Por Alexis Rebolledo C., sociólogo. Septiembre 12, 2013

Los muertos vivientes proliferan en la ficción, pero gracias a un grupo de investigadores de la Universidad de Essex, recientemente han hecho su primera gran contribución a la ciencia. En particular, los científicos se proponían examinar los patrones del comportamiento humano en la elección de vías de escape.  El trabajo, publicado en la revista Animal Behaviour, reveló cómo el estrés puede afectar significativamente el comportamiento de las multitudes durante las evacuaciones.

Imagine que usted está saliendo de un edificio en medio de una gran multitud. Hay diferentes vías de escape, ¿toma una ruta que ya conoce?, ¿sigue a los demás o los evita? Investigar estas decisiones es importante para entender cómo las multitudes se comportan durante una evacuación.  Las multitudes entregan a menudo varios ejemplos de comportamiento colectivo, tales como la formación espontánea de carriles en los flujos peatonales bidireccionales o los atascos de peatones en los cuellos de botella. Varios investigadores han tratado de identificar el conjunto de reglas que los peatones individuales siguen. Los hallazgos en este nivel de la conducta individual, denominado “nivel operativo”, sugieren que el movimiento de los peatones es dictado principalmente por el intento de optimizar tiempos de viaje.

También se debe considerar el comportamiento individual que no tiene una respuesta inmediata al ambiente local. A menudo, las personas se enfrentan a la elección de diferentes vías para entrar en un edificio o para ir de un lugar a otro en el centro de la ciudad. Estas decisiones han sido clasificadas como “nivel táctico”, e incluyen factores como la distancia percibida de las rutas y la seguridad.

En el mencionado estudio de la Universidad de Essex se consideró explícitamente el nivel táctico de la conducta para conocer las decisiones de ruta en el contexto de las evacuaciones. Sus observaciones sugieren que los peatones tienden a utilizar las vías de salida con las que están familiarizados por sobre las desconocidas. Por ejemplo, intentar desalojar por la entrada principal, haciendo caso omiso de una o incluso varias salidas de emergencia a lo largo de la ruta. Esto ya se ha visto durante las evacuaciones de discotecas o bares con tristes resultados. 

Los investigadores diseñaron un juego en equipo para computador con temática zombi donde los jugadores debían escapar de éstos en un edificio en presencia de otros peatones en una emergencia simulada. Los jugadores tenían que completar el juego tanto en condiciones no estresantes, como en condiciones de estrés (debían lograr el mejor tiempo posible).

Los resultados mostraron que en lugar de concentrarse en la mejor salida, las situaciones de estrés llevaban a la gente a tomar peores decisiones en comparación con personas que no estaban estresadas. No sólo eso: las personas fueron menos propensas a reconsiderar la decisión errónea de evacuación. Al parecer, el estrés nos convierte en un zombi más, pues dejamos de ocupar la cabeza.

Lo sorprendente es que se pudo descubrir que poner más presión sobre las personas da lugar a que se aferren a las rutas que ya conocían y que se les hacía mucho menos probable adaptar sus decisiones a situaciones cambiantes, incluso si esto traía como consecuencia el que se tomara mucho más tiempo para evacuar. Son resultados que podrían tener importantes implicaciones para el diseño de rutas de evacuación más seguras y eficientes, así como una reorientación de la educación en comportamiento preventivo de la población.

 

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