Por Paula Comandari Diciembre 31, 2010

Hace un año, Antonio Martínez programó un viaje familiar fuera de Chile. Entonces, nunca imaginó que el periplo iba a calzar con una fecha tan estratégica: la elección de la ANFP, el 7 de enero. Días antes de partir a México, se decidió a hablar en profundidad sobre el actual conflicto del fútbol. Su nombre es hasta ahora el que más suena para dirigir la asociación. Incluso, él fue la carta que el bando contrario levantó como figura de consenso, pero Martínez desechó esa alternativa. "Yo no era el hombre de confianza para ellos, era la persona a través de la cual el haroldismo quería romper nuestro bloque".

El ex vicepresidente de Everton se reunió el lunes pasado a solas con Jorge Segovia. La idea era analizar los eventuales escenarios que podrían aparecer tras la reunión del consejo de presidentes, agendada para el próximo 3 de enero. Allí se decidirá si todos los dirigentes que hayan efectuado negocios con la ANFP -grupo en el que cae Martínez - quedarán excluidos de ser parte de la nueva dirigencia, o si, por el contrario, todos podrán participar. En esta última situación, Segovia correría para encabezar la ANFP, y Martínez para dirigir la federación, encargada de la selección. Y entonces, asegura, no habría problemas. "Bielsa trabajará conmigo", dice. Pero podría pasar también que sólo Jorge Segovia sea inhabilitado.

"Lo que ha sucedido después de las elecciones es responsabilidad del directorio de la ANFP. Los problemas en el fútbol se pueden solucionar. Esto no es distinto de la política. Modificar un reglamento no era para generar este triste espectáculo".

Y ahí, sería Martínez quien entraría en carrera. Él prefiere no ponerse en ese contexto.

-¿Cuáles son las primeras lecciones que saca de este conflicto?

-El primer análisis es que no hay madurez de tipo eleccionario en los dirigentes de la ANFP. Si todo el proceso se hubiera realizado con seriedad no debería haber sido anulado. Las listas se presentaron y fueron aprobadas por el directorio. Entonces, el primer diagnóstico maduro post-elecciones debió ser: aquí existe un problema (artículo 164) que perjudica al nuevo presidente y a varios dirigentes más. Aquí se necesitaba convocar a un consejo de presidentes -la cámara de diputados y el senado del fútbol- inmediatamente. Si eso hubiera sucedido en 24 ó 48 horas, no estaríamos en esta situación dos meses después.

-¿Usted sabía que el artículo 164 prohibía a las personas que hubieran realizado negocios con la ANFP ser parte de la asociación?

-Yo participé de las elecciones sin tener idea de la existencia de este artículo. Mi responsabilidad  fue no haberme leído los reglamentos antes de postular. Pero yo fui dirigente hace 16 años y ese artículo nunca existió. Aquí el que tiene la culpa de todo este desastre es el que manda. Y hasta el 15 de enero el que comanda el fútbol chileno es el directorio de la ANFP.

-¿La culpa de este episodio es finalmente de la ANFP, no de los inhabilitados?

-Si yo hubiera sabido de la existencia de ese artículo, hubiera retrasado las elecciones en una semana para modificarlo. Lo que ha sucedido después de las elecciones es responsabilidad del directorio de la ANFP. Los problemas en el fútbol se pueden solucionar. Esto no es distinto de la política. Modificar un reglamento no era para generar este triste espectáculo. Esto ha sido como un incendio. Los incendios parten con una chispa, la chispa con una llama, la llama hace un fogón y después queda la escoba.

-¿Pero nadie controló el incendio?

-El fuego se debió controlar la primera semana. El 17 de noviembre, para el partido de la selección, más que hacerle un homenaje a Marcelo Bielsa y más que aplaudir a Harold Mayne-Nicholls, lo que hicieron fue acribillar a un ciudadano extranjero en el estadio. Eso me parece, a lo menos, cobarde de parte de la gente responsable de parar el incendio. Ése fue un día triste respecto de lo que son los dirigentes del fútbol chileno.

-La mayor parte de los dirigentes son reconocidos empresarios que no pelean públicamente sobre sus negocios personales… ¿En el terreno futbolístico se negocia de otra forma?

