Por Juan Pablo Sallaberry, desde Lima Abril 14, 2011

Ha pasado un día de la elección presidencial y la Plaza de Armas de Lima luce radiante. Ningún papel en el suelo, ningún rayado, ningún afiche de campaña a la vista. Se hace respetar la ordenanza municipal que erradicó del centro histórico a los vendedores ambulantes, los lustrabotas, los mendigos y los niños que cobraban "un sol" para ser fotografiados por los turistas.  También se clausuraron las cocinerías en torno al Palacio Pizarro que llenaban el aire de olor a fritanga.

Es el rostro del nuevo Perú. Un país que viene creciendo al 5% anual durante la última década, que logró sortear la crisis económica, que se ha convertido en una de las plazas más atractivas para invertir en la región -la segunda para las clasificadoras de riesgo después de Chile- y que en pocos años redujo  la pobreza de un 48% a un 34%.

Los peruanos han recuperado la autoestima perdida durante los años del terrorismo que azotó al país hasta los 90. Ahora están orgullosos  y no lo disimulan.  Nombran de corrido a sus nuevos "héroes": el Nobel Mario Vargas Llosa, el chef Gastón Acurio y las campeonas mundiales de surf, Sofía Mulanovich, y de boxeo Kina Malpartida, y hablan durante horas de los atractivos turísticos y gastronómicos.

Por eso el resultado de las elecciones fue recibido con inquietud en la capital del país, la única región junto al Callao donde el liberal Pedro Pablo Kuczynski le ganó a Ollanta Humala y Keiko Fujimori, quienes pasaron a segunda vuelta. Aunque los diarios peruanos titulaban con "Calma" o "Serenidad y Tranquilidad", el llamado no surtió efecto y en cada esquina se escuchan frases como "no me explico lo que pasó", "tal vez me convenga retirar mi fondo de pensiones", "son los indios de la Sierra los que votan por Humala porque habla bonito" o "volvió a joderse el Perú".

Toneladas de cemento en Lima

Le llaman el "capricho" de Alan García. Es un tren eléctrico en altura que recorrerá la zona sur de Lima hasta llegar al centro de la ciudad y que el presidente peruano pretende inaugurar a fines de julio como su sello antes de dejar el mando.  El proyecto de US $ 410 millones fue iniciado en su primer gobierno en 1986, pero la aguda crisis económica de su administración obligó a paralizar las obras hasta ahora.

Según Roberto Arellano -presidente del centro de estudios Arellano Marketing-, al contrario de la clase media chilena, la peruana no es aspiracional ni busca imitar a las clases altas, sino que reproducen su propia cultura y tienen sus propios estilos y gustos musicales basados en la Sierra de donde provienen.

La línea férrea es un símbolo más del crecimiento del país que se suma a otras grandes  infraestructuras como la remodelación del Estadio Nacional. El centro deportivo aumentará su capacidad de 45 mil a 60 mil personas y será semitechado como los estadios europeos. La cinta también será cortada por García.

Aunque sus adversarios políticos le critican la baja inversión en bonos y subsidios a los más pobres, que para los analistas es la causa de la baja popularidad con que deja el cargo, García optó por destinar los excedentes al sector de la construcción y así generar empleo. Los programas gubernamentales permitieron a la población acceder a créditos bancarios para nuevas viviendas y en todos los barrios proliferan flamantes edificios de más de 10 pisos.  Las grúas y mezcladoras son una imagen típica de la ciudad.

Sólo un dato: si el 2001 el despacho de cemento alcanzaba los 2,1 millones de toneladas y el 2005 los 4,4 millones, el 2010 la cifra se disparó a 8,2 millones de toneladas y el sector de la construcción crece sobre el 15% anual liderando las áreas productivas.

Ingenieros y arquitectos están en estado de alerta. Además de la demolición de casas tradicionales  en sectores como Miraflores y en ciudades como Cajamarca para construir edificios, según el urbanista y sociólogo de la Universidad Católica de Perú Pablo Vega Centeno, García flexibilizó la tramitación para construir edificaciones bajo cinco pisos, las que ya no pasan por el Colegio de Ingenieros, lo que genera incertidumbre respecto a su resistencia antisísmica.

