Por Rodrigo Fresán Agosto 5, 2009

Pocas sensaciones más gratificantes que la de tener muchas ganas de ir a ver una película, entrar a verla, y salir sin haber sido decepcionado y, lo que es más, que nuestras expectativas hayan sido superadas. Tal es el caso de Enemigos Públicos, en la que -en tiempo en que los villanos apenas se mueven y habitan en los despachos de Wall Street- se recupera la figura ya folclórica del movedizo y clásico gángster made in USA corporizado, en este caso, en la figura ambigua de John Dillinger. Y ya saben: fugas de cárceles (perfectamente coreografiadas por Mann), autos a toda velocidad, música de ametralladoras y otra de esas grandes actuaciones "raras" à la Brando de Johnny Depp (Dillinger) huyendo de su némesis Melvin Purvis (también mítico agente del recién inaugurado FBI con el rostro impasible de Christian Bale) bajo el mando del siniestro J. Edgar Hoover (un formidable e inesperado Billy Crudup). Gran cine norteamericano explorando el viejo pero inmortal tema de cómo un delincuente se convierte en estrella y -nada es casual- es alcanzado y ejecutado a la salida de un cine donde dan una de Clark Gable.

Videoclip: Leave Me Alone, de Michael Jackson

Leave Me Alone

De acuerdo, el videoclip de "Thriller" es más espectacular y revolucionario y el de "Smooth Criminal" tiene la mejor de sus coreografías y el de "Black or White" reveló al mundo las maravillas del morphing… Pero mi videoclip favorito de Michael Jackson -así como una de sus canciones que más me gustan- es el de "Leave Me Alone". Una mezcla de aullido y súplica del Rey del Pop, quien -como antes Greta Garbo y J. D. Salinger- ruega que lo dejen solo. Originalmente incluido como bonus track en la edición CD del álbum Bad -y ganador del Grammy de 1990 al mejor video, dirigido por Jim Blashfield-, aquí Michael Jackson nos invita a una suerte de freak museum de su propia leyenda. Un poco divertido parque de diversiones donde se comentan visualmente todos y cada uno de los rumores alrededor de su persona (por ahí se lo ve bailando con el esqueleto del Hombre Elefante) y donde, finalmente, como Gulliver, Michael J. se alza y se libera de sus ataduras erigiéndose como un todopoderoso gigante rodeado por débiles liliputienses e -en el decir de Jean Baudrillard- imponiéndose como "precursor del mestizaje perfecto en tanto que, universal, pertenece a la nueva raza después de las razas".

Descanse en paz.O, mejor dicho, cante y baile en paz.

Un mueble: El sillón oscuro

Mueble

Hay momentos en que, sí, somos ganados y vencidos por el Lado Oscuro, nuestra respiración se hace pausada y ominosa y lo único que puede aliviarnos es salir por ahí a destrozar algún planeta en nombre de nuestro emperador. Y para esas ocasiones -si se tienen unos 4.000 euros para gastar en un capricho-no hay nada mejor que el Galactic Throne desde el que Darth Vader daba órdenes en la saga Star Wars. Diseñado por Tom Spina y Richard Riley (encargarlo en www.tomspinadesigns.com), he aquí el juguetito ideal para el ejecutivo agresivo que se niegue a ser despedido mientras despide a todo el mundo.

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