el uso de armas en ese país, sino también por el fracaso que como nación debían asumir año tras año, tiroteo tras tiroteo.

Hoy en La Araucanía estamos en un punto muerto, ante un conflicto que escala sin una solución que esté a la altura de la gravedad de los hechos.

Una Ley Araucanía que aún no se tramita; mesas de diálogo que se quiebran ante la menor presión y una policía que pareciera no estar dispuesta a ser carne de cañón del conflicto.

Como país, no sólo hemos pasado por esto demasiadas veces. Lo seguiremos viviendo hasta que alguna administración esté dispuesta a plantarse frente a esta crisis, que por ahora parece no terminar.

Jonás Preller Roldán
Director
jonas.preller@quepasa.cl
@jonaspreller

 

Relacionados