Por Natalia Saavedra Julio 28, 2011

La idea se venía analizando desde 2010. En Celulosa  Arauco tenían claro que se hacía urgente dar una señal al mercado respecto a que la firma de los Angelini seguía jugando en las grandes ligas.

Tras la muerte del patriarca, Anacleto Angelini, en 2007, la agenda de crecimiento se había interrumpido por diferentes coyunturas: los episodios ambientales de Valdivia y Licancén; la crisis subprime y el 27/F habían impedido a Arauco retomar una agenda más agresiva de desarrollo. La movida de su principal competidor, CMPC, al comprar en Brasil una de las mayores plantas de celulosa de ese país había hecho especular a la industria sobre la falta de carácter de los sucesores de Angelini en la forestal. Con esas cartas en juego, en las oficinas de El Golf 150 -cuartel general del clan de origen italiano-  se comenzó a analizar la necesidad de realizar un ajuste a la estructura corporativa de Arauco, que diera paso a una nueva etapa en la historia de la firma.

Este nuevo relanzamiento debía ser decisivo. Las primeras conversaciones surgieron entre Roberto Angelini -presidente de todas las compañías del grupo-, José Tomás Guzmán y Manuel Bezanilla, estos dos últimos, asesores históricos de "Don Cleto", como sus cercanos le decían al fundador del clan.

Luego de repasar las potencialidades y desempeño de cada uno de los hombres de primera línea, Matías Domeyko Casell (49) fue el elegido para ser la cara de esta nueva era.

Hace un par de semanas, Domeyko asumió la vicepresidencia ejecutiva del grupo forestal, convirtiéndose en el segundo a bordo tras Roberto Angelini. El ingeniero civil de la UC Cristián Infante Bilbao (44), en tanto, asumía  como nuevo gerente general de la firma.

Espíritu Angelini

Domeyko, al igual que varios ejecutivos formados en las empresas del grupo, fueron sujetos de un acucioso seguimiento por el fundador de holding. "Anacleto sabía que un día esos jóvenes profesionales que iniciaban su carrera serían sus sucesores y acompañarían a su sobrino Roberto", explica uno de los históricos de la firma.

La necesidad de reforzar corporativamente a Arauco venía latiendo hace tiempo, incluso como comentario de los actores de la industria. En el rubro forestal se mencionaba larelevancia de que retomara el estilo que durante décadas caracterizó a los Angelini, con sorpresivas compras (siempre a un precio menor al de mercado) y sucesivas incursiones que tomaban por sorpresa a sus adversarios. "Don Cleto siempre fue un hombre mucho más de hacer que de analizar", comenta uno de sus colaboradores. Ese estilo llevó a Arauco a convertirse en la segunda productora mundial de celulosa, lugar que ahora quiere resguardar, ante la arremetida de sus contendores.

Los cambios en la plana ejecutiva tienen precisamente esa intención: que Arauco retome una posición más agresiva y concrete pasos que la alejen de su competidor más evidente,  CMPC.

La necesidad de reforzar corporativamente a Arauco venía latiendo hace tiempo, incluso como comentario de los actores de la industria.

"La  nueva estructura responde a un diseño acorde a la expansión que se proyecta para los próximos años", detallan en la firma. Domeyko, como CEO, le reportará directamente al directorio de Arauco, y tendrá bajo su supervisión la gerencia general. La posición le acomoda a Domeyko, pues su relación con Angelini es fluida y hace un tiempo funciona como nexo entre la mesa de la compañía y sus ejecutivos.

El estilo Domeyko

Pese al carácter reservado, Matías Domeyko ha sido clave en varios momentos de la forestal. Su primer desafío fue cuando reemplazó en la gerencia general -en medio de la "crisis de los cisnes"- al ex hombre fuerte de Arauco y mano derecha de Anacleto Angelini, Alejandro Pérez. "Matías construyó una buena imagen de la firma, alejada del conflicto, mucho más responsable y cercana a la comunidad", manifiesta un ejecutivo de la industria.

En su época universitaria, recuerda uno de los profesores de este ingeniero de la Universidad de Chile, Domeyko no fue un alumno brillante, pero sí esforzado y algo tímido. Es una persona que inspira respeto, pero no temor. Además, se le reconoce una gran capacidad de aprendizaje. "Es un gran estudioso, con dominio de las materias de la industria forestal, así se trate de bosques, aserraderos, celulosa, regulación de la contaminación, etc.", comenta el decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile, Javier González, entidad con la cual la empresa tiene una relación de colaboración.

