Por Juan Andrés Quezada Agosto 11, 2011

Martes en la tarde, en Bogotá llueve con sol y en las calles del centro histórico la gente camina con prisa en medio de los tacos.  Es un día especial, comenta el taxista Jairo Valencia, en unas horas más la selección colombiana sub 20 de fútbol enfrenta a Costa Rica en el Estadio Nemesio Camacho -El Campín- por un cupo a octavos de final del Mundial organizado en este país. Los tres triunfos del equipo en la primera fase (contra Francia, Malí y Corea del Sur) han ilusionado a los colombianos.

Pero a esa hora, el comentario obligado en la ciudad es la renuncia forzada del entrenador de la selección adulta, Hernán Darío Gómez. La noche del sábado en un bar del centro de Bogotá, "Bolillo" golpeó a una mujer y la presión del gobierno, la bancada femenina del Congreso y la ciudadanía forzó su renuncia. "Ésa ha sido una clave del éxito del gobierno de Santos, apoyar el sentimiento ciudadano", comenta el taxista, mientras nos acercamos al Palacio de Nariño, residencia del presidente de Colombia y sede de gobierno.

Cuando nos recibe Juan Manuel Santos en su despacho -a quien literalmente no se le mueve un pelo-, se apura en comentar: "Usted sabía que dicen que los chilenos son los que más se parecen a los colombianos y viceversa, tenemos muchos comunes denominadores y actuando juntos vamos a lograr muchas cosas importantes".

- Colombia lleva 10 años gobernado por la centroderecha, con altos índices de aprobación, ¿hay alguna receta que podrían aplicar otros países?
- Afortunadamente, los astros han estados alineados sobre Colombia, y en este primer año hemos tenido mucha suerte. También hemos trabajado muy duro para poder demostrar resultados concretos. A través de una política de mucho acuerdo logramos una legislatura histórica. Nunca había habido una período legislativo tan rico, no tan sólo en cantidad, sino también en calidad. Aprobamos reformas muy importantes, creando una gobernabilidad que hoy muchos países están citando como un ejemplo.

- ¿Cuál sería el ejemplo de su gobierno?
- El de una democracia que toma decisiones difíciles y oportunas en el momento que corresponde. Aprobamos una reforma constitucional que introduce el criterio de sustentabilidad fiscal en la Carta Fundamental, para que todos los poderes públicos tengan en cuenta ese criterio en sus fallos y decisiones. Ello dio una señal de gran responsabilidad a la que los mercados respondieron positivamente. Las tres principales calificadoras del mundo nos dieron un importante grado de inversión. Vamos por buen camino y lo importante es mantener el rumbo y tener un puerto de destino claro: más empleo, más seguridad, pero por sobre todo menos pobreza.

"Me sorprende mucho lo que está pasando hoy en Chile. Chile es el ejemplo de América Latina, todos queremos ser como Chile y, por ello, no entendemos bien qué es este fenómeno que está sucediendo en las calles con estas movilizaciones tan masivas".

- Usted y Sebastián Piñera son los únicos presidentes de centroderecha en Sudamérica, ¿por qué cree que se da este fenómeno?
- Esa tradicional diferenciación de derecha, centro e izquierda es hoy cada vez menos aplicable en los gobiernos. ¿Qué es hoy ser de derecha? ¿Qué proyecto es hoy de izquierda? Hoy todos los partidos y los ciudadanos tenemos desafíos comunes y la competencia es qué sistema es más efectivo para lograr beneficios sociales y el bienestar en la población, qué medidas son más eficaces para reducir las desigualdades y generar más oportunidades.

- Entonces, ¿cómo se definiría usted políticamente?

- Yo me autoproclamo como integrante de la tercera vía, que es una socialdemocracia moderna, una forma de ubicarse en un estadio pragmático, el cual depende de las circunstancias de cada país. Ahora, a mí me dicen que soy un presidente de izquierda, porque quiero restituirles las tierras a los campesinos desplazados por la guerrilla de las FARC. Reparar a las víctimas inocentes de la violencia no es ser de derecha, centro ni izquierda, es tener algo de corazón, generosidad y visión hacia el futuro.

