Por Estela López García Septiembre 1, 2017

El 21 de abril pasado, el fiscal Carlos Gajardo recibió en su escritorio un informe de la PDI. El documento, de 17 páginas, encendía las alertas sobre mecanismos financieros utilizados por los clubes de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) para mantener a flote sus operaciones. Esto, en el marco de la investigación que lleva adelante la Fiscalía de Alta Complejidad por los dineros de Sergio Jadue en la época en que fue presidente de la ANFP.

En medio de las diligencias que tienen en el radar los movimientos internos de dineros de los clubes durante la época Jadue, la ANFP decidió desafiliar en abril del año pasado a Deportes Concepción dada su insostenible situación financiera. La crisis y quiebra del club reveló el abultado endeudamiento del equipo con la ANFP y entidades bancarias. Pero dentro de la carpeta investigativa se dio cuenta de otra arista: el endeudamiento de los clubes a través de factoring. En particular en este caso, hoy los ojos están puestos en la deuda de Deportes Concepción por más de un millón de dólares con FactorOne. Una empresa con sucursales regionales, ligada hoy a Deportes Copiapó y Deportes Antofagasta, que entre 2009 y 2014 decidió el financiamiento de parte importante de los clubes de la ANFP.

Tanto la fragilidad financiera de ciertos clubes como el conflicto de interés que se provoca cuando quienes prestan dinero están sentados donde se toman decisiones que impactan económicamente a los equipos, son situaciones que causan ruido dentro de la ANFP y que se miran detenidamente por la administración que vela por evitar dudas respecto al funcionamiento interno de la asociación.

 

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Fue a través de la compra de Club de Deportes Copiapó que descubrieron el mundo del fútbol. Cuando en 2009 Felipe Muñoz, dueño de FactorOne junto a Jorge Sánchez, decide comprar el 51% de las acciones del club, que estaba quebrado, y logra sentarse en el consejo de presidentes de la ANFP. En ese instante, dimensiona el negocio que ocurre detrás la cancha. “Se me hizo fácil meterme porque el club estaba con muchos problemas”, recuerda Muñoz.

$750.000.000 pagó Deportes Concepción a FactorOne. Esta transacción es monitoreada por la Fiscalía.

Poco tiempo después de entrar a la ANFP, el socio de FactorOne ya tenía la película clara. Al estar sobreendeudados, los clubes se convierten en sujetos de alto riesgo para la banca tradicional y, por lo tanto, se dificulta el acceso a créditos. Y, en paralelo, mes a mes la ANFP repartía todos los meses los flujos de dinero que se obtenían a través de los derechos del Canal del Fútbol (CDF). Aquí estaba la oportunidad de negocio perfecta: entregar a sus pares créditos contra la factura que los clubes de Primera División y Primera B recibían religiosamente del CDF.

“Al llegar me doy cuenta de que todos los clubes tenían problemas financieros y que nadie les prestaba plata y que había un instrumento financiero que era sujeto de hacer factoring. Ahí dije ‘conozco la dinámica de adentro del consejo, conozco cómo se comportan los pagos y comenzamos a hacer esos créditos’”, explica Muñoz. Fueron los primeros en operar y las tasas crediticias se movían en torno al 2% y 4%.

Dentro de la ANFP no hay claridad sobre cuántos factoring operan ni quiénes están detrás de cada uno. Sí saben de su existencia y de las dudas que generan cuando un club que está con altas deudas pasa a la propiedad de alguna persona que ha factorizado sus cuentas. Este fue el caso de Club de Deportes Antofagasta, cuando el 4 de septiembre de 2012 fue adquirido por Jorge Sánchez a través de la Sociedad Inmobiliaria e Inversiones Laguna Funding Limitada. El monto que se pagó en dicha oportunidad por el 99,9% de las acciones fue de $10 millones, monto que hoy es parte de un juicio de nulidad de venta y de una querella de estafa y otros delitos.

