Por Diego Zúñiga Julio 2, 2015

Desde la cámara de Graciela Iturbide (1942), el mundo parece siempre un lugar fascinante, nuevo, misterioso, desconcertante. Pueden ser unos pájaros cubriendo el cielo, puede ser el baño de Frida Kahlo, puede ser una mujer con unas iguanas en la cabeza: Iturbide es capaz de encontrar en la realidad una belleza enigmática, que parece provenir, más bien, desde un mundo desconocido, imaginado incluso. Porque aquella sensación nos embarga mientras recorremos Graciela Iturbide.

Fotografías, la retrospectiva de la fotógrafa mexicana que se puede ver en el GAM: más de 90 fotografías que nos muestran el ojo de Iturbide, su capacidad para detenerse en imágenes que parecen, realmente, capturadas en un territorio onírico, también grotesco a veces. Es, sobre todo, México lo que está acá: sus pueblos, su gente, el desierto de Sonora, la muerte que sobrevuela, por supuesto, en casi toda la exposición. Una guagua acostada junto al cadáver de una cabra; una niña vestida de blanco, en un bautizo, y con una calavera en la cabeza; el baño de Frida Kahlo: sus objetos –prótesis, corsés, muletas– y su ausencia, sobre todo, que perturba y que se hace presente en cada una de las imágenes que tomó Iturbide en 2004, cuando le permitieron ingresar al baño de la casa de la pintora mexicana, en Coyoacán.

Iturbide, entonces, transita con talento por la espectacularidad, lo grotesco, la violencia y el silencio: imágenes que recuerdan, por ejemplo, las historias de Juan Rulfo, en las que la realidad siempre se muestra con sus fisuras. Eso vemos en las fotografías de Iturbide: aquellos detalles que consiguen trastocar la imagen que tenemos de lo real. Imágenes que están muy lejos de los lugares comunes y por eso resultan tan impresionantes: sueños y pesadillas capturados con una prolijidad innegable. 

Más allá de las ganas de que la retrospectiva hubiese sido más grande –se hace breve el recorrido, y la serie en la que Iturbide fotografía sobre todo plantas resulta algo monótona–, la muestra nos permite apreciar el trabajo de una de las fotógrafas más importantes de Latinoamérica: aquella que parece transformar la realidad cuando decide fotografiarla.

“Graciela Iturbide. Fotografías”. En el GAM, hasta el 12 de julio.

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