Por Camilo Feres Diciembre 29, 2011

Me han pasado sólo cosas buenas con Violeta. Fue rudo hacer a la Violeta porque ella era una mujer intensa, de un carácter muy fuerte, ella iba con todo a lo que quería. Y era personificar a un personaje conocido, que está en la retina de casi todos los chilenos, entonces era difícil.

En enero terminamos de rodar y después estuve en el proceso de posproducción, hice doblaje, canté las canciones nuevamente. Y ahí me pegaba la llorada cuando veía ciertas escenas, por ejemplo cuando canta "Arriba quemando el sol". Esa escena me costaba mucho. Cantaba y me ponía a llorar, entonces tenía que irme para reponerme un poco y después seguir.

Vi la película por primera vez cuando le conté a Andrés Wood que tenía algo a la tiroides, que estaba enferma. Él no quería que viera la película hasta el estreno, pero cuando le conté esto me dijo: "Ya, mañana ven a ver la película, porque te vas a mejorar. Esta función es para ti". Esto fue en marzo, unos días antes de que me operara. Y él me decía: "Vas a estar bien, te vas a mejorar".

Fue fuerte, me gustó mucho la película, la encontré potente, triste, muy triste. Pero también estaban estos chispazos de humor que tenía la Violeta, el amor, su trabajo. Creo que Andrés fue valiente al haber optado por hacer esta película de una manera no lineal o cronológica, en desorden, episódica, que va y viene. Creo que es una joyita.

Después seguí cantando a Violeta. Yo canté cuando chica, a los 20 tuve un grupo de rock. Jamás pensé que iba a volver a cantar. La primera vez que canté fue con Fernando Milagros, en el Le Fournil del Patio Bellavista. Fue después del estreno de la película. Fue emocionante, tenía un nervio espantoso. Después empecé a cantar con Ángel Parra, nieto de la Violeta, y también con Elizabeth Morris y Magdalena Matthey.

La gente se me acerca, me abraza, elogia el trabajo, elogia la película. Las personas me agradecen por conocer más a la Violeta a través de la película y a través de mí. Un señor que fue a uno de los conciertos me dijo: "Yo era mozo en la carpa de La Reina. Necesitaba verte, estoy conmovido".

Estuvimos en el estreno en Buenos Aires. Como buenos argentinos, conocen bastante a Violeta. Las críticas fueron increíbles. Después estuvimos en Bolivia y caminé por donde vivió Gilbert Favre, fue bien increíble, bonito, raro. Después fuimos a Huelva, donde gané el premio como mejor actriz. Yo sentía que con haber hecho Violeta ya estaba todo bien, de ahí lo que viniera eran puros anexos buenos, sólo ganancia.

Yo a la Violeta ya la tengo guardadita, sólo tengo las canciones para cantarlas en los conciertos. Creo que si hubiera sido más chica tal vez me habría dado la locura. Pero tengo 38 años, mi familia, hijos grandes. Siempre creo que hay que hacer la pega no más, si se es reconocida bien, pero tengo que seguir buscando trabajo para hacer mi vida. No puedo quedarme pegada en Violeta para siempre.


 

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