The Hunting Ground (2015), de Kirby Dick, fue un documental incómodo para la sociedad estadounidense.
En una hora y 43 minutos, el director relató con casos, testimonios y datos duros la violencia sexual en las principales universidades de EE.UU. Las cifras eran alarmantes: casi un cuarto de las estudiantes universitarias en ese país reconocía haber sufrido algún tipo de abuso sexual. Pero esos eran los casos registrados. Según el mismo documental, el 88% de las mujeres no estarían dispuestas a denunciar un abuso sexual por el temor de verse expuestas sin que exista una sanción concluyente al agresor o, lo que es peor, que su denuncia ni siquiera se investigue.
Tras la emisión de este documental, una serie de universidades en EE.UU. se comprometieron a revisar sus políticas frente al abuso sexual y las medidas que se tomaban al respecto.
En Chile, pese a todas las campañas en contra de la violencia de género y las marchas #NiUnaMenos, no existen datos de abusos en universidades.
Salvo intervenciones puntuales o foros de denuncia de federaciones de estudiantes, a nivel centralizado no hay información que empuje a tomar medidas al respecto.
Ni los estamentos de gobierno ni las agrupaciones de educación superior saben, realmente, qué pasa más allá de sus aulas.
Jonás Preller Roldán
Director