-Las diferencias internas en los clubes se han solucionado bien. Pero en la ANFP los conflictos no se han resuelto de forma madura, con diálogo y entendimiento. Y esto pasa porque aquí hay uno que manda, y otro que debe obedecer. Lo que ha sucedido es que Harold Mayne-Nicholls perdió, no le gusto, y se taimó. Y sigue taimado hasta ahora. El presidente de la ANFP no puede taimarse porque perdió las elecciones: él aún tenía 60 días para gobernar. Pero decidió no hablar más. Se marginó y ha actuado como si no fuese presidente. Ahí hay inmadurez. En todo este tiempo, no hemos tenido un interlocutor válido.

-Ad portas de las elecciones, ¿cuál es su diagnóstico del conflicto?

-La evolución post-elecciones ha sido torpe. El actual directorio de la ANFP se ha movido de manera de conseguir lo que quiere, de forma desordenada, por lo que es difícil hacer una proyección después de 60 días donde las cosas cambian a cada minuto.

-¿Ha escuchado que el haroldismo intenta generar un nuevo consenso?

-¿Cuál sería el consenso? Ellos intentaron llegar a un acuerdo, pero no resultó. 

-¿No resultó por el número de directores haroldistas que ellos exigían?

-Ellos me llamaron y me dijeron que querían que yo fuera el candidato de consenso. Me lo pidieron ellos, no mi grupo. Me pasaron algo así como las leyes de la República. Y yo no estoy para eso.

-¿Qué se señalaba en ese reglamento que usted considera las leyes de la República?

-Eran cinco puntos, pero nos entrampamos en el primero: ellos querían imponerme nombres y vetarme otros para el directorio.

-¿Cuáles?

-Exigían a Miguel Bauzá, y me vetaban a Alberto Eguiguren y Luis Felipe Gazitúa. Nos reunimos en dos oportunidades en mis oficinas: Neven Ilic, presidente del Comité Olímpico; Andrés Jana, representante de los haroldistas, y Octavio Bofill, el abogado de nuestro bando. La importancia de ambas reuniones es que por primera vez ellos presentaron una propuesta escrita y concreta, pero después de dos días les dije que no. Era una opción que no me acomodaba. 

-¿Pese a que usted fue elegido hombre de confianza?

-Ellos no confiaban en mí. Lo que querían los haroldistas era romper nuestro bloque. Fue la fórmula que encontraron para penetrar nuestro grupo. Si bien ser el hombre de consenso se puede interpretar como un halago, tiene una doble lectura: era una herramienta distractora.

-¿Qué más le exigían en ese reglamento?

-Hacer una comisión de tres personas, que no dependiera del directorio de la ANFP, para administrar la selección, y separar la federación de la asociación.

-¿Usted es partidario de separar la ANFP de la federación?

-Voy a estudiar si es factible. Plantearlo sin estudio previo es inmaduro.

-¿Estaría dentro de su propuesta?

-Hay que analizar la separación administrativa de ambas instituciones. Hoy la federación depende de la ANFP. Lo que ha sucedido en Chile hasta hoy es que el directorio designa al presidente de la ANFP como presidente de la federación. Pero, en el caso nuestro, si Jorge Segovia sale electo presidente de la ANFP no puede dirigir la federación de Fútbol por ser extranjero. Ese cargo me lo ofreció a mí. Yo estoy dispuesto y nuestro directorio está de acuerdo.

Fútbol y política

"Mayne-Nicholls perdió, no le gusto, y se taimó. Y sigue taimado. El presidente de la ANFP no puede taimarse porque perdió las elecciones: él aún tenía 60 días para gobernar. Pero decidió no hablar más. Se marginó y ha actuado como si no fuese presidente. Ahí hay inmadurez. En todo este tiempo, no hemos tenido un interlocutor válido".

-¿Ha hablado personalmente con Harold-Mayne Nicholls después que comenzó esta batahola?

-No, Harold no me ha llamado y no me va a llamar. No corresponde que lo haga.

-¿Cortocircuito total?

-No, él es mi amigo. Estamos en la misma situación de dos personas que militan en partidos distintos. No se pierde la amistad por el hecho de estar en partidos políticos opuestos. Pero no tenemos nada de qué hablar.

