Por Javier Rodríguez //Fotos:José Miguel Méndez Enero 6, 2017

El árbitro se llevó el pito a la boca y sopló fuerte. A continuación, pidió la pelota y dio por finalizado el partido. Álvaro Meneses (24 años, defensa central) corrió a través de la cancha a buscar a su amigo y compañero de equipo Matías Aguilar. Se habían prometido que, de ganarle ese día a Lautaro de Buin— en el pasto sintético del Estadio Chacabuco, donde Deportes Recoleta hace de local—, celebrarían juntos.

Era la tarde del 4 de diciembre del año pasado y los más de 500 hinchas recoletanos celebraban la victoria contra el “Toqui”, como se conoce en la tercera división al duro Lautaro de Buin. Porque los goles de José Luis Silva y Jorge Meneses —que nada tiene que ver con su compañero Álvaro— les daban el histórico ascenso a la segunda división profesional, donde competirán contra equipos como Naval y Barnechea y que da un cupo para la Primera B, la antesala de la categoría de honor del fútbol profesional. Un logro inédito: ningún equipo antes había logrado subir tan rápido a la Segunda División Profesional.

El triunfo tenía una dedicatoria especial: su hermano gemelo, Roberto, lo estaba viendo en la galería. Juntos se probaron en el equipo, pero sólo Álvaro logró quedar.

Para Meneses —ex juvenil de Palestino y parte del plantel de Talagante por dos años—, eso sí, el año no terminaba ahí: al día siguiente debía estar a primera hora en el liceo Lastarria, donde hace su práctica de profesor de Educación Física.

Al final del partido, a diferencia del fútbol que se transmite por televisión, no hubo intercambio de camisetas. Cada jugador, con suerte, tiene una de local y otra de visita. Y hay que cuidarlas.

EL ORIGEN

Cuando Daniel Jadue (PC) se propuso ser alcalde de Recoleta, la comuna donde nació y se crió, quiso darle un fuerte énfasis a la actividad deportiva en su programa. Era 2004 y él, nadador de toda la vida, que incluso representó a la comuna en competencias nacionales, sabía del impacto que podía tener el deporte en la vida de un joven. Lo había vivido en carne propia. Para eso, destinó un 4% del presupuesto municipal a este ítems, cuando, según él, otras comunas gastan menos del 1%.

Pero no fue hasta 2012 que el arquitecto logró hacerse del sillón edilicio y comenzar su plan. Su idea era potenciar varios deportes, no sólo el fútbol. Así nacieron las ramas de natación, básquetbol, vóleibol e incluso rugby y fútbol americano. 19 en total. Pero los logros había que visibilizarlos y Jadue tenía claro que el fútbol es pasión de multitudes.

—El fútbol podía ayudar a mostrar nuestra política deportiva. Tenemos una nadadora que compite a nivel mundial, Bárbara Hernández, pero la gente no sigue la natación. Con el fútbol podíamos generar identidad, movilizar los intereses de la comuna y hacerlos sentir parte como hinchas —explica.

Para eso, había que conformar un equipo. Según cuentan desde la municipalidad, a finales de 2013 se les ofreció a muchos ex jugadores profesionales hacerse cargo, pero ninguno quiso. El desafío era demasiado grande. Mauro Bravo, coordinador del club desde que se gestó la idea, fue el encargado del casting. Las semanas pasaban, y nadie aceptaba.

“Esto no es para hacer lucir a Recoleta, sino para que los recoletanos se luzcan. El objetivo del equipo es ser una vitrina para los jóvenes de la comuna”, dice Jadue.

En eso llegó Fabián Marzuca, profesor de Educación Física recién titulado de entrenador en el Instituto Nacional del Fútbol (INAF) con un proyecto para escuelas de fútbol, con la idea de proyectar a los jóvenes talentos de Recoleta hacia la alta competencia.