“El Banco de España se acaba de vender en un euro. Siento mucho desconocimiento financiero. La compra de Antofagasta creo que fue por US$5 millones en pasivos que tuvo que asumir la persona que compró. Ese tipo de transacciones en el mercado financiero son súperhabituales”, argumenta Muñoz.

A fines de 2013, la ANFP aprobó un crédito con el banco BBVA por US$30 millones. Uno de los objetivos de este financiamiento era entregar a cada club un monto suficiente para saldar sus deudas, muchas de ellas tenían su origen en los factoring. FactorOne acusa haber recibido en esa oportunidad cerca de US$5 millones por colocaciones que tenían con diversos clubes. Entre ellos están: Deportes Concepción, Coquimbo Unido, Deportes Copiapó, Deportes Antofagasta, Barnechea, Naval y San Marcos de Arica.

En la carpeta investigativa se hace justamente referencia al pago que recibió FactorOne por $750 millones, gracias al crédito aprobado por Jadue. “Fueron destinados a pagar directamente una deuda que el club Deportes Concepción mantenía con la empresa de factoring FactorOne, generada para financiar los déficits operacionales e inversiones en los campos deportivos del club de los años 2010 al 2013”, explica en su declaración ante la PDI Adolfo Sabando, dirigente y parte de la sociedad Fuerza, Garra y Corazón, que se hizo cargo del club desde 2010 hasta su desafiliación.

El sobreendeudamiento de los clubes al punto de llegar a la quiebra, pese a contar con financiamiento constante a través del CDF y la compra de clubes por parte de los factoring es un aspecto que llama la atención de los fiscales que hoy están a cargo de clarificar lo que pasó en la era Jadue. “Es tan buen negocio que terminan entrando a la propiedad de los clubes”, alerta una fuente de la Fiscalía, quien además cuestiona el mecanismo de pago que utilizan los factoring a través de las cuentas corrientes de los dirigentes de los clubes. “Es rarísimo el tema de las cuentas corrientes. En general, dentro del fútbol tienen sistemas de gestión precarios, se mueve mucho efectivo y se utilizan depósitos en las cuentas de dirigentes”, detalla la misma fuente.

 

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Las deudas que aún están pendientes y las sumas de dinero que en el pasado asfixiaron a los clubes al punto de la quiebra y venta a montos cuestionables es lo que se mira con recelo entre los dirigentes que hoy están sentados en la ANFP. Esto sobre todo porque, en el caso de FactorOne, tanto Muñoz como Sánchez tienen voz y voto dentro del consejo, conocen el manejo interno de los clubes y no se inhabilitan de decisiones financieras claves para los equipos.

FactorOne tiene a la fecha dineros por cobrar a Coquimbo Unido, Rangers, Copiapó y Antofagasta.

Un ejemplo claro de este conflicto de interés son las discusiones que se dan en torno a las cuotas de incorporación e indemnización que reciben los clubes que bajan y suben de una división a otra. “El factoring es una actividad lícita que entra en conflicto de interés cuando quieres ser dueño de un club y además prestar plata a clubes, ahí de alguna manera te ves capturado por tus acreedores. La cuota de incorporación de 50 mil UF, que fue un invento de Jadue, es para tener a quien prestarle plata cuando sube y, en el caso contrario, la cuota de indemnización, es para asegurar el pago de deudas cuando bajan. Ahí está el conflicto de interés. No se sabe si esas decisiones se toman para tener cómo recuperar las colocaciones o por el interés general del club”, asegura una fuente al interior de la ANFP.

Ante estas dudas que surgen por la operación de los factoring, Muñoz asegura que “pese a que es lícito y válido que FactorOne haya continuado haciendo operaciones con los clubes de la ANFP, decidimos no seguir haciéndolo por el daño de imagen que ello conlleva y fundamentalmente porque así evitamos que haya suspicacias de las verdaderas razones de por qué nos agrupamos los clubes de menor tamaño en la ANFP”.

