Paseos sólo en el recuerdo

En 1910, los domingos era obligación asistir en familia a la misa de las 12 en la Catedral de Santiago. Las mujeres iban ataviadas con un manto y con su libro de oraciones en francés. Por la tarde, sobre todo en primavera, el silencio de la misa era cambiado por el paseo por el Parque Cousiño. En victoria -o en auto, la minoría- llegaban hasta ahí las familias más encumbradas de la sociedad. Hoy no hay nada que se asemeje a esta rutina.

De la ópera al mall

Por las noches de fin de semana, en el Teatro Municipal las niñas que serían presentadas en sociedad se sentaban en las primeras filas de los palcos de sus millonarios padres para ver a los cantantes que llegaban desde La Scala de Milán. Además, existía el Teatro Santiago, donde en 1910 se estrenó "La viuda alegre". Hoy, el panorama de entretención preferido es el cine (cada año asisten 14 millones de personas a las más de 312 salas que existen en el país) junto a ir a los malls. En 2009, más de 16 millones de visitas registraron al mes estos centros comerciales.

Tenis al estilo británico

Ser parte de la alta sociedad chilena incluía jugar tenis, pero vestidos a la usanza inglesa. De hecho, era uno de los pocos deportes en los que las niñas aristócratas podían participar. Debían vestir falda hasta el suelo y blusas infladas. Muchos partidos se jugaban en el Royal Lawn Tennis Club de Santiago. Con el correr del siglo, el deporte se fue profesionalizando: hoy existen 390 tenistas profesionales y 2.600 menores federados. En el país, hay 400 canchas disponibles.

El puño vs. la pelota

El boxeo era antes lo que hoy es el fútbol: el deporte favorito del pueblo. Su expansión comenzó en Valparaíso gracias a los marineros ingleses, que organizaban torneos a cambio de monedas. En 1910 -con el boxeo como el deporte más popular-, entre las calles Arturo Prat y Pila de Ganso existían 15 cuadriláteros. Hoy, en cambio, sólo hay 38 cuadriláteros en todo el país, versus las 66 canchas de fútbol que figuran registradas por la ANFP. A esto se suman todas las canchas de barrio.

¿Dónde vestirse?

Las tiendas favoritas de la alta sociedad eran las ubicadas en el Portal Fernández Concha, la Casa Francesa y Gath y Cháves. Esta última abrió sus puertas el 5 de septiembre de 1910 -ya tenía presencia en Londres, París, Nueva York y Alemania- y deslumbró a las chilenas. En su edificio de Estado con Huérfanos, los maniquíes se repartían en sus tres pisos. Hoy, en cambio, el asunto es más segmentado. La clase media compra de preferencia en multitiendas. Las jóvenes se pasean por Patronato y el Apumanque. Los que buscan diseño, miran a Rubén Campos. Para hombres elegantes, está Brooks Brothers.

Los balnearios

Cada verano, las familias pudientes se trasladaban a Viña del Mar (en la foto). Trajes de piqué y vestidos con encajes eran la última moda. Mientras, las clases populares se iban a Valparaíso y sus cantinas. Cien años después, la zona central sigue atrayendo a la clase alta. Zapallar, Cachagua y Santo Domingo son los balnearios predilectos. Y para satisfacer ese gusto, numerosas empresas inmobiliarias explotaron la zona, desarrollando nuevos resorts y loteos como Costa Cachagua, Cantagua, Las Brisas, Punta Pite y Santa María del Mar, entre otros. Aquí, la vida social es intensa.

Mejor sobre hielo

Hasta el Salón de Patinar, en la primera cuadra de Arturo Prat, llegaban todas las parejas de enamorados. Importaban sus patines desde Europa. Hoy, las tradicionales canchas de patinaje fueron reemplazadas por canchas de hielo. En el país ya existen varias: en Parque Arauco, en el mall Plaza Vespucio, Florida Center y en Puerto Montt.

El estreno en sociedad

Las chicas en edad de casarse eran presentadas en sociedad con un baile en el que participaban todos los jóvenes de clase alta. Ellos vestían de frac negro, zapatos de charol, sombrero y guantes blancos. Ellas usaban vestidos de manga corta y guantes largos. Los jóvenes debían saludar de derecha a izquierda cuando entraban al salón, y luego dirigirse hasta el dueño de casa. Se bailaba vals, polca, pas de quatre y two step. Las herederas actuales de esta celebración son las fiestas de 15 años, cuyos costos pueden superar $1.500.000 entre el banquetero, fotógrafo, video y arreglos. Pero no hay guantes largos ni sombreros. En vez, las mujeres se las juegan por un look más sexy. Los hombres usan traje, pero muchos llegan con zapatillas.

Ciclistas ayer y hoy

A comienzos de siglo, existían 327 bicicletas en Santiago. Esos ciclistas -todos hombres- comenzaron a agruparse en clubes para practicar el deporte. Así, en 1910 nació el Audax Club Ciclista Italiano. Hoy, las bicicletas son un medio más de transporte: en Santiago existen 70 km. de ciclovías repartidos en 11 comunas.