—En este sector abundan los buenos jugadores. Muchos clubes tradicionales han tratado de posicionarse aquí, sin éxito. Así han intentado Santiago Morning, Unión Española, la UC y Colo Colo. Había una oportunidad que aprovechar —dice el entrenador.

El proyecto inicial de Marzuca gustó en la corporación deportiva de la municipalidad, pero le ofrecieron hacerse cargo de otro proyecto, para el cual ya estaba el presupuesto inicial: la fundación de Deportes Recoleta. Junto a Mauro Bravo tuvieron que partir de cero, con el sueño de, alguna vez, ver al equipo en lo más alto del fútbol chileno.

Para eso debieron encargarse de diseñar el escudo, elegir los colores de la camiseta, revisar el cuaderno de cargos que la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA) les imponía para ingresar a la tercera división y, lo más importante, elegir a los jugadores que defenderían al nuevo equipo.Imagen DSCF9862

Para eso, Marzuca y Bravo organizaron una prueba masiva, a la que llegaron 190 jugadores. La idea era que fueran de la comuna y que tuvieran entre 17 y 24 años, la edad permitida para competir en torneos ANFA.
Durante cuatro días estuvieron probando jóvenes de la comuna. Sin una base de jugadores comenzaron a observar jóvenes que habían hecho divisiones inferiores en equipos profesionales, que jugaban en otros clubes de tercera e, incluso, de ligas de barrio.

Luego de conformar el plantel, con chicos que llegaron luego pidiendo su oportunidad, como Álvaro Meneses, se han seguido alimentando de los jugadores que salen de las siete escuelas formativas que tienen a lo largo de toda la comuna, con jugadores nacidos desde el 2008 en adelante.

Pero aún faltaba. El presupuesto municipal no daba para mantener un equipo de fútbol que buscaba ascender rápido y diferenciarse del resto. Así, ellos mismos tuvieron que salir a buscar auspicios.

—La corporación municipal deportiva trabaja con recursos propios y también a través de proyectos y aportes de privados. Tenemos colaboradores directos. La Vega es el principal y el más simbólico. Son nuestro sponsor oficial. Además de la camiseta ellos tienen un par de lienzos que están en el estadio haciéndoles publicidad —explica Bravo.

Hoy la planilla del equipo es de $4.500.000, donde se le entrega un aporte a los jugadores para movilización de, aproximadamente, $150.000 mensuales, dado que en la tercera división no pueden pagarse sueldos, aunque muchos equipos pagan por partido a sus jugadores. De eso se desprenden $3.050.000 para el sueldo del cuerpo técnico compuesto por Marzuca, el preparador físico, ayudante técnico, kinesiólogo, utilero y preparador de arqueros. El resto se ocupa en los traslados entre partidos.

Además de la Vega Central, los apoyan Lenovo, Distribuidora San Joaquín, Training y Radio Bellavista.
En 2014, el “Reco” logró inscribirse en la Tercera B y luego de una digna campaña, quedó fuera de la liguilla por el ascenso por diferencia de goles.

El trabajo de Marzuca, de sólo 25 años, comenzaba a notarse. A diferencia de los demás equipos de tercera división, que entrenan un par de veces a la semana, sin ejercicios específicos y donde los jugadores a veces incluso ni llegan a los partidos, Marzuca implementó entrenamientos de lunes a viernes, a las 10 a.m, a veces en doble jornada. Para lograrlo, tuvo que convencer a sus jugadores para que cambiaran sus estudios a horarios vespertinos o para llegar un poco más tarde a sus trabajos.

—Estamos trabajando en función a la alta competencia. A pesar de ser un equipo amateur, no tenemos tanta diferencia con algunos equipos profesionales del fútbol chileno. Y se ha dado que cuando nos ha tocado jugar contra el primer equipo de Palestino, las dos veces les hemos ganado —cuenta.

Pero, para dar un salto de calidad, el entrenador tenía que seguir creciendo. Por eso, terminada la campaña de 2014, viajó a Europa a trabajar por un mes con un viejo conocido nacional: Marcelo Alberto Bielsa.

