La política española vive horas claves. Tras la renuncia de 17 miembros de la plana ejecutiva del PSOE para forzar la salida de su secretario general, Pedro Sánchez, quien ha sido blanco de cuestionamientos en los últimos días, a raíz de la convocatoria de un comité federal que había efectuado para el próximo sábado, con el fin de para decidir si la colectividad realizas primarias y para definir su postura ante la formación del gobierno.

Los medios españoles han recogido los momentos que ha vivido la escena política de la península, y en especial, la editorial de este jueves del diario El País ha generado revuelo por haber "sepultado" a Sánchez, en duros términos, y que ha tenido repercusión en otros portales como Es Diario, aseverando que la opinión expresada "pulveriza" y da el "golpe de gracia" a Sánchez.

La publicación señala que "el cese inevitable y legítimo de Sánchez es la única salida para el partido", recalcando que en vistas de los últimos resultados electorales,  "Sánchez ha resultado no ser un dirigente cabal, sino un insensato sin escrúpulos que no duda en destruir el partido que con tanto desacierto ha dirigido antes que reconocer su enorme fracaso".

En la misma línea, el medio habla de la falta de valor del dirigente, afirmando que "la cobardía de enviar a su número dos —tal vez el único que le queda al lado— a dar explicaciones en su lugar, son prueba del nivel de degradación en el que Sánchez ha dejado el cargo de secretario general del PSOE".

"Pero la gota que sin duda ha colmado el vaso ha sido la decisión de adelantar el congreso del partido con el exclusivo fin de hacerse reelegir y blindarse frente a una segura derrota en unas próximas elecciones, faltando así a los compromisos adquiridos con sus compañeros de partido, que supeditaban cualquier movimiento interno a la formación de un gobierno", agrega.

Ante la reticencia a dejar su cargo, el periódico recuerda: "ni Felipe González, ni Joaquín Almunia ni José Luis Rodríguez Zapatero se aferraron al argumento populista de convocar a los militantes para atrincherarse en el cargo. Supieron elegir el mejor momento para irse por el bien del partido. No es el caso de Sánchez, dispuesto a hundirlo en las urnas por años".

Finalmente, la editorial da el golpe de gracia a Sánchez y hace hincapié en que "hemos sabido que Sánchez ha mentido sin escrúpulo a sus compañeros. Hemos comprobado que sus oscilaciones a derecha e izquierda ocurrían únicamente en función de sus intereses personales, no de sus valores ni su ideología, bastante desconocidos ambos. Admitimos no tener gran confianza en su capacidad de rectificar. Pero queremos hacer, pese a todo, un esfuerzo final y llamar a Sánchez a recapacitar: que medite sobre el daño ya causado a su partido y que se vaya para no causarle todavía más".

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