Por Pablo Jamett, desde Londres Febrero 20, 2014

Un intenso movimiento de máquinas acapara cada día más miradas en la ribera sur del Támesis. El costado oeste de Vauxhall Bridge, unas de las construcciones más emblemáticas de Londres, comienza a renacer tras años de abandono. Sobre Battersea Power Station se está construyendo un enorme proyecto arquitectónico que pretende despojar a la enorme central termoeléctrica, inactiva desde 1983, de su cartel del “elefante blanco”.

En su época, la central fue una importante fuente de energía y un símbolo de la industrialización para la ciudad a mediados de 1900. Más tarde se convirtió, además, en un ícono de la cultura pop y el rock británico. En 1962, The Beatles usaron la termoeléctrica como locación para filmar parte de la película Help!. Doce años más tarde,  Pink Floyd inmortalizó sus chimeneas en la carátula del disco Animals, con su inolvidable cerdo volador en medio.

Tras su cierre, en 1983, había sido apenas eso: una locación. Escenas de El discurso del rey y Batman, el caballero de la noche, fueron filmadas ahí.

Hoy, el llamado de “acción” es otro. Las obras están creando cerca de 15 mil nuevos empleos, dando un empujón a la economía británica, que lucha por dejar atrás la crisis. Tres compañías provenientes de Malasia -SP Setia, Sime Darby y EPF- compraron el terreno hace dos años y hoy están invirtiendo 8 mil millones de libras esterlinas en un proyecto que busca aprovechar un espacio inutilizado de 38 hectáreas, con una privilegiada ubicación frente al río.

Enormes afiches con imágenes del proyecto concluido rodean las calles aledañas a la central, proyectando un cambio definitivo en esa zona de Londres.

El proyecto contempla la construcción de 1.200 oficinas y departamentos de lujo, un hotel de 200 habitaciones con una vista panorámica de la ciudad y un centro comercial. Los vecinos de la central también ganan: casi ocho hectáreas han sido destinadas para espacios comunitarios; además, está considerada la construcción de una enorme biblioteca.

Curiosamente,  la transformación y resurrección de Battersea Power Station, que debe estar lista en 2016,  sigue los pasos de otro emblemático edificio londinense:  Bankside Power Station, ubicada también en la ribera sur del Támesis, pero contiguo al London Eye. Hace 14 años el lugar fue convertido en la sede del museo Tate Modern.

La vieja central termoeléctrica, por lo visto, está generando otro tipo de energía.

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