Por Diego Graglia, desde Santa Cruz, California Agosto 26, 2016

Aunque Facebook lo niega, porque va en contra de la neutralidad que quiere proyectar, ya es uno de los principales actores de la industria editorial. Las decisiones que toman sus algoritmos y sus curadores de contenido afectan la calidad y cantidad de información que reciben 1.700 millones de usuarios en el mundo, más de una quinta parte de la humanidad.

“Tiene una influencia muchísimo mayor que la de cualquier empresa de medios. E, incluso, me atrevo a decir, de todas las empresas de medios juntas”, dice el argentino Pablo Boczkowski, profesor e investigador de medios de la Universidad Northwestern en Chicago.

Boczkowski acaba de publicar las primeras conclusiones de un estudio sobre el consumo de información de las personas de 18 a 29 años, que halló una tendencia muy clara: la lectura de noticias ya no es una actividad en sí misma, sino una parte más de la vida de los jóvenes en las redes sociales.
Ya no existe leer el diario ni mirar el noticiero —informarse como actividad autónoma—. Lo de hoy es “la noticia incidental”, según la bautizaron los investigadores del Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina, del que Boczkowski es codirector. Es la información que le llega al usuario mientras revisa mensajes de amigos, fotos de familiares, recetas de cocina o memes de mascotas, deportes o programas de TV.

“Hoy la rutina es estar en las redes sociales y, como parte de estar ahí, a veces nos enteramos de la información de actualidad. Antes, nosotros vivíamos ‘con’ los medios, los usábamos. Hoy vivimos ‘en’ los medios, como parte de nuestra vida cotidiana”.

Una consecuencia de esto es que cualquier información periodística consumida a través de la sección de noticias de Facebook (el news feed) pierde su contexto y jerarquía noticiosa. Todos los posts terminan por tener la misma importancia y, así, desaparece el rol de los editores tradicionales que elegían lo más importante y lo colocaban en un espacio como, por ejemplo, las portadas de los periódicos de papel.
“Se pierde la jerarquía —dice el autor de cuatro libros sobre las noticias en la era digital—, porque queda la noticia sobre la campaña presidencial de 2016 (...) entremezclada con el gatito, la receta de cocina, el comentario de fútbol. Todo junto”.

Los investigadores planean extender el estudio a Estados Unidos, Italia y, si consiguen fondos, a Japón el año que viene. Pero es evidente que los hábitos que están detectando en Argentina son comunes en jóvenes de otros países: “Para nosotros como investigadores, es una hipótesis”, dice Boczkowski. “(Pero) lo que yo veo, porque vivo en Estados Unidos y veo cómo mis alumnos en la universidad consumen noticias, es que también aplica a la mayoría de ellos”.

—¿Qué es esto que ustedes llaman la noticia incidental?
—Encontramos que los jóvenes acceden a las noticias incidentalmente, a través de su navegación por las redes sociales, mayormente en dispositivos móviles (por supuesto, aquellos que tienen acceso a ellos). Están en Facebook, están en Twitter y, entremezclada con un post de los gatitos de alguien o del viaje de algún otro amigo o de fútbol, aparece una noticia. A veces, porque envían la información los medios a los que alguno de los jóvenes puede haberle dado un like. Otras veces, porque algún amigo decidió compartir la noticia. Entonces, es de esa manera incidental que los jóvenes se enteran.

“La mayor parte de las veces alcanza para satisfacer su curiosidad informativa con ese post en Facebook o esos 120, 130 caracteres en Twitter. Otras veces, lo que hacen es cliquear en el enlace y eso los lleva a la página de los medios”, agrega. “En general, lo que dicen es que leen el titular, la bajada y de repente el primer párrafo... y se van. A veces se quedan dando vueltas en el sitio y leen algunas otras noticias. Esto es muy distinto de cómo, por ejemplo, la gente de mi generación —tengo 50 años— se acostumbró a leer las noticias en un diario de papel o mirar la televisión o escuchar la radio. Uno se sentaba a leer el diario, ver el programa de televisión, era la actividad primaria de ese momento”.

