Por Ana María Sanhueza Diciembre 4, 2014

“Cometí un error que no debí. Caí en un juego y una presión que debí haber denunciado. Ya no podía seguir con este asunto. A lo mejor el día de mañana se iba a saber igual e iba a ser peor”, dijo Jorge Ahumada a Qué Pasa.

“No recuerdo la fecha, me parece que a fines del año 2010, un día Eliecer Fuenzalida me cita a su oficina en la Municipalidad de Zapallar y me dice que los funcionarios municipales ganan poco dinero, y que él necesitaba más dinero para sus gastos personales, colegio de sus hijas, que quería cambiar el auto, ya que tenía un Volkswagen modelo Gol del año 1996. Y me dijo que si quería seguir adjudicándome las licitaciones, debía pagarle a él una suma de dinero y, según la obra que iba a ir tomando, él me diría qué porcentaje”.

Así comienza la declaración que el ex contratista de proyectos de la Municipalidad de Zapallar, Jorge Ahumada Molina, entregó al fiscal de San Felipe, Eduardo Fajardo, experto en casos de corrupción,  en marzo de este año, ratificando los dichos que ya había emitido ante la PDI. Se trata de un testimonio, que es parte de una investigación de carácter reservado, el que no sólo imputó al ex administrador municipal de Zapallar, el ingeniero civil industrial Eliecer Fuenzalida, por pedirle dinero a cambio de ganar licitaciones, sino que también involucró a otros funcionarios que hoy son indagados.

El caso se inició en abril de 2012 con el requerimiento de destitución en contra del alcalde de Zapallar, Nicolás Cox, que interpusieron ante el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) los concejales Fidel Rojas (PPD) y César Ramírez (DC) por notable abandono de deberes y faltas a la probidad. En medio de este conflicto varios testigos dieron cuenta de supuestas irregularidades dentro del municipio, lo que provocó que el fiscal Fajardo iniciara una investigación.

Si bien en primera instancia el Tricel suspendió a Cox del cargo por poco más de dos meses, en agosto de 2013 lo restituyó en la alcaldía por unanimidad. Sin embargo, la investigación del Ministerio Público siguió en curso y en ella este año han declarado varios funcionarios y contratistas, entre ellos Fuenzalida, Ahumada y también el alcalde. Todos ellos lo hicieron en calidad de imputados.

Ahumada, en tanto, también declaró ante la Contraloría Regional, donde fue llamado para aclarar otras anomalías ligadas al municipio con respecto a uno de sus trabajos. Fue entonces cuando aprovechó la oportunidad de confesar. “Cometí un error que no debí. Caí en un juego y una presión que debí haber denunciado.  Ya no podía seguir con este asunto. A lo mejor el día de mañana se iba a saber igual e iba a ser peor. Sé que con esto me estoy haciendo un daño yo y a mi familia, que vive en la comuna. Porque soy nacido y criado en Zapallar y todo el mundo me conoce”, dice Ahumada a Revista Qué Pasa. Y agrega: “Sigo reprochándome a mí mismo que no debió haber ocurrido un tema así”.

Justamente las acusaciones que Ahumada formuló en la Contraloría, provocaron que una nueva acción judicial se sumara al caso, luego que Cox se querellara en su contra por falsificación de instrumento público y cohecho debido a sus denuncias de pagos al funcionario. “Inmediatamente conocido el  sumario en Contraloría se presentó una querella criminal contra Jorge Ahumada Molina”, explica el abogado de la municipalidad, Hernán Contreras.

La querella, sin embargo, sólo apunta al contratista y no a Fuenzalida. Pero, según Contreras, de ella se desprenden las posibles implicancias que pudiera tener el administrador municipal de aquella época.

En el caso de la falsificación de instrumento público,   según la querella, el contratista habría adulterado un documento para que una obra fuera recibida y aprobada. Ahumada ya declaró en la Fiscalía de La Ligua.


Jorge Ahumada trabajó en la remodelación de la Plaza de los Burros.

LOS PAGOS DE AHUMADA
Jorge Ahumada comenzó a trabajar como contratista para la Municipalidad de Zapallar en 2007.  Sus inicios fueron bastante alentadores, pues ganó varias licitaciones. Concursaba directamente sus proyectos al municipio, luego que el portal Chile Compra operara a partir de 2008. “Debido a las postulaciones que me fueron adjudicadas, me fui ganando la confianza del alcalde Nicolás Cox, quien en una oportunidad me presentó a su nuevo administrador municipal, el señor Eliecer Fuenzalida, me parece que fue el año 2009”, contó en su declaración.

De hecho, se estima que durante los años que trabajó para el municipio, ganó alrededor de 50 licitaciones, equivalentes a unos $ 300 millones. Hoy afirma que la municipalidad aún le debe dinero por sus trabajos.

Eliecer Fuenzalida, en tanto, llegó a la Municipalidad de Zapallar el 2 de noviembre de 2006. Ganaba $ 900 mil pesos mensuales y otros $ 400 mil en horas extras, un punto que también es indagado por la fiscalía. Es ingeniero civil industrial y anteriormente cumplía funciones en el municipio de Maipú. Al tratarse de un cargo de confianza, Cox lo contrató sin llamar a concurso público.