—¿Hoy FactorOne da créditos a algún club?

—No podemos hacerlo, no podemos factorizar ningún documento. Lo que le prestábamos a los clubes nunca fue tanta plata. Fue poca y a pocos clubes. Nuestras colocaciones en el fútbol nunca representaron más del 4% de los ingresos.

—¿Y cuál es el modelo de negocios que tienen en el fútbol entonces?

—No tenemos ningún modelo de negocios en el fútbol.

—¿Cómo se explica entonces que en las memorias de Coquimbo Unido a diciembre de 2016 aún figuren pagos a FactorOne?

—No. Eso no es correcto.

—En las memorias de Copiapó y Antofagasta también se registran cuentas por pagar a FactorOne que, por ejemplo, en el último caso ascienden a $757 mil millones.

—Eso es distinto. Tenemos ahí sociedades relacionadas con nosotros, no tenemos factoring, tenemos participaciones, créditos.

—¿Es decir, les prestan plata?

—A Antofagasta hace mucho rato que no. A Copiapó sí.

—¿Al día de hoy, Rangers le debe dinero a FactorOne?

—No. Alguna vez entiendo que hizo factoring de facturas (de publicidad). En términos generales, a los clubes de fútbol los estamos tratando lamentablemente igual que los bancos. En el último tiempo me han llamado 4 dirigentes, en los últimos 3 meses, y le digo que le puedo dar el dato de quienes en la competencia siguen operando. Pero yo no puedo hoy.

En medio de la entrevista, Muñoz consulta a sus oficinas comerciales, vía telefónica, respecto de eventuales deudas que los clubes de la ANFP mantengan a la fecha con ellos. Rectifica que existen pagos pendientes y puntualiza: “Desde enero de 2014 nos comprometemos como presidentes de clubes a no factorizar las cuotas del CDF, FactorOne decide igualmente no financiar más de esta manera a ningún club de fútbol, sólo excepcionalmente dos clubes, uno del norte y otro del centro-sur realizaron factorización de documentos que no tienen que ver con sus ingresos habituales del CDF, el equipo del norte por M$ 33.851 de los cuales hay vigentes M$ 21.621 y del centro sur por M$70.838 de los cuales M$28.003 se encuentran vigentes”.

El ex presidente de la ANFP Harold Mayne-Nicholls explica respecto a la relación entre FactorOne y los clubes que “ellos entraron al mundo del fútbol cuando se compraron un club, nunca quedó claro cuánto pagaron, después se compraron otro, que es Deportes Antofagasta, ahí sí quedó claro cuánto pagaron, lo que fue un absurdo. Este problema claramente existe porque el mismo dueño de un factoring después aparece en el consejo de presidentes, y eso lo hace manejar información privilegiada al momento de hacer los préstamos”.

Aunque Rangers de Talca tiene cuentas pendientes con FactorOne, esto no impide que Felipe Muñoz salga públicamente a decir que está analizando entrar a la propiedad del club. “He tenido que responder por redes sociales hasta cinco veces al día la misma pregunta: lo estoy analizando, puede ser una posibilidad, pero no hoy día”.

Puede ser que lo que detenga hoy a Muñoz de entrar al club es que los estatutos de la ANFP le impiden tener propiedad en dos clubes. Dice que las deudas de Rangers no son impedimento ya que se terminan de pagar en 30 días. De saltarse esta regla, Muñoz pasaría a ser dueño de Copiapó y Rangers. Uno del norte y otro del sur.

Sea cual sea la razón que frena al socio de FactorOne de hacerse de otro club, cada movimiento de la empresa será seguido atentamente por la fiscalía y por la relación que empieza a delinear la carpeta investigativa entre el despilfarro de la era Jadue, la desaparición de clubes como Concepción y las oportunidades de negocios que aprovechan los factoring.

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