-Tras este episodio quedó claro que política y fútbol se entrecruzaron definitivamente…

-Siempre se ha dado. Por ejemplo, para las primarias entre Frei y Lagos, a mediados de los 90, yo estaba en el directorio con Ricardo Abumohor. En esa época ya medíamos el paralelo fútbol-política, en el sentido de quién tenía mayor cobertura periodística. Me acuerdo que una vez tomamos un avión Ricardo Lagos, Ricardo Abumohor y yo. Él iba como precandidato de la Concertación, y nosotros íbamos a ver el conflicto del equipo Lota Schwager. Pero fue Abumohor quien salió en la portada del diario El Sur. Se demostró que el fútbol, muchas veces, está por encima de  la política.

-Tanto, que todo indica que la baja en la aprobación del presidente Piñera se debió a la "intervención" en el tema de la ANFP...

-Claro, pero la raíz de todo es la inmadurez.

-¿Cuáles debieran ser los primeros cambios en la actual ANFP?

-La ANFP, como ente regulador del fútbol, tiene que generar un trabajo hacia las bases, que son los clubes, los accionistas. Hoy la riqueza es sólo para la selección, sin goteo hacia abajo, lo que indica que vamos a tener clubes muy pobres y una selección muy rica. El tema es que desde hace 30 años estos clubes han solventado a la selección, que no se comercializaba, pues era deficitaria. Los clubes han sido dueños de la selección por décadas.

-¿Qué otros cambios debieran producirse en la nueva administración de la ANFP?

-Tenemos la percepción que hay una sobrepoblación de personal en la ANFP: hoy existen 120 trabajadores, e históricamente había entre 50 y 60. Además, es una institución que opera a puertas cerradas, con un presidente que no está en Chile el tiempo que se requiere para dirigir la ANFP, por su cargo en la FIFA. Como éste es un régimen superpresidencialista, no se puede hacer nada si él no está. Creo que se debiera poner énfasis en la violencia en los estadios, y velar para que la comisión económica de la ANFP actúe más eficientemente para que los clubes cumplan sus presupuestos. Nunca he visto a esta comisión entregar un informe. En este tema hay poca atención del directorio.

-¿Perdemos privilegios con un presidente de la ANFP que no será parte de la FIFA?

-Para nada. Harold, en la medida que ha ido creciendo en la FIFA, se ha distanciado de la ANFP. En vez de aunar, separa. Los costos los vamos a pagar si Marcelo Bielsa deja la selección, si dice que no puede trabajar conmigo.

-¿Cualquier presidente debiera tratar de retener a Bielsa?

-Retenerlo dentro de las cosas normales, porque es un tema de voluntad de él. Si tiene las garantías que ha tenido hasta ahora, él puede seguir trabajando y puede cumplir con el plan que tiene hacia delante.

-Ya sabemos que Bielsa no quiere trabajar con Segovia, y su plan es hacer una dupla con el español.

-Pero si Bielsa va a trabajar conmigo.

-Hoy muchos creen que ser segovista es sinónimo de estar en contra de Bielsa.

-Eso es resultado de la exitosa campaña mediática que ha hecho el haroldismo. Nunca he escuchado de parte de ninguno de los que estamos en la trinchera de la lista ganadora: "Queremos que Marcelo Bielsa se vaya". Ni en público, ni en privado. Si yo soy presidente de la Federación de Fútbol de Chile y tengo media hora para hablar con Marcelo Bielsa, le aseguro que la cosa cambiaría radicalmente.

-¿Lo convencería?

-No se trata de convencer. Yo no conozco a Marcelo Bielsa. Nunca he hablado con él, pero soy de las personas que creen que conversando la gente se entiende. Su conferencia de prensa es un tema del pasado. Espero tener la oportunidad de juntarme con él antes de que tome una decisión definitiva. Si soy presidente me gustaría contar con Bielsa.

Todos, algunos o ninguno

-El consejo de presidentes que se reunirá el lunes podría inhabilitar a varios dirigentes -incluido usted-, habilitarlos a todos o dejar fuera sólo a Jorge Segovia...

-Después de las elecciones han ocurrido tantas cosas, que cualquier escenario se podría generar. Podemos quedar todos inhabilitados o todos habilitados, Segovia para la casa o todos para la casa. Si ocurre sólo la inhabilitación de Segovia, quedaría la escoba. Se incendiaría la ANFP. Yo me reuní con Segovia para analizar los escenarios, y este último no lo analizamos, pues sería impresentable. Lo más democrático es que todo el mundo pueda competir.

