Por Juan Esteban Codelia // Foto: Cristóbal Olivares Agosto 18, 2017

—Armando Cordero fue mi entrenador en el Barnechea. Yo jugaba de lateral derecho y él tomó el club cuando estábamos a punto de descender. Tenía muy clara su idea y la transmitía bien. Su relación con los jugadores era buena. Con él ganamos nueve de diez partidos, y logramos salvarnos y seguir siendo profesionales.

Eso pasó en 2008, pero Francisco Bozán, actual DT de Universidad de Concepción, sigue recordando la gesta con alegría. Sus recuerdos con Armando son gratos. Poco después se retiró del fútbol en Barnechea y luego fue el mismo Cordero quien le abrió las puertas del club para que iniciara su carrera como entrenador.

—Yo venía llegando de tomar un curso de técnico en España y me pidió que me hiciera cargo de la sub 19, pero me dijo que iba a ser el próximo DT del primer equipo —cuenta Bozán, de 30 años—. Eso lo sabía el entonces DT Hugo Vilches. Fue todo muy transparente.

Una opinión diametralmente opuesta tienen en el Club Social de Barnechea, entidad desde donde surgió la sociedad anónima que hoy maneja el equipo (AC Barnechea SADP), la misma que fue expulsada de la Primera B por la ANFP hace un mes, pero que se mantiene jugando el torneo actual debido a que el Tribunal de la Libre Competencia dio a lugar a una orden de no innovar por un recurso de protección interpuesto por Armando Cordero.

En medio de la disputa con la ANFP, los últimos meses en el Barnechea han sido precarios:  hay muy poco dinero para invertir en las series menores y el plantel profesional que juega en la Primera B esperó hasta última hora de este miércoles por el pago de los sueldos, pero los dineros no llegaron.

El conflicto con Quilín se inicia porque el dirigente huaicochero pagó la primera cuota de la incorporación a la Primera B —que cuesta 50.000 UF en total— con un cheque que no pudo ser cobrado por inconformidad de firmas.

La expulsión, no obstante, quedó sin efecto porque los jueces estimaron que hay razones para pensar que en la ANFP podría configurarse el delito de trabas a la libre competencia.

—Nosotros nunca les traspasamos nuestros derechos a la sociedad anónima —dice Eliseo Villarroel, presidente del club social—, por eso los demandamos por $1.200 millones. Ya fuimos a preguntar a la ANFP cómo tenemos que hacer el reclamo y ellos nos han ayudado. La idea es que el club social tenga un 51% de una futura sociedad anónima, si es que recuperamos los derechos federativos que hoy nos usurpó AC Barnechea, y diluir el resto entre la gente de Lo Barnechea.

Su abogado, José Miguel Serrano, agrega:

—Queremos que se declare que la sociedad anónima es un agente oficioso del Club Social y que rinda cuenta por lo actuado en este tiempo. Asimismo, nos haremos parte del recurso ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y reclamaremos ante la ANFP.

Armando Cordero, ingeniero comercial de la Universidad Gabriela Mistral, se hizo conocido por crear la revista Entre Ligas —sobre la actualidad de los torneos aficionados de fútbol—, y llegó al fútbol de la mano del empresario Juan Cristóbal de Marchena, CEO de GrandVision Chile, con quien inició su aventura en Barnechea. Pronto se quedó a cargo de ese buque y el equipo, bajo su cargo, tuvo un crecimiento exponencial.

Estuvo tres años en la Primera B y luego dio un sorpresivo salto a la Primera División en 2014. Fue el mejor momento del club, recibió más dinero que en toda su historia, pero fue efímero. Un año después vino el descenso a la B y en dos años ya estaba en la Segunda División Profesional. Los ingresos bajaron en forma ostensible y la apuesta de Cordero fue retornar lo antes posible al profesionalismo.

—La constitución de la sociedad anónima la escribió Guillermo Mackenna, el ex presidente de Colo-Colo. Al principio había mucha gente trabajando en el club, hasta jefe de prensa teníamos, pero cuando descendimos empezó la debacle —comenta Marcelo Léon, un antiguo dirigente—. No había ni secretaria. Este es un club donde casi todo lo hace él.

