Por Evelyn Erlij Julio 9, 2014

Decir que Xavier Dolan obtuvo el Gran Premio del Jurado de Cannes exæquo con Jean-Luc Godard, con apenas 25 años, es una buena forma de resumir su carrera. A los 19 compitió  con su primer filme, Yo maté a mi madre, y desde entonces ha tenido a la crítica a sus pies. Con cinco películas en el cuerpo, Dolan es el director que llegó a refrescar la estética y narrativa del cine, a prometer un futuro fílmico radiante y a instalar un universo propio. Algo así como cuando Almodóvar irrumpió con Pepi, Luci, Bom: historias insolentes, convulsivas, tormentosas, pero con una estética menos kitsch y un imaginario más hipster y burgués.

De ahí que el legendario grupo francés Indochine le haya encargado el videoclip de “College boy”, de su último disco Black city parade. El trabajo de Dolan -una joya en blanco y negro- hizo escándalo por su violencia y en Francia hubo intentos de censura: el clip retrata con dolorosa belleza estética el maltrato que sufre un adolescente gay en el colegio y, de paso, recrimina la ceguera del entorno ante el hostigamiento, los golpes y la humillación. Dolan crucifica a su protagonista masacrado ante la mirada cómplice de compañeros, profesores y policías. Disparos, sangre, electrocución: el cineasta conoce en carne propia la tortura de cargar con la cruz de la homosexualidad en una sociedad contaminada de falso progresismo. 

Indochine -situada entre The Cure y Depeche Mode- es una de las bandas más famosas de Francia, coetánea del grupo Téléphone y cultora de una ambigüedad plasmada en la canción “3ème sexe” (“tercer sexo”). Conocieron a Dolan cuando éste usó ese hit para uno de sus filmes y fue ahí que quisieron unir fuerzas y hablar sobre la diferencia. Sobre ese tema, Indochine y Dolan tienen experiencia.

“College boy”, de Indochine. Dirigido por Xavier Dolan.

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