Casa Alma
Es agradable aterrizar por el ex cuartel general de Emporio La Rosa; una casona del viejo Patronato árabe devenida en un proyecto culinario que lidera Rolando Ortega (Salvador Cocina y Café). El criollismo se cuela entre los pliegues de la sazón de cada plato en una carta breve y convincente. Allí aparecen ingredientes sencillos y bien modelados. Una Zanahoria asada ($ 4.500) con algo de semillas de mostaza, yogur concentrado, ligeros crutones y lascas de betarraga. Dulce, ácido, cremoso y crocante, todo a la vez. O en la Ensalada de algas ($ 4.500) que mezcla ulte, wakame y cochayuyo, sobre una combinación hecha puré de apio, cebollín y manzana, sazonado con piure para resaltar el sabor marino. Las bondades del mar aparecen en el Caldúo de mariscos ($ 8.000), pintando brochazos gruesos de sabor con aire arrabalero y entusiasta.
Antonia López de Bello 191, Recoleta.
Café Colonia
Costó, pero salió. Las inundaciones del año pasado retrasaron la apertura de una nueva sucursal de este espacio tradicional del centro, que a pedido del dueño del complejo Titanium —Abraham Senerman, viejo cliente—, aterrizó más moderno frente al Mapocho más moderno. Aparte de la sabrosa y sustanciosa pastelería que lo caracteriza, hay una lista de platos infaltables para un almuerzo citadino: Salmón a la mantequilla ($ 5.350), Medallón de lomo vetado ($ 5.450), una línea de ensaladas y, lo más interesante, sandwichería de respeto, con versiones de salmón a la crema, lomos estilo bávaro y el gran recomendado: una hamburguesa rellena de queso cheddar, tocino crocante, tomate, palta y mayonesa de ajo confitado ($ 6.450). Por algo lleva el nombre de la casa.
Costanera Sur 2730, local 303, Las Condes.
Cuatro Bocas
Una importación no tradicional que es éxito hace un rato en Estados Unidos: bolitas de carnes variadas —y vegetales— puestas sobre salsas, entre dos panes, apanadas, selladas. Una selección adaptada a los paladares locales, que de inmediato le agarró la mano al barrio Manuel Montt. La lista para combinar es larga (desde $ 3.800 las cuatro unidades) y puede haber de Pollo con sésamo, apanadas en panko, las más conocidas meatball en salsa de tomate o concentrados de carne de atún sellada con toques de crema de maní. El ambiente invita a compartir, con mesas grandes junto a una barra que despacha una grata variedad de tragos y jarras deliciosas de sangrías y borgoñas no tradicionales, como una de jugo de huesillo, vino, canela y chancaca ($ 7.990) que merece una prueba. O varias.
Manuel Montt 983, Providencia.