Por Emilio Maldonado Enero 2, 2014

© José Miguel Méndez

"El equipo que está detrás de Chile Atiende debiera mantenerse, independiente del gobierno de turno. No tiene color político y lo que busca es poner al Estado al servicio de todos y usar mejor los recursos que los ciudadanos le pasan"

"Chile es un país que está en desarrollo de su mercado financiero y evidentemente hay muchos conflictos de interés que no son transparentes hoy para un inversionista particular, y cada uno de estos casos ayuda a que se visibilicen"

La oficina de Rafael Ariztía Correa (36) en el cuarto piso de un céntrico edificio en la calle Teatinos luce llena de papeles. No sólo están dispersos sobre su escritorio o encima de la pequeña mesa de reuniones, sino también pegados en paredes y ventanas. Quedan dos meses para el fin del gobierno, y éstos son recordatorios de las tareas pendientes que el jefe de la Unidad de Modernización del Estado quiere dejar finiquitadas.

Hace tres años Sebastián Piñera -a quien conoce hace más de una década, cuando el presidente lo invitó a participar de Bancard y terminó siendo uno de sus estrechos colaboradores-le dijo que tenía que crear un área que ayudara a que las diversas instituciones del Estado fueran más ágiles y, a la vez, llegaran a más ciudadanos. Fue así que nació la unidad que hoy dirige y donde una de las estrellas de su gestión es Chile Atiende, la red que agrupa a 27 servicios estatales en un solo lugar, generando ahorros para los ciudadanos y para el propio erario fiscal.

A dos meses de su retiro, Ariztía enuncia los logros de la unidad. Según sus cálculos, al año se ahorran más de 10 millones de viajes, gracias a la concentración de trámites en un solo lugar y a la posibilidad de hacer la mayoría de éstos vía internet. En términos monetarios, ahorros por más de US$ 45 millones por año hacen de Chile Atiende una experiencia que ya comienza a ser analizada en otros países.

Pero la cabeza de Ariztía no está sólo en la entrega del testimonio a las próximas autoridades. Hace unos meses, junto a Carlos Vial y Rafael Carvallo (ambos ex Celfin) decidieron crear una oficina de inversión. Bajo el nombre de MFO Advisors, Ariztía ya prepara su regreso al negocio financiero, luego de haber dejado su cargo de gerente de Inversiones de Celfin (hoy BTG Pactual).

En el tránsito por ambos caminos, Ariztía no sólo pasa lista a su trayectoria por el sector público. También analiza el actual momento del mundo financiero, del cual ha sido crítico desde sus tiempos en Celfin, trinchera desde la cual alertó, en 2009, sobre las irregularidades del hoy llamado “caso cascadas”.

-¿Cuál es la evaluación que hace de la gestión en la Unidad de Modernización del Estado?

-Esta unidad no existía durante el gobierno anterior. El encargo que recibí fue formar un área que tomara el tema de la modernización desde el centro del gobierno, y generara una agenda de transformaciones y apoyos a cambios institucionales desde distintos ámbitos. La agenda que planteamos fue una serie de iniciativas que apuntaran a mejorar la calidad de los servicios que el Estado presta a los ciudadanos, que ayudaran a acercar el Estado, a hacerlo más fácil y más transparente. Bajo esa lógica se armó un plan de acción que hemos ejecutado en su totalidad, y que involucraba la creación de una red multiservicios, reutilizando infraestructura y personal que ya tenía el gobierno. Eso se transformó en Chile Atiende, donde confluyen muchas iniciativas para darle al ciudadano una sola cara.

Volviendo a tu pregunta, creo que la evaluación es muy positiva, pero no soy yo quien deba hacer ese análisis. Con todo, sin duda estamos muy contentos porque se han hecho transformaciones que reconocen moros y cristianos.

-Chile Atiende es la cara visible de todo el programa de modernización. ¿Qué queda por hacer o incorporar?
-El presidente lanzó Chile Atiende en enero de 2012 y nos pusimos metas para esta administración: queríamos estar presentes en el 70% de las comunas. Y esa meta ya se cumplió, puesto que tenemos más de 200 puntos de atención, cubriendo a más del 80% de la población. En términos de los servicios integrados, también hemos avanzado y cumplido con las tareas. Hoy tenemos 27 instituciones integradas de manera presencial. Y si bien hemos cumplido el 100% de las metas, ésta es una iniciativa que debe de continuar y seguir siendo desarrollada. La administración de una red es por definición algo dinámico, y el equipo que está detrás de Chile Atiende debiera mantenerse, independiente del gobierno de turno. No tiene color político y lo que busca es poner al Estado al servicio de todos y usar mejor los recursos que los ciudadanos le pasan.

-Cuando se creó la unidad se citaron estudios internacionales que avalaban estas reformas, por el impacto positivo en el bolsillo de la gente. ¿Se han hecho análisis de tal impacto en Chile?

-Estudios de la OCDE decían que si uno aumentaba la productividad del Estado, había un par de puntos porcentuales de crecimiento que se podían ganar. Es muy difícil medir eso, no al menos con una foto de corto plazo. Con el tiempo se puede medir cómo cambian las curvas, pero por ahora hay un hecho indesmentible: durante este gobierno el país ha crecido más. Hay cuestiones cíclicas, pero también una evidente mejor gestión del Estado, que impacta en las expectativas. Pongo un ejemplo: hoy crear una sociedad es gratis y demora 25 minutos. ¿Eso cuánto aporta en ahorro? Es difícil decirlo, pero es un hecho indesmentible que aporta al crecimiento.

