Por Esteban Zárate Septiembre 17, 2010

En menos de diez años habrá un nuevo líder en el turismo internacional. Hace algunas semanas la principal entidad del ramo, la Organización Mundial del Turismo, previó que para 2020 China se convertirá en el principal destino de los viajeros del mundo con 103 millones de pasajeros.

Sólo este año, el gigante asiático terminará con algo más de 54 millones de visitantes internacionales, el tercer puesto entre las naciones que más turistas reciben en el globo: Estados Unidos, Francia y España.

Probablemente lo más interesante de esta situación es cómo China y buena parte de los países que forman el ranking lograron llegar tan arriba: Primero, desarrollando el turismo interno.

Intentar que los servicios turísticos chilenos "nazcan" con un desempeño exportador es tan iluso como haber pretendido que la industria del retail hubiese tenido esa misma capacidad desde sus inicios. Hace pocos días leíamos la síntesis de un estudio del "perfil de los turistas que visitan Chile", pero no he visto nunca uno que hable de los chilenos que viajan por Chile. Lo anterior es una pregunta evidente cuando de cada cinco dólares que se gastan en turismo en Chile, cuatro vienen de chilenos, y sólo uno de los extranjeros que nos visitan. Por lo tanto, aunque sea por simple criterio económico, el turismo de los chilenos por Chile requiere de mejores mediciones y mayor apoyo.

Por eso debe haber información de inteligencia de mercados, que considere también el consumo interno de turismo; información económica actualizada y periódica así como también de los impactos ambientales y sociales de la industria.

Tenemos una recién promulgada Ley de Turismo, pero aún no hay subsecretario de Turismo en ejercicio, las asociaciones gremiales están en un intenso proceso de fusiones y rediseño y, por si fuera poco, la totalidad de las agencias regionales de Desarrollo Productivo del país declaran al turismo como uno de sus tres sectores productivos prioritarios. Todo redunda en que, si bien hay un gran avance, la gobernanza del sistema turístico nacional está en pleno crecimiento, y cada grupo de interés se aboca a sus propios temas sin tener una visión clara de la estrategia país, quedándonos sólo en la amplia conceptualización que permite el "turismo de intereses especiales".

El desarrollo sustentable del turismo, que solemos reducir al desarrollo "ecológico" de nuevos destinos, tiene actores olvidados: los destinos masivos. Una de las preguntas de futuro es cómo hacemos un desarrollo sustentable de la industria del turismo, considerando los destinos masivos, tan lejos de estas discusiones y palancas de desarrollo de la actividad turística. El desarrollo sustentable de la actividad debe ser una política transversal, que considere no sólo los pequeños destinos de turismo receptivo, sino que también tenga reflejos en los destinos masivos y preferidos de los chilenos.

Nuestro turismo necesita aprender de las lecciones que nos han entregado los países líderes, en particular el camino que es necesario recorrer para convertirse en tal, y que el turismo como actividad económica estratégica sea más que una declaración.

*Director de Innova Ocio y Turismo.

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