En Lima, el ex alcalde Luis Castañeda se potenció como candidato presidencial gracias a sus obras de mejoramiento de la ciudad. Además de hermosear el centro, inaugurar parques, refaccionar puentes y construir escaleras amarillas -el color de su partido- en los cerros más pobres e inaccesibles, el 2010 echó a andar el moderno sistema de transportes Metropolitano.

El Perú que está en juego

Inspirado en el modelo colombiano y estudiando el caos de la puesta en marcha del Transantiago en Chile, se inauguró una sola autopista segregada donde buses de última generación recorren la ciudad de norte a sur. Se accede con tarjeta de prepago a las estaciones completamente automatizadas, con televisores de alta definición, basureros ecológicos y pantallas que indican el destino. Un lujo del primer mundo.

El crecimiento también se registra en las principales ciudades de provincia. Callao modernizó las grúas del puerto y ya aprobó los recursos para un nuevo espigón. El dinero fresco también se percibe en localidades como Trujillo y Arequipa, donde se han instalado los centros comerciales de la capital, o Cajamarca, donde se explota la mina de oro más grande de Sudamérica, Yanacocha. Sin embargo, en un país enorme y con serios problemas de conectividad, el bienestar no alcanzó a llegar a las carentes zonas rurales en las que prendió el discurso de Humala y Fujimori.

La invasión del retail

Domingo, día de elecciones y el centro comercial MegaPlaza al norte de Lima no puede más de gente. Familias salen con bolsas llenas, vitrinean en las tiendas de marcas y los mejores restaurantes tienen lista de espera. El mall -propiedad de inversiones Parque Arauco- con 34 millones de visitas al año es el más concurrido del país, pese a estar emplazado en uno de los "conos" o suburbios de la ciudad.

Los edificios de Tottus, Saga Falabella, Banco Falabella, Sodimac, Casa&Ideas y otras inversiones chilenas, contrastan con las casas color tierra, ladrillos a la vista y a medio construir que se encaraman en los desérticos cerros del entorno donde abundan los letreros de Keiko Fujimori.

Roberto Arellano, presidente del centro de estudios Arellano Marketing, quien ha realizado varias investigaciones sobre los cambios en los grupos socioeconómicos de Perú, señala que detrás de esas casas de aspecto empobrecido se esconde la emergente clase media de Lima. Son los nietos de inmigrantes que llegaron hace 40 años de las provincias y la primera generación con estudios técnicos o universitarios.

La antes mínima clase media hoy es un 57% de la población. Si Lima tiene 9 millones de habitantes, 5,5 viven en la periferia. 80% tiene acceso a internet y la telefonía celular ya alcanza el 100%. Según Arellano, al contrario de la clase media chilena, la peruana no es aspiracional ni busca imitar a las clases altas, sino que reproducen su propia cultura y tienen sus propios estilos y gustos musicales basados en la Sierra de donde provienen.

Hace menos de una década se masificaron los créditos de consumo y las tarjetas de las grandes tiendas se reparten con facilidad en todos los estratos sociales. El gobierno ha debido lanzar campañas para un endeudamiento responsable. Si las tasas de interés para créditos de consumo en la banca promedian el 38%, en las tiendas comerciales alcanzan el 60%.

Juan José Calle, gerente general del centro comercial Jockey Plaza -también de capitales chilenos, ubicado en un sector acomodado de Lima y donde Ripley inauguró su primera tienda internacional en 1997-, afirma que "el peruano se está preocupando por las marcas, las tendencias y la electrónica se ha popularizado. Las ventas crecieron 12% el 2010 y este trimestre han crecido un 15%. Los centros comerciales se están expandiendo por todo el país".

En cohete a la luna

"Todos creíamos que estábamos en un cohete directo a la Luna… pero momentito, pausa, baja la velocidad. Hay que ver a quiénes estamos dejando atrás". Milko Ibáñez, gerente general de Celfin Capital Perú, vuelve a revisar en su computador las cifras de la caída de la bolsa del 3% tras las elecciones. Desde su oficina en el exclusivo barrio de San Isidro se aprecian las torres más altas de la ciudad, los parques bien cuidados y el explosivo crecimiento de la capital.

