Por Rodrigo Vergara Septiembre 16, 2016

El obispo protestante Emiliano Soto (58), de impecable terno y colleras, toma su iPhone 6 y contesta. Pide tiempo y da las excusas correspondientes. “Estoy en una reunión”, dice. Han pasado dos días del Tedeum evangélico y sabe que su intervención en esa ceremonia no dejó tranquilos a varios de sus pares y “hermanos” en la fe. “Me tocó hablar en un momento acotado de la ceremonia… no más de seis minutos”, explica mientras se sirve un jugo de mango en la Confitería Torres, a pocas cuadras del edificio que alberga al Consejo Unido de Pastores de la Región Metropolitana (Cuprem), la organización que él preside desde casi al momento de su creación, a principios de los 90.

Pero esa oración de no más de seis minutos, como él acentúa, fue la que marcó la pauta de prensa a la salida de la ceremonia en la que estuvo la presidenta Michelle Bachelet junto a gran parte de su gabinete. Además de parlamentarios y políticos que hoy figuran en las listas presidenciables, como el senador independiente Alejandro Guillier. En su breve discurso preparado la tarde del sábado, según él mismo comenta, Soto realizó una fuerte crítica al sistema de pensiones y llamó a las autoridades a promover un cambio radical en el tema.

“Por los ancianos y ancianas en edad de su jubilación, que han sido claros en sus demandas y manifestaciones. No quieren más estar en el sistema de AFP y buscan a la brevedad una solución concreta y rápida que termine con su problema de las pensiones bajas casi miserables, provocado por un sistema nefasto y con el incierto futuro previsional de millones de compatriotas, ayúdanos a superar esta necesidad”, fueron las palabras usadas por el religioso, quien preside la denominada Mesa Ampliada de pastores y representante protocolar evangélico ante el gobierno.

El tema fue replicado a la salida de la ceremonia por el vocero de gobierno, Marcelo Díaz, quien aprovechó las palabras de Soto para relanzar el llamado a un pacto nacional para reformular el sistema de pensiones en Chile.

Pero no todos quedaron contentos. A los pocos minutos, las críticas subieron a las redes sociales. Principalmente de cristianos evangélicos que se sintieron defraudados al no escuchar de Soto algún cuestionamiento a lo que, según ellos, son las preocupaciones de políticas públicas del credo: la agenda valórica. Esto, porque de acuerdo a sus creencias y doctrinas, están en contra del aborto y del matrimonio homosexual, principalmente. Pero el disgusto no sólo se quedó en Twitter o Facebook. Otros líderes se encargaron de hacerlo sentir.

“A muchos que somos cristianos protestantes nos llamó la atención lo de los temas valóricos. Nos llamó la atención porque son temas que ocupan al mundo evangélico y no se dijo absolutamente nada. Es raro, porque los evangélicos esperaban otra cosa. Y el mundo cristiano, en general, se ha unido en torno a los temas valóricos y esa es la agenda que tiene el mundo evangélico protestante”, dice el pastor anglicano Paulo Álvarez, presidente de la Sociedad Bíblica Chilena, quien agrega que, además, los sorprendió que el mismo domingo por la tarde la mandataria apareciera en una entrevista en UCV Televisión sosteniendo que espera que la aprobación del proyecto de aborto en tres causales se diera en su período.

El tema lo profundiza el pastor Juan Carlos Reyes, coordinador y creador de la “Marcha por Jesús” que se realiza todos los años el 31 de octubre cuando se celebra por ley el día nacional de las iglesias evangélicas. Para él, Soto opera casi como un funcionario político del gobierno. “Lo que molestó a la iglesia en general fue que él dijera cosas que a nosotros no nos interesan bíblicamente. Las AFP no son tema para nosotros. No estamos de acuerdo con una ley de aborto, no estamos de acuerdo con una ley de eutanasia y no estamos de acuerdo con el matrimonio homosexual”, explica Reyes, quien es claro al señalar que Soto no representa hoy a los evangélicos en Chile: “Él se atribuye algo que no le corresponde, él es el representante protocolar ante el gobierno, pero es casi un funcionario político del gobierno. Nosotros no votamos para que él nos represente”. Soto es el representante protocolar del credo ante el gobierno, elegido por el mismo Ejecutivo, desde fines de la administración de Ricardo Lagos, con un paréntesis durante los años de Piñera.

En la misma línea opina José Luis Urel, coordinador de las unidades pastorales de Chile: “La fuerza evangélica está en regiones y a una alta mayoría de ellos, Soto no los representa. Él representa la afinidad que el gobierno tiene con él. El gobierno de Bachelet ha elegido a quien por años representa una afinidad hacia ese lado”.