—Entonces, el “informarse” ya no existe como una actividad separada.
—Exactamente, lo que vemos es que el consumo de noticias antes era una actividad que era parte de la rutina cotidiana y a la que uno le dedicaba cierta cantidad de tiempo. Hoy la rutina es estar en las redes sociales y, como parte de estar ahí, a veces nos enteramos de la información de actualidad. Una diferencia que marcamos fuertemente en el artículo es que antes nosotros vivíamos “con” los medios, usábamos los medios. Hoy vivimos “en” los medios, como parte de nuestra vida cotidiana, así como vivimos en el entorno natural.

—En este panorama, ¿una receta de cocina pasa a tener el mismo valor que un artículo periodístico?
—A veces, tiene más valor. A veces menos, a veces más. Si uno piensa en el diario, si uno piensa en las revistas, en el programa de televisión, hay un grupo de editores que están pensando cómo presentar una unidad informativa que le dé al lector, al televidente, al oyente, una idea de lo más importante que está aconteciendo en una unidad de tiempo, sea el día, la semana o el mes. Lo que pasa con el consumo de la noticia incidental a través de las redes sociales es que se pierde esa unidad. Uno tiene una noticia, tiene dos, tiene tres, pero no tiene la idea de algo editado para uno: que le diga “esto es importante”, “esto no es importante”, “esto es muy importante”, “esto es menos importante”. Se pierde la jerarquía, porque queda la noticia sobre la campaña presidencial de 2016 entremezclada con el gatito, la receta de cocina, el comentario de fútbol. Todo junto.

—Hace un par de semanas, Facebook anunció cambios a su sección de noticias para mostrar menos del llamado clickbait, esos titulares engañosos o que ocultan parte de la información, como cuando dicen “¡y no te imaginas lo que sucedió después!”.
—Lo que es muy importante y nosotros planteamos al final en el estudio es que hoy fundamentalmente Facebook —pero Twitter también y Snapchat para los más jóvenes— es un gran editor. Están seleccionando, de todo lo que podemos llegar a enterarnos, cuáles son las cosas que van en cada uno de nuestros feeds. La decisión de Facebook de mostrar el contenido noticioso tiene un gran impacto en la experiencia que tenemos del mundo en el que estamos. Facebook se da cuenta que el clickbait no es algo que genera lealtad. Entonces, Facebook busca fundamentalmente que la gente utilice recurrentemente su producto y que tenga un alto grado de satisfacción. Por eso, porque el clickbait no genera eso, es que poco a poco tiende a erradicarlo.

“No hay ninguna empresa de medios que tenga la capacidad de llegada que tiene Facebook; su algoritmo tiene un rol editorial mucho más importante que cualquier editor jefe de cualquier medio prestigioso tiene hoy y, posiblemente, en el siglo pasado”.

—Y esto, aunque durante el reciente debate por su presunta censura de noticias, Facebook negó que tuviera un rol editorial...
—Tiene una influencia muchísimo mayor que la de cualquier empresa de medios. E, incluso, me atrevo a decir, de todas las empresas de medios juntas, posiblemente. Facebook tiene 1.700 millones de usuarios en el planeta, que es una parte importante de la población del planeta y es una parte aun mayor de la población que tiene acceso a recursos tecnológicos para conectarse a Facebook, que no es toda la población del planeta. Y de la parte que tiene alto poder adquisitivo, que es la parte de la población a la que las empresas quieren llegar con sus publicidades, todavía es mayor. No hay ninguna empresa de medios que tenga la capacidad de llegada que tiene Facebook, con lo cual el algoritmo de Facebook tiene un rol editorial mucho más importante que cualquier editor jefe de cualquier medio prestigioso tiene hoy en día y, posiblemente, haya tenido en el siglo pasado.

—Entonces, ¿aquí las grandes ganadoras digitales son las recetas de cocina? Antes mi mamá o mi abuela se pasaban recetas en papel...
—Sí (se ríe). Los contenidos de cocina tienen mucha presencia, pero hay otros sitios, como La Bioguía, que tienen un reach (alcance) en Facebook de más de 200 millones de visitantes únicos. Es una startup argentina que tiene un alcance increíble comparado con los medios tradicionales y su contenido tiene todo que ver con la cultura sustentable. Yo creo que la gente se informa para tener tema de qué hablar. Como buena parte de nuestras conversaciones son sobre temas como la comida, el deporte, el entretenimiento, etc., la gente se vuelca a ese tipo de contenidos. Y sí, las recetas de cocina van a seguir teniendo muchos seguidores.

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