Por Aníbal Silva S. Socio de GMS Marketing Deportivo Octubre 18, 2012

Este fin de semana se juega el clásico Colo Colo-Universidad de Chile. La última vez que se enfrentaron fue en junio, por la semifinal del Torneo Apertura, y ganó la U. Al día siguiente se jugó otro partido, en la Bolsa de Valores. También ganaron los azules: sus acciones subieron 15%, mientras las de su rival caían más de 7%. ¿Cambió realmente el valor de estos clubes o fue un movimiento transitorio? Si alguien quiere comprar -o vender- un paquete accionario relevante ¿debe esperar un buen resultado deportivo o las variaciones de precio dependen de otras variables? 

No sólo en las acciones futboleras vale esta pregunta. Hace unos días el grupo norteamericano Principal remeció el mercado financiero local al anunciar el acuerdo por la compra del 60% de las acciones de AFP Cuprum. Uno de los aspectos destacados de la compra es que el precio por acción acordado fue un 50% por sobre el precio de bolsa. Es decir, el valor real de Cuprum era mucho mayor al precio que se transaba esta acción, de moderada presencia en el mercado bursátil, lo que se puede explicar por tratarse de una gran cantidad de acciones que incluyen el control de la compañía, por lo que el precio pagado por Principal reflejó el valor de mercado para un porcentaje mayor de los papeles.

Siguiendo esta lógica para el caso de las acciones de las sociedades que administran los clubes de fútbol chilenos que se transan en bolsa -Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica-, uno podría preguntarse si los precios de bolsa reflejan o no su real valor. O bien, ¿cuánto valen los equipos chilenos de fútbol? En el mercado financiero no hay respuesta a esta pregunta. Los corredores de bolsa, en general, no siguen estas acciones y no tienen estudios periódicos del valor de los clubes. A pesar de ello, estas acciones se transan en bolsa regularmente con diferentes condiciones y resultados.

En el caso de Colo Colo y la U, durante este año se ha transado en bolsa cerca del 30% del valor total de cada club. En el caso de Colo Colo, que tiene una capitalización bursátil de poco más de US$ 65 millones, el monto promedio transado mensualmente es de US$ 2 millones. Por su parte, la U se mueve más, tanto dentro como fuera de la cancha: el monto transado mensual asciende a un promedio de US$ 3 millones, sobre una alta capitalización total de US$ 115 millones. O sea, ambos clubes se han transado bastante en bolsa como porcentaje de su propiedad, pero poco en valores absolutos. Para la UC los números son más pequeños, pues su capitalización bursátil es de US$ 25 millones y durante 2012 sólo se ha “movido” un 7% del club, con un monto transado diario promedio de apenas 3 millones de pesos. Esto se explica por una baja cantidad de acciones flotando y por no existir disputas por el control de Cruzados.

¿Cuánto valen los equipos chilenos de fútbol? En el mercado financiero no hay respuesta a esta pregunta. Con todo, estas acciones se transan con diferentes condiciones y resultados.

Respecto a las variaciones de precios, se repiten los comportamientos. Mientras el precio de las acciones de Cruzados ha variado poco, las de Blanco y Negro y Azul Azul muestran variaciones importantes de precio. En el caso de la U, además, con altas volatilidades: los precios de sus acciones varían prácticamente con cada transacción. Se podría pensar que estas acciones varían tanto debido a la pasión que mueve a sus hinchas, que ahora pueden traspasar esa pasión al mercado de valores. Pero el análisis no permite concluir aquello. Por ejemplo, desde que se inició el torneo 2012, la acción de Colo Colo sólo varió más de 5% diario en una decena de oportunidades. Sus adeptos han pasado más penas que alegrías durante esta temporada, con cambios de técnico y sanciones económicas por el comportamiento de algunos hinchas, pero esto no se ha traspasado a la Bolsa y el precio de su acción incluso ha subido durante el año.

En el caso de las acciones de la U parece haber existido algo más de pasión bursátil: fuertes variaciones después de algunos resultados, especialmente en el campo internacional, pero que casi siempre se revirtieron muy pronto. Además, hubo varias semanas del año con grandes variaciones de precios que no ocurrieron luego de partidos importantes, por lo que esta alta volatilidad observada en el precio de su acción no parece estar basada sólo en los ánimos deportivos. En resumen, altas variaciones de precios, generalmente no motivadas por la pasión deportiva, hacen suponer que es la poca profundidad de mercado la que no permite grandes transacciones sin afectar el precio de las acciones.

¿Cómo saber entonces si los precios de bolsa de las acciones de los clubes reflejan o no su valor real? Difícil. Ni los propios clubes pueden estimar con precisión sus flujos. De hecho, los clubes chilenos -y la mayoría de los clubes de fútbol del mundo- tienen flujos negativos permanentes que sólo pueden revertir cuando venden activos como son los “pases” o derechos de transferencia de sus jugadores, una eventualidad que beneficia a unos pocos, generalmente a los que ocupan los primeros lugares del campeonato y compiten internacionalmente, que es la situación que ha vivido la U en los últimos años. Es esto mismo lo que hace que los clubes sigan aumentando los gastos por sobre el crecimiento de los ingresos, pues sólo ganando en la cancha se puede acceder a vender jugadores y tener utilidades en el corto plazo.

Así, es difícil afirmar si el precio de las acciones en esta industria corresponde al valor real de los clubes. Y es muy posible que ante algún interés importante de compra o venta de grandes cantidades, el precio pueda variar sustancialmente, tal como pasó en el caso de la compra de Cuprum por parte de Principal Financial Group.

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