Toda su carrera la ha desempeñado en empresas del grupo Angelini. Se integró en 1987, recién titulado de ingeniero comercial y pasó por varias áreas del grupo. Fue parte de la gerencia de Desarrollo de Copec y de ahí saltó a la gerencia de Administración y Finanzas de Arauco, para luego hacerse cargo de la gerencia general. Precisamente en el área financiera es donde tiene mayor expertise.

Padre de cuatro hijos y esquiador aficionado, en el mercado señalan que Domeyko corre con ventaja en este nuevo cargo por dos factores. El primero de ellos es la dupla que conformará junto a Cristián Infante, quien llevará las riendas del día a día de la empresa, descargando la agenda de Domeyko y dándole espacio para ocuparse de objetivos estratégicos.

Un segundo factor es el espacio que genera la salida de uno de los ejecutivos clave en el área de Celulosa de la Papelera, Sergio Colvin. El profesional  se retiró de CMPC el año pasado, tras cumplir un ciclo en la compañía. "Competir con Colvin era mucho más complicado, porque la medición iba a ser siempre con un 'capo' de la industria. Hoy, tienen la oportunidad de foguearse y aprovechar esa ventaja", añade la misma fuente.

Cuando CMPC compró Aracruz en Brasil en 2009, el mercado hizo una lectura poco favorable de los efectos en Arauco. La industria incluso anticipó que la "operación Guaíba" de los Matte dejaría fuera a Celco en la carrera por ser una de las principales productoras de celulosa del mundo.

Pero tanto Domeyko como Infante son sólo parte de un engranaje de ejecutivos que se han convertido en los sucesores colectivos del fallecido patriarca de este grupo. "Éste no es el clan Luksic, donde cada hijo asumió un rol claro. Hoy, esta red de ejecutivos tiene la responsabilidad de pensar la planificación estratégica de Arauco", indica una fuente  del grupo.

Además, son del gusto de la viuda de Angelini, María Noseda. Pese a que ella se mantiene al margen de los negocios, está vigilante de que se perpetre el espíritu que su marido le imprimió a las compañías que fundó: eficientes, de bajo perfil y con seriedad en los negocios.

Los desafíos de la nueva dupla

Cuando CMPC compró los activos de Aracruz en Brasil en 2009, el mercado hizo una lectura poco favorable de los efectos de esta operación en Arauco. Algunos en la industria incluso anticiparon que la "operación Guaíba" de los Matte dejaría fuera a Celco en la carrera por ser una de las principales productoras de celulosa del mundo.

Al interior de la forestal de los Angelini reconocen que no deben dejar espacio, y que ahora Domeyko podrá concentrarse en lo que mejor sabe: negociar y mediar posiciones, acelerando el paso en negocios que pueden resultar claves. "Hoy se requiere reaccionar más rápido ante las urgencias, tanto de inversión como de responsabilidad ambiental", indica una fuente de Arauco.

El objetivo es que de la dupla Domeyko-Infante se centre en su área de competencia. Mientras Matías tendrá como eje la planificación estratégica y la expansión internacional, Infante se concentrará en hacer más eficiente el negocio forestal. En esa agenda se inscribe no perder terreno en Brasil. Allí la firma tiene operaciones  en tableros, pero su posición en celulosa no es tan fuerte como la de CMPC. Concretar una compra está en su lista de tareas. Colombia es otro mercado en el que tienen puestos sus ojos. El objetivo  es  la adquisición de grandes terrenos, que cuestan hasta tres veces menos que en Chile. Empresas Copec -matriz de Arauco- ya expandió su presencia allá, ingresando al rubro de la energía, insumo clave para el negocio forestal.

Ambos deberán, además, supervisar el avance de su mayor proyecto: la planta que construyen en Uruguay y que aumentará significativamente su producción . En ese país Arauco posee una alianza con la sueco-finlandesa Stora Enso, con quienes compraron los activos de Ence. Será primordial en ese contexto mantener el ritmo de construcción de este proyecto, unidad que debiera estar en operacionel segundo trimestre de 2013 y que costará  US$ 2.000 millones.

 La planta marcará un hito para Arauco, pues los 1,3 millones de toneladas por año que generará (que se dividen en partes iguales con los finlandeses), le permitirán acercarse a los 4 millones anuales de toneladas de celulosa.

De conseguirlo, cumplirán con el objetivo de Anacleto Angelini de  hacer de esta una de las mayores compañías  del sector forestal.

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