Son las cinco de la mañana y el Aeropuerto de Santiago se prepara para el intenso movimiento que generan los más de 30.000 pasajeros que recibe al día. La tarea no es fácil: hoy la capacidad de tráfico de pasajeros de Arturo Merino Benítez (AMB) está sobrepasaa en un 25%.
Las cifras entregadas por la Junta de Aeronáutica Civil en octubre pasado dejaron en evidencia que en lo que va de 2011 más de 10,6 millones de personas han circulado por el terminal, cifra que supera con creces los estudios de hace 10 años: esos análisis aseguraban que sólo hacia fines del 2016, el flujo alcanzaría los 9 millones de viajeros. Por ahora todos buscan soluciones.
Furor por Santiago
En 2006, LAN Airlines decidió cambiar su modelo de negocios y rebajó en cerca de 30% el valor de los tickets aéreos. Con ello, se desató un boom en la demanda: si en 2006 a nivel nacional se movieron 3.379.092 pasajeros, a fines del año pasado el tráfico se incrementó hasta casi 6 millones de personas a nivel nacional, doblando el movimiento en sólo cinco años.
Pese a que para los consumidores fue un beneficio, el tema tuvo un impacto directo en las instalaciones aeroportuarias. Entonces las autoridades de la época decidieron analizar si AMB era capaz de resistir esta explosiva demanda. La respuesta fue evidente: era necesario plantear reformas urgentes para responder al crecimiento del aeropuerto.
Pero el aumento de la demanda tiene también varias razones. Santiago se ha convertido en un negocio atractivo para firmas internacionales. En 2010, Avianca-Taca, Aerolíneas Argentinas y Copa agregaron frecuencias. Y durante los próximos meses otras líneas aéreas harán lo mismo. Por ejemplo, se espera un incremento de los vuelos de American Airlines por la temporada estival a ciudades como Miami y Dallas.
La uruguaya Pluna iniciará conexiones a diferentes ciudades de Chile, aprovechando el acuerdo de Cielos Abiertos que existe con Uruguay. La australiana Qantas reemplazará la ruta Sídney-Buenos Aires por el tramo Sídney-Santiago a partir de abril de 2012.
La gran cantidad de operaciones ha implicado que algunos indicadores de funcionamiento de las aerolíneas se hayan deteriorado. Mientras entre julio y septiembre de 2009 el 90% de los vuelos del sistema salió a tiempo, en 2011 esa cifra cayó hasta 79%.
En tanto que LAN Airlines recibirá 20 aviones (incluye aeronaves de carga) durante 2012 para responder a un crecimiento estimado de 14% en el negocio de pasajeros.
En resumen, el tráfico ha escalado. Hoy AMB recibe a 16 aerolíneas sólo de pasajersos, sumando 105 mil operaciones al año. Octubre además, fue un mes que encendió las alertas en el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y al interior de SCL -empresa que administra el terminal-: sus proyecciones internas indican que superar en el corto plazo los 12 millones de pasajeros que transitarán por el recinto, cifra muy superior al flujo para el cual se diseñó.
El analista aerocomercial Ricardo del Piano señala que en ese sentido es muy importante la planificación que realice AMB para organizar estos flujos. "El espacio aéreo chileno está lejos de estar colapsado, lo que se colapsa es el inmueble, pero existen maneras de paliarlo. Por ejemplo, Pluna tiene aviones pequeños que no necesitan puerta de embarque, pues cuentan con escaleras que les permiten ocupar pequeños espacios en los aeropuertos".
Con todo, la gran cantidad de operaciones ha implicado que algunos indicadores de funcionamiento de las aerolíneas se hayan deteriorado. Mientras en septiembre de 2009 el 90% de los vuelos del sistema salió a tiempo, en 2011 esa cifra cayó hasta un 79%.
Las etapas del cambio
Si bien existe un diagnóstico común, no ha sido fácil llegar a un proyecto de ampliación consensuado. Pese a que algunos actores de la industria eran partidarios de que se preparara una nueva licitación, el MOP extendió el contrato a SCL, grupo donde son accionistas Agunsa; las españolas Abertis y Globalvia; la inmobiliaria Parque tres; y la canadiense YVR Airport. A cambio, la firma debe invertir US$ 60 millones para aumentar los flujos de atención hasta el año 2015, cuando se incie el nuevo contrato de concesión.