La fórmula que utilizó Cordero para llegar a lo más alto del fútbol chileno, dicen quienes han trabajado con él, es simple. Su conocimiento de este deporte, tras haber sido entrenador, le permite formar planillas de bajo costo, con jugadores jóvenes que todavía no han explotado todo su potencial —a préstamo de Colo-Colo, Universidad de Chile o de la UC—, con los que consigue buenas campañas. Patricio Rubio, Gonzalo Espinoza, Nicolás Maturana y Carlos Espinosa son buenos ejemplos de ello.

Así logró, en 2014, llevar al club a Primera División.

—Sin tirar la casa por la ventana. Siempre ha hecho planteles modestos que le han dado resultados. Se fija mucho en los técnicos, les da una oportunidad para que se lancen, siempre armando un buen plantel. Consiguió todo muy rápido —cuenta Jorge Contreras, quien logró este año el ascenso a Primera B, pero tuvo que volver a las series menores—. Asumimos pensando en aprovechar la oportunidad, pero después nos volvió a pedir que asumiéramos de vuelta en cadetes.

En general, sigue los procesos de cerca, siguiendo al equipo por todo el país y hablando con los jugadores.

—Es un tipo bien especial. Va dos o tres veces a la semana al entrenamiento y conversa con los jugadores. Es bien cercano a nosotros. No se pierde ningún partido. Ni aunque juguemos en Arica. Llega en auto, en avión, en lo que sea —dice Jorge Manduca, el arquero del Barnechea, que lleva seis años en el equipo—. Otra cosa es que no echa entrenadores, casi nunca. Es de la idea de morir con las botas puestas.

Pese a esta fórmula, el descenso a la tercera categoría del fútbol chileno caló hondo. Se dejaron de percibir los dineros del CDF y los 150 fieles hinchas que acompañan al equipo en cada partido no son suficientes para financiar a un club de fútbol.

Llegaron las vacas flacas. Lo han sufrido las series menores —con escasísimos recursos en los últimos meses— y también el primer equipo. Sin ir más lejos, los futbolistas esperaron hasta última hora del miércoles por sus sueldos (el plazo final fijado por la ANFP), pero no hubo respuesta.

—En el Sifup nos dijeron que se van a acoger a una subrogación, que no es más que pedir los dineros a la ANFP para seguir funcionando, a la espera de que las cosas mejoren —cuenta el cuidavallas.

 

La Pelea

Hoy los focos están sobre Cordero dado el conflicto del Barnechea con la ANFP.

Luego de que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) autorizara al Barnechea a jugar en Primera B sin pagar la cuota de UF 50.000, que los clubes que ascienden a esta categoría deben cancelar a modo de cuota de incorporación al fútbol profesional, la ANFP está intentando revertir esta situación en la justicia. Entre los argumentos que sostiene la ANFP para rechazar la decisión del organismo de la libre competencia es que el Barnechea sabía desde un principio los montos que debía desenvolver y que existía disposición para hacerlo.

Y pese a la orden de no innovar decretada por el TDLC, en Quilín congelaron los ingresos del club por el CDF y le cerraron el acceso al Barnechea al consejo de presidentes.

En estos días, el abogado Ciro Colombara debía interponer la demanda definitiva ante el TDLC que buscaría establecer que en el fútbol hay un cartel que impide la entrada de nuevos actores.

Uno de los argumentos esgrimidos por los demás clubes profesionales es que la cuota que deben pagar al subir de categoría es una medida del ex presidente de la ANFP Sergio Jadue, la que fue apoyada, en su minuto, por el propio Cordero.

Pablo Milad, presidente de Curicó Unido y ex candidato a la presidencia de la ANFP en una lista que integraba a Cordero, cree en una solución salomónica.

—Esto se tiene que solucionar con un acuerdo. Armando tiene voluntad de pagar el dinero. No podemos poner barreras y limitar las aspiraciones deportivas. Por ejemplo, si el Curicó desciende, al igual que el 95% de los clubes, jamás podríamos volver por no tener plata para pagar 50 mil UF.

Un poco antes de la demanda del Barnechea, el consejo de presidentes de la ANFP acordó bajar la cuota de incorporación de 50.000 UF a sólo 24.000 UF, pero para el próximo año.

—Por eso creo que se debería negociar. Esta contienda se tiene que arreglar bajo el alero de la ANFP— finaliza Milad.

Este duelo se seguirá jugando en tribunales.

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