Por Claudio Seebach* Octubre 31, 2009

"La calidad de un sistema educativo no puede ser mejor que la calidad de sus docentes", se lee en el Informe McKinsey de Michael Barber.

El mismo documento también nos ilustra cómo un buen profesor puede cambiar el desempeño de un niño promedio (percentil 50), y en sólo tres años llevarlo al 10% superior de rendimiento, mientras que un profesor malo puede, en el mismo período, hacer retroceder a dicho alumno promedio al percentil 37.

Los sistemas educativos más exitosos del mundo eligen a los mejores para la carrera docente; desde el 30% mejor en Singapur o el 10% de Finlandia.

El primer elemento contraintuitivo es que no lo logran por la vía de mejores salarios, ya que, por ejemplo, en el país escandinavo un profesor inicia su carrera ganando 5% menos que el promedio de la población, y el sueldo máximo al que puede aspirar es apenas 12% superior al promedio.

En Chile, de los 19.104 alumnos que obtuvieron sobre 650 puntos en la PSU 2008, sólo 400 se decidieron por la carrera de Educación (y apenas el 4% de los que ingresaron tuvo sobre dicho puntaje).

Otro dato: al 56% de los profesores no le gustaría que sus hijos estudiaran educación y sólo el 23% de ellos cree que "la sociedad valora sinceramente la profesión docente".

Nadie discute el rol central que tiene el profesor como actor principal en la educación de niños y jóvenes. El desafío que se nos plantea es revertir la actual situación, mejorando el estatus y el prestigio de la profesión docente y estimulando el ingreso a Educación de los mejores egresados de cada generación.

El mismo Michael Barber, cuando era asesor estratégico de Tony Blair, impulsó una exitosísima campaña comunicacional que enfatizaba lo desafiante que es intelectualmente educar a niños y jóvenes. Posteriormente se trabajaron los incentivos que existían o se crearon para aquellos que optaron por Educación. En 5 años esa estrategia integral logró revertir el deteriorado estatus social de los profesores ingleses: ya en el primer año de la campaña las postulaciones a educación crecieron 31%.

En Chile estamos próximos a lanzar la campaña de bien público Elige Educar, la que busca precisamente mostrar de manera positiva lo desafiante que es ser profesor, lo atractivo que es trabajar con niños que son inquietos e innovadores, y cómo los mejores talentos de este país pueden ser agentes de cambio para tener en Chile un sistema educativo de clase mundial.

En un planeta donde la lucha por los mejores talentos es cada vez mayor, captar a los mejores será cada vez más difícil. Debemos empezar hoy por atraerlos a Educación. Lo demás se nos dará por añadidura.

* Miembro del comité directivo de Elige Educar

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