En medio de la crisis humanitaria y política que enfrenta Venezuela, y con el anuncio de que se adelantarán las elecciones, en las últimas semanas el presidente de ese país, Nicolás Maduro, ha ido quedando cada vez más aislado.

Ayer, la canciller peruana, Cayetana Aljovín, anunció que el gobierno de Perú decidió cancelar la invitación al presidente Nicolás Maduro a la VIII Cumbre de las Américas, encuentro que se llevará a cabo entre el 13 y 14 de abril en Lima.

La decisión fue respaldada por los 14 países que integran el Grupo de Lima, que se reunió ayer en la capital peruana, tras el anuncio de elecciones presidenciales anticipadas en Venezuela, fijadas para el próximo 22 de abril, en las que Maduro aspira a ser reelegido luego de un fracaso en la negociación entre su gobierno y la oposición para acordar las condiciones del proceso.

Fue el 2017 en el que representantes de 17 países se reunieron en Lima para buscar una salida a la grave crisis institucional y económica que vive el país, lo que ha llevado cada vez más a un aislamiento a Maduro en América, y aun éxodo de venezolanos que huyen a otros países. En Colombia, se espera que para mediados de 2018, el éxodo de venezolanos llegue a un millón.

En Chile, el rechazo surgió con la invitación a Maduro al cambio de mando el próximo 11 de marzo. Un grupo de diputados de la Democracia Cristiana hizo una declaración pública en la que afirmó que “no quieren la presencia de dictadores en un acto democrático”. La petición se amplificó tras conocer la nueva fecha de las elecciones y la posible inhabilitación de algunos candidatos.