El Perú que está en juego

La administradora de fondos se instaló recién el 2009 en Perú y en estos días se han multiplicado los telefonazos desde Santiago. Ibáñez se muestra confiado y dice que al no tener mayoría en el Congreso el próximo presidente se verá obligado a negociar con todas las fuerzas políticas, lo que mantendrá la estabilidad del país. "Hay una minicrisis. Nos sentimos muy orgullosos de tener la mayor tasa de crecimiento en América Latina, pero tenemos dos candidatos que están diciendo que no todo está perfecto".

¿Cuál es el secreto de la economía peruana?   Los tratados de libre comercio y las políticas liberales y de fomento a la inversión  se suman al buen precio de los commodities. Perú es el quinto exportador de oro, el tercero de plata y tiene grandes yacimientos de cobre y zinc. Los últimos gobiernos han facilitado al máximo la tramitación de los derechos de explotación para las empresas transnacionales.

Fue ese uno de los temas que instaló con fuerza Humala en la campaña al proponer un impuesto a la ganancia de las compañías mineras.

La otra tarea pendiente en el Perú -señalan los economistas- es el alto índice de empleo informal. Aunque en la calle se habla de hasta un 70%, el gobierno señala que la cifra bordea el 45%. Gente sin contrato, sueldo mínimo, horarios, previsión ni vacaciones legales. Buena parte se dedica al comercio y prefieren mantener su condición para no tributar.

Un nuevo estilo

La semana pasada, Bono, el líder de U2, cambió la letra de una canción durante su concierto en Argentina y mandó un mensaje a los fans peruanos que estaban en primera fila "I´ll be home, soon in Perú" (estaré en casa, pronto en Perú), dijo. La frase fue repetida con euforia entre la juventud limeña. Confirmaba uno de los nuevos fenómenos del auge peruano: el país comenzó a ser incluido en circuito musical que antes sólo pasaba por Brasil, Argentina y Chile.

Para Paul McCartney, que tocará el 9 de mayo, ya se han vendido 35 mil entradas y también batió récord de precio con tickets de mil dólares. En las calles se anuncia Miley Cyrus y Ozzi Osbourne. La llegada de los conciertos fue facilitada por una ley de gobierno que bajó los tributos a estos espectáculos.

Es parte del nuevo estilo del Perú. Los peruanos de clase alta dejaron sus casas en la céntrica Miraflores y se trasladaron a privados condominios en La Molina, al sector oriente de la ciudad. En una amplia extensión de terreno, entremedio de cerros -similar a La Dehesa en Santiago aunque con un acceso más restringido- construyeron verdaderas fortificaciones. Una vez adentro pueden disfrutar los parques, recintos deportivos, canchas de golf, una laguna privada y una privilegiada vista a Lima.

En la elite hay un creciente interés en los temas de diseño de interiores y alta costura, recuperando las fibras tradicionales como la alpaca. Las familias con mayores ingresos han comenzado a hacer turismo al interior del país, un asunto imposible en la época del terrorismo por los peligros en las rutas. El balneario Asia, a 97 kilómetros  al sur del Lima, se convirtió en los últimos tres años en el lugar de moda. Lo que el 2000 era un pequeño poblado, se llenó de casas de veraneo de arquitectura moderna con costos de US$ 300 mil, además de centros comerciales y hoteles de lujo. Al lugar se trasladó la Copa Davis.

Pero el mayor boom fue en el área de la gastronomía. Si antes en Lima había dos restaurantes de cinco tenedores, hoy en las calles de Miraflores y San Isidro abundan, con platos de comida fusión que rescatan los alimentos típicos de las culturas indígenas. El reconocimiento es tal que el New York Times llegó a comparar estas zonas de la ciudad con barrios de Manhattan. Detrás del fenómeno está la mano del chef Gastón Acurio, reconocido internacionalmente con restaurantes en todo el mundo, incluido Chile. En su exitoso programa de televisión, Acurio recorrió todo Perú descubriendo platos tradicionales y traspasando su fama y éxito a humildes cocineros locales. El gobierno tomó el tema como política de Estado, fomentó escuelas y encuentros internacionales y convirtió la Casa de Correos y Telégrafos, ubicada a 50 metros del palacio presidencial, en el Museo de la Gastronomía. Según el sociólogo Pablo Vega, "el tema de la gastronomía nos ha unido como país y nos proyecta en el mundo, en eso nos hemos vuelto tan orgullosos como los argentinos".

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