- ¿Para usted entonces qué es ser de derecha hoy en la región?

- No sé bien qué es ser hoy de derecha, porque hay algunos que se califican en este grupo y que añoran las dictaduras militares, desprecian las libertades que nos dan las leyes y algunos derechos fundamentales de la sociedad, yo no estoy ahí. Hay algunos temas que se han vuelto hoy álgidos, como el aborto, el matrimonio gay, y es en torno a estos temas que la gente comienza a repartirse entre derecha e izquierda, porque en la centroderecha y centroizquierda tradicionales ya hemos superado esas diferenciaciones. 

- ¿Qué consejos le daría al presidente Piñera que, a diferencia de usted, está pasando por un período de baja popularidad?
- Yo no soy nadie para darle consejos al presidente Piñera, qué más faltaba. Ahora, a mí me sorprende mucho lo que está pasando hoy en Chile. Chile es el ejemplo de América Latina, todos queremos ser como Chile y, por ello, no entendemos bien qué es este fenómeno que está sucediendo en las calles con estas movilizaciones tan masivas. Este contrasentido lo hemos discutido últimamente con muchos líderes sudamericanos y no entendemos este malestar, cuando Chile tiene los mejores indicadores no sólo económicos, sino sociales del continente. Para mí es una incógnita.

-¿Con qué frecuencia habla con el presidente Piñera? ¿Ha abordado este tema con él?
- Hablamos esporádicamente. No he abordado este tema con él, me imagino que lo conversaremos en esta visita. La última vez que estuve con él fue en la asunción de Ollanta Humala, pero no tuvimos mucho tiempo de sentarnos a charlar. Todo lo que yo pueda hacer para ayudar al presidente Piñera, pues lo haré, porque a Chile y a toda la región le conviene que su gobierno tenga un gran respaldo y tenga los instrumentos para concretar sus propuestas. 

"Espero que el presidente Chávez se recupere, porque en este momento él es un factor de estabilidad para Venezuela. Si desaparece el presidente Chávez, ni Dios lo quiera, quién sabe qué puede pasar con ese país".

- Hoy (martes) los noticieros locales mostraron durante varios minutos los graves disturbios con que terminó una manifestación en Santiago. ¿Cree que la imagen de Chile se ha resentido estos últimos meses?
- No, al contrario, Chile sigue siendo un ejemplo de éxito, de buenos indicadores en la región y en el mundo entero. Ahora, sí creo que es un toque de alarma para la región. ¿Qué está pasando en Chile que nosotros no sepamos y que de pronto pueda contagiarse al resto de la región? ¿Habrá algo que estamos desconociendo y que quizás nos daremos cuenta cuando sea demasiado tarde? Es un fenómeno muy interesante de analizar.

- ¿Le preocupa que este fenómeno pudiese llegar a Colombia? 
- Afortunadamente no, por el momento, con el respaldo que tenemos, la gobernabilidad y los resultados que estamos dando. Pero sabemos que hay gente, no sólo aquí sino en toda América Latina, que inicia estos procesos porque piensan "no, no podemos aceptar que a este el país vaya tan bien, tenemos que salir a protestar por algo", y piden a través de las redes sociales salir a protestar por alguna cosa. Robert Kennedy decía 'siempre hay un 15% a 20% de gente que no está contenta con nada'.

Chávez: "Factor de estabilidad"

- Para muchos, su estilo conciliador ha sido una de las claves de su éxito. "Llegó la hora de enterrar los odios", afirmó usted frente a los problemas con Venezuela y Ecuador.
- Uno debe ser conciliador cuando eso es lo apropiado, pero debe ser muy duro, cuando ser duro lo amerita. Yo pienso que lo que hemos logrado con este gobierno de unidad nacional es una demostración de que el ser conciliador era lo apropiado. Porque gracias a la unidad nacional, y no gracias a mí, hemos realizado todo lo que hemos logrado. Ser conciliador con nuestros vecinos ha generado un ambiente muy positivo, donde todos estamos ganando. Están ganando Venezuela, Ecuador y nosotros, y está ganando la región.

