1. Efecto gratuidad
Era un viejo anhelo de asesores de gobierno y ministros. Hace rato que en los análisis que abundan en el Palacio de La Moneda lo advertían: los efectos del programa reformista del gobierno no llegaban a la ciudadanía. Esta semana, pareciera ser que comienza a revertirse esta última tendencia: la pequeña alza, de 24% a 28%, de la aprobación ciudadana de la mandataria en la última encuesta Adimark se asocia al proceso de matrícula de los primeros estudiantes que se acogerán al beneficio de la gratuidad universitaria. Adimark dejó las pruebas sobre la mesa: en la medición por áreas, Educación subió 10 puntos (31% a 41%) en aprobación ciudadana, mientras que la ministra del ramo, Adriana Delpiano registró el alza más significativa entre los ministros del gabinete, con 9 puntos más respecto de la medición anterior en diciembre pasado (34% a 43%). Buenas noticias para la presidenta justo cuando partió a su descanso de aproximadamente 10 días en su refugio en la ribera sur del lago Caburgua. El desafío para el gobierno es capitalizar los efectos de la gratuidad universitaria y, a su vez, mantener controlados los embates del caso Caval que, tras las formalizaciones del 29 de enero pasado, pareciera ofrecer tregua a la alicaída imagen presidencial.
2. Pruebas de influencia
Correos electrónicos van y vienen. Las revelaciones de Qué Pasa yThe Clinic Online sobre las comunicaciones entre el ex gerente general de SQM, Patricio Contesse, y el ex ministro de Economía y ex candidato presidencial, Pablo Longueira, cerraron el círculo respecto del origen de los más de $730 millones que recibieron de SQM personas vinculadas directa e indirectamente a la figura UDI. Había entre ambos una relación de complicidad, amistad e influencia. Longueira le enviaba documentos reservados con información clave sobre el avance de los proyectos en el Congreso. Hasta ahora se conocen sus intercambios respecto de la ley de royalty de Piñera y la reforma tributaria de Bachelet, en la que incluso Longueira no jugaba ningún rol pues se encontraba ya fuera de toda actividad política formal. Antes de conocer los correos donde entre ambos se trataban de “alférez” y “mi coronel (R)”, el periodista Daniel Matamala escribió en Qué Pasa online: “Serán el símbolo más gráfico de la subordinación del poder político al poder económico en Chile. De la diferencia de grados entre los representantes de la soberanía popular y los dueños de la billetera”.
“La respuesta es obvia: hacía negocios. Intercambiaba dinero por influencia”, escribió estasemana el rector de la UDP, Carlos Peña, en una carta que envió al diario El Mercurio. ¿Qué viene ahora? Depende del Ministerio Público, y el análisis que haga el CDE de los antecedentes para ver si existe la comisión de algún ilícito. Pero también, depende la clase política, el gobierno, el oficialismo y la oposición, darle legitimidad a leyes que ya sabemos cómo se “cocinan” en el Parlamento.
3. Cuando se rompe el elástico
La salida de Carmen Gloria López era una noticia que se venía esperando hace tiempo. Los malos resultados de audiencia, que no permitían que el canal estatal remontara económicamente, sucediendose así los despidos de empleados de planta y no renovación de contratos de rostros, hacían que la permanencia de la ahora ex directora ejecutiva de la estación fuera inminente. Esto, sumado a la mala relación que tenía con Eugenio García, director de programación que reemplazó a Nicolás Acuña, su mano derecha, con quien llevaba una lucha de poder manifiesta y reconocida por fuentes del canal. Ahora, con el año por delante, TVN intentará remontar. La teleserie Moisés le ha dado un respiro, pero el cambio en TVN debe ser más de fondo: por lo mismo en el gobierno preparan un nuevo proyecto de ley, en el que ha estado activamente involucrado el actual vocero de Gobierno, Marcelo Díaz y la Secom, que pretende buscar nuevas formas de financiamiento de un canal que supo ser grande pero cuya estructura y modelo de negocios no avanzaron al mismo ritmo del país. Como reemplazantes de López suenan dos sandías caladas: Pablo Morales y Jaime de Aguirre, ex director ejecutivo de CHV.
4. URGENCIAS MACANUDAS
Ni Bielsa, ni Berizzo, ni Marcelo Gallardo. Tampoco Miguel "Piojo" Herrera. Menos Martín Lasarte. Finalmente, el escogido por la directiva de Arturo Salah para dirigir a la selección chilena fue el argentino-español Juan Antonio Pizzi, quien llega mañana al país para tomar el mando del campeón de América. Su tarea no es fácil: a los rumores de un camarín "incontrolable", se suma la alta exigencia del público luego de los logros obtenidos por Jorge Sampaoli. El debut oficial, tampoco ayuda mucho: contra la Argentina de Messi, el 24 de marzo en el Estadio Nacional, que seguramente se querrá tomar revancha por la final perdida. Para ese partido, "Macanudo" contará con cinco titulares menos: Arturo Vidal, Jorge Valdivia, Eduardo Vargas, Charles Aranguiz y Marcelo Díaz. Los dirigentes ahora se dedican a buscar partidos amistosos con urgencia, para que el ex delantero del Barcelona pueda implantar de forma rápida un estilo que, si bien tiene ciertos elementos de sus antecesores, es tildado por algunos expertos de más conservador. Sólo el tiempo dirá si Salah tomó la decisión correcta.
5. UNA CLASE DE HISTORIA CONTADA POR SUS PROTAGONISTAS
Como bien dijo Marcelo Contreras hoy en La Tercera, lo que hicieron los Rolling Stones la noche del miércoles 3 de enero de 2016 en el Estadio Nacional de Santiago, fue "una burla al tiempo". El cuarteto, cuyas edades sumadas dan la cifra de 286 años, anoche simplemente la rompió. Con un setlist que se paseó por su amplio catálogo, pasando del blues al rock'nroll, deteniéndose en el country con la guitarra y voz del inmortal Keith Richards, recordando la psicodelia de los 60 con Let's Spend The Night Togheter, lo presenciado ayer por más de 40.000 personas en ese estadio de "accidentada historia", como lo catalogó Mick Jagger, fue historia viva. Un repaso por los capítulos más importantes de la encilopedia del del Rock que permitió a sus asistentes disfrutar, sentir, palpar, las raíces del género. Porque lo de ayer no fueron solo los Rolling Stones: fue Chuck Berry, Muddy Waters, George Harrison, fue también Bob Dylan.
