Por María José López Diciembre 29, 2011

La proliferación de las marchas ciudadanas también dio paso a reiteradas muestras de violencia callejera. Esto derivó en un año especialmente difícil para Carabineros, institución que no sólo debió controlar estas situaciones, sino que además estuvo en el ojo del huracán por los drásticos métodos de contención que usó en algunas ocasiones. Xavier Armendáriz, ex fiscal jefe de la zona Oriente y actual decano de Derecho de la Universidad San Sebastián, analiza este rol.

- Con respecto a su actuar en las marchas, ¿cree que Carabineros hizo un buen trabajo?

Hay que considerar que todos los habitantes de la república tienen derecho a reunión y expresión. Y garantizar la seguridad y orden dentro de esas manifestaciones es responsabilidad de Carabineros, por lo que si hay personas que comenten delitos, es su tarea ponerles freno. En general, Carabineros manejó bien el tema, teniendo presente que es una labor muy complicada. Sin embargo, en el detalle fino, a veces vemos acciones innecesarias.

- ¿Como cuando se les criticó de ocultamiento de información?

- No veo ocultamiento de información por parte de Carabineros. Lo que sí hubo, es demora en el caso del joven que murió tras recibir un disparo en una marcha en Peñalolén. Hubo lentitud en la acción policial e incluso entregaron información inicial incorrecta al asegurar que nadie de sus filas disparó, lo que fue un gran error. En esa oportunidad además, se comentó sobre un punto sobre el cual habría que reflexionar: se dijo que Carabineros disparaba y luego cambiaba municiones. Yo pondría atención a eso.

- ¿Y en cuanto al uso y recibimiento de violencia?

- La violencia hacia Carabineros no debe ser aceptada ni tampoco su propia violencia. Pero si hay voces reiteradas al respecto hay que prestar atención.

- ¿Cómo se pone fin a la violencia en las manifestaciones?

- Podría actuarse en tres niveles. Uno, modernizar la legislación. El decreto que rige es del gobierno militar. El convocante a la marcha también debiese tener deberes y responsabilidades. Por ejemplo, la obligación de que se reúnan con la fuerza pública y pongan ciertas reglas, como tener líderes identificados con pecheras o megáfonos, que se establezcan trazados alternativos. Nos falta imaginación y nos falta avanzar en este ámbito. Dos, identificar y aislar a los que originan el problema, neutralizando a los que se aprovechan de cualquier manifestación para cometer delitos. Tres, la acción en tribunales.


 

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