Según el testimonio de Ahumada, hasta el año 2010 postulaba con sus proyectos a la municipalidad con las mismas reglas de sus competidores. Eso, dice,  hasta que Fuenzalida le pidió dinero: “Esta situación me tomó por sorpresa, porque antes postulaba como cualquier contratista y me ganaba la obra sin tener problemas, de manera legal, sin pagar a nadie, y por lo mismo le dije que no le iba a dar dinero”, declaró ante el fiscal. Luego, detalló que su negativa tuvo repercusiones. “Debido a mi respuesta a Fuenzalida vinieron las consecuencias, ya que postulé al menos a tres licitaciones que me debieron ser adjudicadas por mis puntajes, pero curiosamente no me eran adjudicadas. De  inmediato deduje que Eliecer estaba trabando mis postulaciones, las rechazaban. Y más aún, me perjudicaban con los pagos”.

Después de estos hechos es que Ahumada toma una decisión, la misma que hoy lo tiene implicado en el caso: “Debido a lo anterior, decidí entrevistarme con Eliecer Fuenzalida y le dije que estaba dispuesto a pagarle el dinero que me pedía (...) incluso me decía qué propuestas venían en camino y él me diría cuánto debía entregarle en dinero” (sic).

El contratista, entonces, cuenta que volvió a remontar en su negocio: “Así fue como postulé a varias obras y me fueron adjudicadas. Fuenzalida me llamaba por celular o me abordaba cuando me encontraba en la municipalidad y me decía que ya estaba adjudicada la obra, que estaba en la primera etapa de pago y correspondía que yo le entregara el dinero según lo acordado. Normalmente, eran alrededor de 400 mil pesos, a excepción de la obra de la Plaza de los Burros, que me adjudiqué el año 2011 o 2012, que fue la obra más cara y en la que tuve que pagarle a Eliecer Fuenzalida, la suma de un millón de pesos, lo que hice en dos pagos”.

Y añade en su declaración: “Tienen que haber sido unas cuatro o cinco obras que tuve que pagarle a Fuenzalida, dinero que me pedía para que me adjudicara las obras. Según recuerdo, dichas obras son la Plaza de los Burros, la sede El Morro, que no llegó a hacerse; la Pasarela; la reparación completa del restaurant César; la cancha El Pinar, ubicada en Cachagua, de las que recuerdo”.

De hecho, el contratista entregó a la fiscalía una copia de un depósito bancario de $450 mil a nombre de Eliecer Fuenzalida fechado en 2012.

Tras las denuncias, Ahumada asegura que ha seguido postulando en las licitaciones del municipio, pero que no ha sido favorecido nunca más con los proyectos.


La reparación del restaurant César de Zapallar también fue parte de los trabajos de Jorge Ahumada.

¿PLATAS PARA CAMPAÑA?
No es todo. Al caso también se agrega una arista política, luego que Jorge Ahumada asegurara en su declaración al fiscal que en una ocasión -el contratista estima que fue en el año 2012- lo llamó por teléfono una mujer a quien identificó como “la mano derecha del alcalde” y le pidió “colaboración en dinero voluntaria para la campaña del señor Nicolás Cox”.

Ahumada añadió que la mujer le envió un correo electrónico con la solicitud, dándole como opción depositar en una cuenta bancaria “o bien coordinarlo personalmente con el alcalde”.

Según el contratista, optó por llevar el dinero y pedir una audiencia con Cox. “Conversé con don Nicolás y le entregué el sobre con dinero, haciendo presente que él no me pidió nada, y le hice el comentario que le estaba entregando dinero para su campaña, según lo que me llegó por correo, y me recibió el dinero. Al respecto, debo decir que no hubo una obligación de terceros para que yo donara dicha suma de dinero, ya que lo tomé como un compromiso con la municipalidad y para no ser cortado. Más aún porque en el período de campaña anterior el propio Eliecer Fuenzalida me pidió donación de un millón 500 mil pesos para la campaña”.

Pero cuando la fiscalía preguntó a Nicolás Cox si alguna vez recibió dinero de parte de Ahumada, respondió: “Nunca he recibido dinero de él”. Luego se le inquirió si había recibido alguna donación del contratista para su campaña: “Nunca”, contestó el alcalde.

En la versión de Ahumada, sin embargo, las cosas fueron distintas. Y en su declaración dio cuenta de un tenso momento que vivió con el edil, ocurrido luego de que Cox se enterara de las denuncias que éste hizo en Contraloría sobre los pagos que le realizó a su ex administrador municipal y se querellara en su contra por cohecho y falsificación de instrumento público.

Ante la fiscalía, Ahumada dijo que le llamaba la atención que la querella hubiese sido presentada en su contra porque “yo no soy el responsable directo, sino que lo fue el propio Eliecer Fuenzalida”. Y añadió: “Me entrevisté con don Nicolás y me dijo que por haber declarado ante la Contraloría que había coimeado a un funcionario suyo, a lo que le dije que él sabía desde antes lo que eso ocurría así, porque la primera vez que Fuenzalida me pidió dinero, yo le comenté al propio Cox de ello y él me dijo que lo vería pero nunca hizo nada. Y él comenzó a levantarme la voz, y yo le dije que no era subalterno suyo para que me gritara. Y por último, le dije a modo de pregunta que el hecho de que le diera dinero para su campaña, no era acaso una forma de coima. Él se alteró y me echó de su oficina” (sic).

Qué Pasa intentó conseguir la versión de Eliecer Fuenzalida, pero declinó hacer declaraciones.

En el entorno del alcalde, han negado, tal como lo hizo ante fiscalía, haber recibido donación para su campaña de parte de Ahumada.

 

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