Donde es más fácil cuantificar el impacto es en el área de digitalización. En paralelo con Chile Atiende, partimos con una iniciativa que llamamos “Chile sin Papeleo”. Hemos aumentado en más de 100% los trámites digitales durante esta administración. ¿Y cómo se ha hecho? Con trabajo coordinado y poniéndolo como prioridad en la agenda de los jefes de servicio.

MUNDO PRIVADO

-¿Cómo será su retorno al mundo privado?
-Junto a Carlos Vial y Rafael Carvallo, dos personas con mucha experiencia en el sector financiero, vamos a dedicarnos a la administración de fondos de personas de altos patrimonios. Un multi-family office.

-¿Abarcarán el nicho que las corredoras están dejando de lado?
-Hay un grupo de personas que tiene un patrimonio importante (entre US$ 5 millones y US$ 20 millones), pero que están en un segmento que está mal atendido, básicamente porque no son las grandes fortunas del país. Por eso reciben un servicio muy de retail. Creemos que esto se puede mejorar, bajar los costos de esas carteras y, realmente, llevar a los clientes a los riesgos que quieren asumir. Esto no es algo particular de este país; se ve también en los mercados desarrollados, porque la industria financiera está estructurada de forma que convive con áreas comerciales que son comisionistas, no necesariamente alineados con los intereses de los clientes.

-Vuelve a un mercado que se verá afectado por la reforma tributaria del próximo gobierno. ¿Perturba eso el análisis que hicieron para entrar a este negocio?
-La verdad es que a los que les pega más fuerte una reforma tributaria no es precisamente a los altos patrimonios. Esas personas tienen su dinero y van a seguir teniéndolo. El problema de fondo es que nadie sabe bien lo que se va a proponer, por lo cual es difícil hacer un diagnóstico. Hay que ver cómo avanza esta discusión y creo que el país está en eso. Y cuando vemos que han caído las cifras de inversión, tiene que ver con eso. Guste o no, la incertidumbre genera que la gente postergue decisiones.

-¿Entonces, usted está de acuerdo con el ministro Larroulet cuando asegura que la debilidad que se observa en la inversión se debe a las propuestas de Bachelet?
-Estas cosas son multifactoriales. Efectivamente, la perspectiva para este año es de menor crecimiento, porque hay menor inversión. ¿Por qué hay menor inversión? Entre otras cosas, porque hay un ambiente de incertidumbre. Es cosa de ver las encuestas de perspectivas económicas del mundo empresarial y de los consumidores, que han ido bajando consistentemente. ¿Y por qué bajan? Porque el clima hace que la gente converse estos temas,  y cuando la gente empieza a hablar de qué ocurrirá con los impuestos, cualquier persona racional posterga decisiones.

-¿Cómo cree que está funcionando el mercado financiero? En poco tiempo se ha cuestionado el rol de los fiscalizadores, de la Bolsa y de algunas corredoras.
-En todos los países, desarrollados o no, la regulación es algo dinámico. En Estados Unidos, Europa y Chile ocurren problemas y desfalcos. No existe la varita mágica que nos dará la solución a los problemas. El punto es cómo se reacciona ante esos problemas y cuál es la postura de la autoridad que tiene que fiscalizar cuando se presentan los problemas. Este gobierno ha sido mucho más efectivo o estricto en hacer cumplir la normativa que el gobierno anterior. La Polar fue algo que partió hace diez años, que durante el gobierno anterior hubo demandas al Sernac, sin embargo no se hizo nada.

-Pero el mercado está cuestionado. ¿Se tienen que hacer cambios?
-Creo que es normal que ocurran ciertos eventos, y lo que sería malo es que no se resuelvan. No creo que esté todo mal. Hay muchas cosas que hay que mejorar,  por ejemplo, cómo opera la Bolsa. Eso es algo que ha quedado a la vista que requiere una modernización en la forma cómo está estructurada la Bolsa. Pero más allá de eso, Chile es un país que está en desarrollo de su mercado financiero y evidentemente hay muchos conflictos de interés que no son transparentes hoy para un inversionista particular, y cada uno de estos casos ayuda a que se visibilicen.

-Ha sido crítico en el rol fiscalizador de las autoridades anteriores. Para el caso cascadas usted mismo escribió una carta dando alerta sobre lo que estaba sucediendo y no pasó nada. ¿Por qué?
-No sabría decir por qué. Hay que quedarse con los hechos en vez de especular por qué pudo haber ocurrido. Eso hay que preguntárselo a Guillermo Larraín, quien era el superintendente de Valores cuando ocurrían las operaciones que hoy son cuestionadas en el caso cascadas.

-¿Qué lo motivó a mandar esa carta en 2009?
-Yo en ese tiempo administraba los fondos de inversión de Celfin y lo que me motivó fue ver que estaba ocurriendo una operación que iba en total desmedro de los accionistas minoritarios, y que ni la prensa ni el regulador decían algo. Por eso la mandé y la verdad es que tuvo cierto efecto en términos de prensa, los cuales luego decayeron.

-¿Cómo ve el intento de salpicar al presidente en el caso Cascadas?
-Prefiero no meterme ahí pero me parece absurdo. Como todo caso judicializado, la defensa está haciendo todo lo posible por obtener ciertos réditos. Es un poco absurdo y tirado de las mechas.

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