RAYO RECOLETANO

Deportes Recoleta juega hoy con un 4-3-3, esquema táctico similar al que implementó su mentor, Marcelo Bielsa, en la selección chilena. A través de Diego Reyes, ayudante del rosarino y amigo de Marzuca de los tiempos en que fueron compañeros en el INAF, el entrenador logró hacer, durante enero de 2015, una pasantía con el Loco en Francia, mientras este entrenaba al Olympique de Marsella.

—Fue clave en mi crecimiento. Es un genio que trabaja las 24 horas del día, de lunes a lunes. Partíamos a las siete de la mañana y terminábamos a las tres de la madrugada. Llegabas a la casa, dormías dos horas, y así —recuerda.
Luego se pasó al Atlético de Madrid, donde estuvo una semana viendo los trabajos de Diego Simeone, para después llegar al Rayo Vallecano, un club que, según él, debe ser el modelo a seguir por Deportes Recoleta.

—Es un equipo de barrio, de Vallecas, muy humilde, que ha conseguido mantenerse en primera división. Un club de puertas abiertas, donde los hinchas pueden ocupar las instalaciones. Con un rol mucho más social. A eso tenemos que aspirar —explica Marzuca.

De allá trajo metodologías y una forma de ver el fútbol moderno que intentó aplicar en Recoleta y que, de a poco, ha ido dando éxito. Porque para que un entrenador logre controlar a un plantel donde los jugadores tienen, casi todos, su misma edad, debía convencerlos.

Fabián Marzuca, su entrenador, pasó un mes en las instalaciones del Olympique de Marsella trabajando con Marcelo Bielsa. Enseñanzas que hoy aplica en Deportes Recoleta.

—Y esa es una de las cosas que nos diferencian. Siempre que se habla de la tercera división se dice que es de guerra, de lucha, de roce, de pelotazo. Nosotros bajamos el balón al suelo y jugamos —aclara.

Según Marzuca, sus equipos buscan atacar con la frontalidad de los de Bielsa pero a veces controlar el partido, como lo hacen los equipos de Pep Guardiola a través de la posesión del balón. La apuesta es alta, pero ha dado frutos: una fecha antes del término del campeonato de la Tercera División A, lograron el ascenso.

Debido al enredo que causó la implementación del calendario europeo para el fútbol chileno —la temporada empieza en junio— Deportes Recoleta deberá esperar hasta agosto de 2017 para hacer su debut en la segunda ivisión. Por lo mismo, ya se le han ido jugadores a otros equipos de la Primera B lo que, en todo caso, enorgullece a sus entrenadores y al alcalde Jadue. Así ya han partido su goleador, José Luis Silva, a San Felipe, y Johnny Contreras, a Coquimbo Unido.

El partido, por ahora, lo juegan fuera de la cancha. Jadue sabe que Recoleta tiene proyección y ya trabaja en un proyecto para que el equipo pase a ser sociedad anónima, requisito para ingresar a la Primera B. Si bien aún estudian el modelo, sí tienen algo claro: la mayoría de las acciones pertenecerán a la Corporación Municipal de Deportes Recoleta, con el fin de mantener las decisiones en manos del alcalde y que no suceda lo que ha pasado en equipos como Deportes Concepción y Lota Schwager, donde sus controladores han llevado a los clubes a la quiebra.

Jadue dice que, de todas formas, su intención es mantener el plantel actual y que la base esté, siempre, constituida por jugadores de la comuna.

—Nos han ofrecido préstamos de equipos grandes, que tienen gente que no está participando en los campeonatos oficiales, pero nosotros hemos dicho que esto no es para hacer lucir a Recoleta, sino para que los recoletanos se luzcan. El objetivo de Deportes Recoleta es ser una vitrina para los jóvenes de la comuna. Y podemos ilusionarnos, si la Universidad de Concepción clasificó a la Libertadores en su primer año en primera, ¿por qué nosotros no?

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