Potencia política

El tema con los evangélicos no es menor. Sobre todo, en tiempo de elecciones. Según el último censo de 2012, representan casi el 17% de la población chilena. De acuerdo a estas cifras, el número bruto de personas que profesan la fe superaría con creces los dos millones y se acercaría, incluso, a los tres millones de habitantes practicantes de la religión que nació con Martín Lutero. Y si bien se sabe que dentro del credo existe una transversalidad de posiciones políticas, los evangélicos son disciplinados y bastante sujetos a sus liderazgos espirituales. Por lo tanto, son una potencial fuerza electoral atractiva para cualquier candidato. Por ello, no es raro ver en los meses de campaña a candidatos visitando templos y dando a conocer sus propuestas en la comunidad cristiana protestante.

Y si bien se sabe que dentro del credo existe una transversalidad de posiciones políticas, los evangélicos son disciplinados y bastante sujetos a sus liderazgos espirituales. Por lo tanto, son una potencial fuerza electoral atractiva para cualquier candidato.

De hecho, hace pocas semanas fue lanzada una plataforma política denominada “Chile para Cristo”, la que busca potenciar nombres y llevar candidatos al Parlamento en las elecciones de 2017.
En el Tedeum del domingo pasado lo eleccionario también fue tema, ya que no pasó inadvertido el gesto que Soto realizó a Guillier. “Ha despertado el interés del mundo evangélico”, dijo en esa oportunidad. Esto también molestó en algunos líderes. “De dónde él saca eso si él ni siquiera es oficialmente candidato presidencial. Guillier para él representa sus valores y su ideología, pero no representa al mayor porcentaje de cristianos en el país”, dice Juan Carlos Reyes. En todo caso, exteriorizar sus opiniones presidenciales no es ajeno para Soto, quien antes de la segunda vuelta en enero de 2010 llamó a votar por Eduardo Frei, quien, según él, representaba de mejor manera el legado de la, en ese entonces, presidenta saliente, Michelle Bachelet.

“La Iglesia, como núcleo, no estaba en ese minuto a favor del candidato Frei, pero él lo manifestó y el periodismo toma eso como que la Iglesia Evangélica respalda a ese candidato, cosa que no es efectiva”, enfatiza José Luis Urel.

Concesión de inmueble

Soto preside Cuprem desde el año 1995 y está a cargo de la mesa ampliada de pastores que se creó para tramitar la Ley de Culto a fines de los 90. Además de eso, preside el directorio de la Televisión Nacional Evangélica (TNE), canal de cable cuya señal fue entregada a Cuprem por VTR en 2008. La señal funciona en el edificio corporativo de la organización, ubicado en calle Dieciocho 164, en Santiago Centro. De hecho, el inmueble, de 900 metros cuadrados, fue entregado en una concesión inicial de cinco años en el anterior gobierno de Bachelet y ampliada a 30 años a fines de 2015. El beneficio fue anunciado en un acto oficial por el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, en septiembre de 2014.

protestantes“Este paso que estamos dando está fundado en la convicción profunda del gobierno de que las iglesias evangélicas son aliadas en el camino de desterrar de nuestro país la desigualdad, la exclusión y la discriminación”, señaló Osorio en esa oportunidad.

Consultado el secretario de Estado si el beneficio fue otorgado a Cuprem por su cercanía con el gobierno, lo negó tajantemente. “En forma categórica digo que no hay criterios políticos en la administración de la propiedad fiscal por parte de Bienes Nacionales respecto de la Iglesia Evangélica y respecto, en general, de todas las entidades de la sociedad civil”, dice, precisando que se decidió realizar una concesión de largo plazo a la entidad de Soto debido a que han demostrado el buen uso del inmueble que anteriormente correspondió a la antigua biblioteca Luis Montt. Osorio señala que existen48 propiedades del Estado que han sido entregadas en concesión a iglesias evangélicas en una mesa de trabajo en la que, por cierto, participan Cuprem y la Mesa Ampliada, entre otras varias organizaciones.

Rechaza acusaciones

El obispo Soto escucha y no pierde nunca la calma al ser confrontado con los cuestionamientos de sus pares. Explica que sabe que hay algunos que no se sienten representados por su liderazgo. Y sobre el tema valórico, dice que sus posturas son bastante claras y las ha reiterado permanentemente. “El 2015 me tocó ser parte de la prédica (en el Tedeum) y lo repetí y no sólo el año pasado, también el antepasado. De hecho, el año pasado fui el único que se expresó sobre estos temas (valóricos)”, señala y aclara que posteriormente a su participación este año lo señaló ante diversos medios y que no se debió a una reacción a las críticas vertidas a través de las redes. “Somos partidarios de la vida desde la concepción hasta la muerte”, enfatiza.

Sobre el inmueble recibido en concesión, dice que ese es un trabajo de regularización que vienen realizando desde 2008 y que dio sus frutos con Osorio, quien les amplió el comodato. Reconoce, eso sí, que conoce al ministro desde mediados de la década anterior, aunque sólo fue por intermedio de terceros. Mientras responde, Soto siempre se mantiene tranquilo. Al finalizar, termina su jugo de mango. Toma su iPhone se para tranquilo y se despide con un “Dios te bendiga”.

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