La fase terminal
Con este fin, durante 2012 comenzarán a hacerse una serie de trabajos proyectadas por la oficina Grupo Arquitectos (entre otros). Dentro de la remodelación se contempla la ampliación del hall público del tercer nivel, el rediseño del hall de llegada y de la salida de pasajeros nacionales y la incorporación de una serie de puntos de control de Aduanas y Policía Internacional, precisamente los cuellos de botella del recinto en las horas peak. Según detallan en SCL, las obras complementarias significarán que se mejoren 29 mil metros cuadrados del aeropuerto, que le permitirán atender 4 millones de pasajeros adicionales al año, llegando así a 15 millones de viajeros.
No es lo único en lo que se avanza. El MOP ya adjudicó el anteproyecto de las obras a construir como parte de la segunda concesión del recinto. En la licitación, efectuada a mediados de este año, participaron, entre otros, Abraham Senerman, la inglesa Halcrow Group, las chilenas Ferrer & Asociados Ingenieros Consultores y Ghisolfo Ingeniería de Consulta, la holandesa Arcadis y la canadiense Stantec Architecture junto a la local Capitel. Esta última dupla se adjudicó el proceso.
A nivel mundial Stantec ha diseñado y remodelado terminales como el de Portland (Estados Unidos) y el de Vancouver (Canadá). La canadiense, además, ha trabajado de cerca con uno de los actuales accionistas de SCL: YVR Airport, con quienes se han asociado en varios proyectos, el más relevante: la consultoría del diseño del Aeropuerto de Santiago en el año 2001. Capitel, en tanto, representa a la oficina de arquitectos liderada por Sergio Amunátegui y Carmen Barreau, quienes también fueron parte del equipo que diseñó el terminal reinaugurado hace 10 años. En paralelo, la Secretaría de Planificación adjudicó el 2 de noviembre la licitación del Análisis de capacidad del sistema aeroportuario en la Región Metropolitana a la chilena ICR Consultores. El objetivo es realizar un análisis de la capacidad aeroportuaria actual y de las operaciones del sistema aeronáutico de la Región Metropolitana. Además, se contempla evaluar la factibilidad de complementar la capacidad aeroportuaria de AMB.
Pese a que el diseño final del nuevo aeropuerto se revelará en 2012, conocedores del proyecto señalan que se trabaja en un edificio verde. En el MOP coinciden en que los principales lineamientos son la sustentabilidad y la integración territorial, por medio de un mix de servicios para toda la comunidad.
En el MOP reconocen que AMB es el único aeropuerto que cuenta con las condiciones para operaciones comerciales regulares, pero añaden que "sin embargo es posible diferenciar otros tipos de aviación, que requieren de menores recursos físicos para operar y que, por lo tanto, pueden ser trasladadas a otros puntos de Santiago para descongestionar el actual aeropuerto ".
Ciudad-aeropuerto
Pese a que el diseño final del nuevo AMB se revelará el próximo año, conocedores del proyecto señalan que se trabaja en un edificio verde con certificación LEED. En el MOP coinciden en que los principales lineamientos son la sustentabilidad y la integración territorial, por medio de un mix de servicios para toda la comunidad, convirtiéndolo en una "ciudad-aeropuerto".
El horizonte de las obras es para un período no inferior a 15 años y prevé "la construcción de un nuevo edificio terminal de pasajeros, mejoramiento del edificio terminal de pasajeros existente, accesos viales, estacionamientos vehiculares, instalaciones de apoyo y obras en área de movimiento de aeronaves", según detallan desde la cartera.
Además, aún no se descarta, dentro de la fase dos, evaluar la viabilidad de una estación del Metro o de un sistema de acercamiento de transportes hacia el aeropuerto.
Mientras todos esos detalles se definen, 50.000 personas -entre tripulantes, viajeros y acompañantes- llegan diariamente al aeropuerto capitalino, el que se prepara para recibir cómodamente a 30 millones de pasajeros al año, tres veces más de lo que atiende actualmente.