-Pero Segovia ha señalado que, incluso si lo habilitan, él dará un paso al lado.

- A mí nunca me ha dicho eso.

-¿Por qué su grupo sigue apoyando a un personaje que genera tantos anticuerpos en el país?

- Segovia es el malo de la película, pero nadie lo conoce. Hoy es impopular porque derrocó a una administración que públicamente tenía una aceptación altísima. A cualquiera le hubiera pasado lo mismo. 

-Si todos son habilitados, ¿Mayne-Nicholls también podría postularse?

-Podría, pero él ha dicho públicamente que no será candidato, lo que me parece inteligente, porque no tiene los votos para ganar.

-Pero si inhabilitan a Segovia, ¿usted se presentaría como presidente de la ANFP?

-Eso es pura futurología.

"Este conflicto habla mal sobe los dirigentes"

"Nunca he escuchado de parte de ninguno de los que estamos en la trinchera de la lista ganadora, "queremos que Marcelo Bielsa se vaya". Ni en público, ni en privado. Si soy presidente de la federación de fútbol y tengo media hora para hablar con Bielsa, le aseguro que la cosa cambiaría radicalmente".

-¿Cómo este conflicto puede influir en la motivación de los jugadores? David Pizarro señaló que lo que ustedes han hecho es una payasada, visión que comparten varios de sus compañeros.

-Éste ha sido un triste espectáculo. Evidentemente no me esperaría otra opinión de los jugadores. Se pone fin a una dirigencia que generó éxitos en la clasificación y el Mundial. Pero la gente no mide la administración de la ANFP, que es lo que nosotros miramos. Se requiere un cambio.

-Muchos critican su programa "Una ANFP para los clubes", pues consideran que descuidan al chileno promedio y velan sólo por sus intereses personales.

-Eso es errado, porque la gente son los clubes. Las personas se reúnen por la selección, pero vive en sus clubes todos los días. El problema está en los clubes, domingo a domingo. Tenemos que tener mejores árbitros, mejores estadios, mejor campeonato.

-¿Cómo este conflicto entre dirigentes ha afectado en lo deportivo?

-Mi responsabilidad parte el día en que me entreguen la presidencia. Ahora, el tema lo vamos a pagar en lo deportivo por el hecho de no haber efectuado el traspaso en estos 60 días. Durante el verano debemos recuperar el tiempo perdido para llegar bien parados a la Copa América. No sé qué ocurrirá en el partido contra Estados Unidos a mediados de enero. Ojalá podamos ganar.

-Este conflicto ha trascendido fronteras. ¿Ha afectado nuestra imagen internacional?

-Sí, claro. Habla mal de los dirigentes del fútbol nacional. Vamos a pagar costos, de igual manera que cuando existe un conflicto de gobierno. El mundo sabe que en Chile tenemos la escoba.

-Usted ha defendido la repartición desigual entre los equipos de Primera A y B. Ahora que Everton cayó a Segunda, ¿no piensa que irá en desmedro de su equipo?

-Son las reglas del juego. Al no estar en Primera, debo modificar mi presupuesto. Eso debieran hacer los equipos de Segunda, porque para competir en Primera se necesitan más recursos.

-En un futuro mandato, ¿qué debiera hacer con el 20% del Canal del Fútbol?

-Le pedimos un estudio a IM Trust, que todavía no se ha hecho público. Yo me he reunido con Guillermo Tagle, y lo que a ellos les parece es que el éxito del canal se debe a su administración y que no hay que echarlo a perder.

-Pero Jorge Claro se ha mostrado dispuesto a vender ese porcentaje.

-Quiere vender, pero eso hay que analizarlo con mayor profundidad. No podemos tomar una decisión light.

-Muchos piensan que ser presidente de la ANFP es hoy una apuesta bastante arriesgada por la carga negativa que trae…

- El costo ya lo pagó Jorge Segovia. En adelante, sólo veo beneficios: tener la posibilidad de demostrar que lo vamos a hacer bien y que en cuatro años dejaríamos mucho mejor parado al fútbol chileno.

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