Por Felipe Restrepo* Noviembre 7, 2009

Gerald Martin dice que tiene apofenia, "la enfermedad de los biógrafos que empiezan a encontrar patrones o conexiones que no existen entre su vida y la de sus personajes". Eso me lo cuenta poco después de la presentación de su libro "Gabriel García Márquez, una vida", en Ciudad de México. Esa presentación -la primera en Latinoamérica- fue hace unos días. Pero Gabo no asistió: se excusó, aduciendo que estaba resfriado. Martin dijo que no le sorprendía, porque seguramente ya estaba harto de tanto alboroto causado por su biografía. Y remató, con su fino humor británico, contando que Gabo le regaló hace poco un ejemplar de "Cien años de soledad", con una dedicatoria que dice: "A Gerald Martin: el loco que me persigue".

La dedicatoria, desde luego, es en broma. Gabo ha dicho que admira el trabajo de Martin y que lo considera su biógrafo oficial. "He estudiado tanto a García Márquez que se podría decir que lo conozco mejor que a mi familia y amigos más cercanos. Pero no puedo decir que lo entienda completamente, porque es uno de los individuos más profundos, complejos y elusivos que uno pueda encontrar", me dijo Martin la primera vez que hablamos. Y sabe lo que dice: durante casi dos décadas viajó por todo el mundo; leyó -varias veces- toda la obra de García Márquez y, posiblemente, todo lo que se ha escrito sobre ella; conoció a su familia, a sus amigos y a algunos de sus enemigos; y entrevistó a personajes como Felipe González o Fidel Castro, quienes hablaron por primera vez a fondo sobre su amistad con el escritor. El resultado es un mamotreto de casi mil páginas. Y Martin dice que aún tiene toneladas de material inédito.

Una de las advertencias que el colombiano le hizo a Martin, fue que su vida tenía tres esferas: una pública, una privada y una secreta. La primera, le dijo, la podía conocer y utilizar como quisiera; de la segunda podía saber algunas cosas pero no las debía publicar; y de la tercera nunca le diría nada. Algunos sostienen que Martin -tal vez en su afán por hacer una biografía perfecta- no respetó esas esferas.

También le han reprochado que cuente algunos secretos -conocidos por todos, hay que aclarar- incómodos sobre los años más recientes. Como que la memoria le falla a Gabo o que sufrió de cáncer. También le enrostran su nacionalidad: un inglés, alegan, jamás podría haber entendido la cultura colombiana en su totalidad.

Más allá de los aciertos o desaciertos, Martin logró desentrañar las claves de la obra de García Márquez y la relación con su vida. Pero él se queda con el vínculo que formó. Dice, sin ninguna arrogancia, que "García Márquez no ha tenido una relación semejante con otra persona en toda su vida. Ésa siempre será la importancia histórica de mi trabajo".

* Periodista colombiano y ex editor de Gatopardo

Relacionados