- ¿Cómo puede afectar a la región el cáncer que padece Hugo Chávez?
- Yo espero que el presidente Chávez se recupere, porque en este momento él es un factor de estabilidad para Venezuela. Si desaparece el presidente Chávez, ni Dios lo quiera, quién sabe qué puede pasar con ese país.

- Hace unos meses, usted junto a Piñera, Alan García y Felipe Calderón lanzaron la iniciativa del "Arco del Pacífico". ¿En qué pie queda ahora tras la llegada al poder de Ollanta Humala?
- El Arco del Pacífico es una iniciativa muy importante. Ollanta Humala nos ha dicho que está interesado en continuarla, la que ha generado muchas expectativas a nivel internacional. Hace una semana estuve con el presidente Calderón, quien me ratificó su interés en seguir impulsándola. Espero que ratifiquemos el interés de Chile y Colombia por este acuerdo. Al presidente Humala vamos a darle un tiempo para que decante su inicio de gobierno y luego meterle el acelerador a este Acuerdo del Pacífico.

- ¿Usted ve viable, en un futuro cercano, que haya una zona común de comercio y tránsito de personas en Sudamérica, al estilo de la Unión Europea?
- Es uno de mis objetivos. Yo en este Mundial Sub 20 permití que ingresaran a Colombia ciudadanos de todos los países en competencia sin pasaporte, y ha sido una experiencia maravillosa. 

- ¿Cómo se explica que el ex presidente Álvaro Uribe, quien fue su mentor, esté cuestionado duramente varias de sus decisiones?
- Todo gobernante que sale añora ciertas cosas, como que no le cambien algunas de sus políticas, y eso es muy comprensible. Con el presidente Uribe no tengo sino admiración, respeto y gratitud. Él hizo muchísimo por este país y yo estoy construyendo sobre las bases que él cimentó. Con Uribe concordamos totalmente en lo que él llama sus tres huevitos: la seguridad democrática, la confianza de los inversionistas y la cohesión social. Hemos denunciado casos de corrupción que algunos malévolamente han interpretado como si fuera una persecución al pasado gobierno. No, esto es contra la corrupción.

- Pero para él es inconcebible su acercamiento a Chávez y su política hacia las FARC.
- Son críticas de forma. Las FARC en estos momentos están desesperadas, están muy debilitadas, pero todavía no están derrotadas.

- ¿La fallida solicitud de extradición del chileno Manuel Olate por su visita a las FARC será tema en este viaje a Chile?
- Desafortunadamente nuestra Corte Suprema invalidó las pruebas que estaban en el computador de unos de los jefes de las FARC, y éstas habrían sido las pruebas para pedir su extradición. La justicia chilena decidió que si la Suprema Corte de Colombia invalidaba esas pruebas, ellos tampoco podían usarlas, y resolvió cerrar el caso. Nosotros tenemos que acatar lo que dice la justicia, en este caso infortunadamente, porque Olate sí era una persona que estaba claramente vinculada con las FARC. Cuando uno visita a unos terroristas, tiene que explicar qué estaba haciendo ahí con ellos.

Esta tarde Santos tiene una agenda apretada. Irá al estadio a cumplir la cábala de saludar a los sub 20 en el camarín antes del partido. (Colombia ganó 3 a 2 a Costa Rica). "Me gusta mucho el fútbol, porque al igual que otros deportes, une a los pueblos. No tiene precio el entusiasmo que genera en el país que gane la selección. Por ello, antes del Mundial invité a todos los muchachos de la sub 20 aquí al Palacio a ver la película Invictus, basada en la vida de Nelson Mandela y ambientada durante la Copa Mundial de Rugby de 1995 en Sudáfrica. Quería demostrarles cómo una selección unió a un país. Yo pienso que los deportes pueden estimular valores como el juego limpio y el trabajo en equipo, que hoy necesitamos como sociedad. Yo en mi campaña cometí una gran irresponsabilidad: prometí a todos que Colombia clasificará al Mundial en Brasil el 2014, por eso tenemos que hacer todo lo posible por estar y por resarcir las derrotas frente a Chile en las pasadas eliminatorias a Sudáfrica".

 

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