Por Yenny Cáceres Octubre 17, 2009

¿Qué hace que una mujer que tiene un matrimonio aparentemente feliz sienta un malestar indefinido, pero demoledor? Desde esa premisa arranca Turistas, el segundo largometraje de Alicia Scherson. Carla es una bioquímica de 37 años, muy clase media, que no se siente preparada para tener hijos. Su malestar explota rumbo a sus vacaciones al sur, y de ahí en adelante la película intentará ofrecer un contrapunto entre una naturaleza desbordante y los conflictos que agobian a esta mujer. Filmada con una cuidada fotografía en el Parque Nacional Siete Tazas, todo el peso dramático de la cinta recae en Aline Kuppenheim, actriz que en Machuca y La buena vida ha demostrado que está para desafíos mayores. En Turistas confirma que el cine es un formato que le calza perfecto y que es capaz de construir un personaje desde el silencio y los tiempos muertos, al punto de conectar al espectador con una Carla que es "insoportable", como ella misma reconoce en una escena. Pero este recorrido por momentos se vuelve discursivo, tedioso incluso, lo que se suma a unos secundarios que no logran potenciar del todo el retrato de esta compleja mujer. Una propuesta valiente, pero irregular en su resolución.

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