Por Diego Zúñiga Mayo 29, 2013

Ésta es una historia de amor que se transfiguró en el ejercicio de hacer canciones bellas e inolvidables, ingenuas pero también llenas de una malicia provinciana. Canciones que se convirtieron en discos: “Totoral”, en 2008; y “Música, Gramática, Gimnasia”, en 2010.

“Yo creo que este disco está mucho más trabajado. Siento que erradicamos una suerte de música electrónica para que fuera más tocada, que tuviera más soul y creo que lo logramos. Siento que ése es el principal avance”, dice Milton Mahan, guitarrista y compositor  de Dënver.

Ésta es una historia de amor. Así empieza esto. En una fiesta, en una noche, hace más de 10 años, cuando él se acerca a ella y la invita a bailar. No se conocen, quizás se han visto alguna vez, es inevitable: viven en San Felipe, donde todos se ubican. Pero esa noche él decide sacarla a bailar en esa fiesta, de forma intempestiva. Él tiene 16, ella 14. Él se llama Milton Mahan, nació en San Felipe, tiene en ese momento una banda que se llama Malkriados, toca guitarra, le gusta el punk, le gusta leer, le gusta escuchar música como si fuera eso lo más importante del mundo, y varios años después estudiará Sonido. Ella se llama Mariana Montenegro, nació en Santiago, pero ha vivido todo el tiempo en San Felipe, toca piano, tiene un grupo con una amiga, escucha música, cosas mainstream, cosas de los 70 que son las que escuchan sus padres, y varios años después estudiará Musicología.

Entonces, él se acerca y la saca a bailar. Y bailan un buen rato. No sabemos qué música suena, pero si esto fuera una película, lo que debería sonar es pop, mucho pop bailable que los podría tener ahí, ajenos al mundo, perdidos entre el ritmo y las letras.

No sabemos qué música bailan, pero sí sabemos que después salen de la pista de baile, se ponen a conversar y se dan cuenta de que hay feeling. Pero cuando hablamos de feeling, estamos hablando de algo que va más allá de la coquetería, estamos hablando de una forma de ver el mundo, una sintonía particular que te permite ir un poco más lejos. Esa noche se dieron cuenta de aquella sintonía, y al poco tiempo se pusieron a pololear, después empezaron a hacer canciones y, entonces, nació Dënver.

Tiempo después, eso sí, aquel pololeo se acabó y vinieron momentos difíciles, pero aquella sintonía, finalmente, fue más fuerte.

Ésta es una historia de amor que se transfiguró en el ejercicio de hacer canciones bellas e inolvidables, ingenuas, pero también llenas de una malicia provinciana. Canciones que se convirtieron en discos: Totoral, en 2008; y Música, Gramática, Gimnasia, en 2010.

Canciones que los convirtieron en uno de los grupos chilenos con más futuro -y también con más presente-: shows en Argentina, México, Uruguay, Colombia y España; excelentes críticas en medios especializados y la creación de las expectativas necesarias como para decir que su nuevo disco es uno de los más esperados de este año. Y esa espera se acabará este mes de junio, cuando aparezca Fuera de Campo. 

Aquí está Dënver y sus canciones. Aquí está el pop intacto.

 

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-Esa vez hablamos de Hermann Hesse toda la noche. Yo creo que fue el joteo más ñoño del mundo -dice Milton (27) y se ríe, mientras recuerda esa fiesta en que conoció a Mariana (25).

Estamos en el estudio donde han estado trabajando -desde octubre del año pasado- el nuevo disco. Es una casa en Ñuñoa, el lugar donde han pasado encerrados gran parte de estos últimos meses, afinando los detalles de Fuera de Campo. Afuera está lloviendo. Milton toma un té con canela, mientras recuerda. Mariana está al lado de la estufa, escuchándolo. También se ríe. Parece que estuviera hablando de otra vida, de otras personas. Porque el presente es otra cosa. Son ellos dos encerrados en este estudio, terminando los últimos arreglos. Son sus discos, sus presentaciones, la gente que los sigue, y la historia reciente del grupo, que empieza a tomar forma, sobre todo en 2008, cuando lanzaron su primer disco, Totoral, que tiene un par de canciones memorables que pasaron algo inadvertidas, pero que si  se vuelven a escuchar están intactas: las historias de amor, la adolescencia, la ingenuidad, el pop en su esencia, ritmos electrónicos sutiles que se pegan en la memoria. Eso era Dënver en 2008, cuando tocaban en San Felipe, en Valparaíso, en algunos pubs de Santiago. Un secreto. Pero no duró mucho. En 2010 lanzarían -en formato digital y gratuito- Música, Gramática, Gimnasia (Sello Cazador) -producido por Cristián Heyne- y la vida, de alguna forma, les cambiaría para siempre.

-Justo ese año salió el nuevo disco de Javiera Mena y el Audiovisión, de Gepe, y les fue bien. Y como que nos tendieron a agrupar con ellos, y ahí como que todo agarró más fuerza -dice Mariana.

Dejar de ser un secreto: invitaciones a festivales, a tocar en distintos países, más de 10 mil descargas en un par de meses, el lanzamiento del disco en España y México, la aparición en los rankings de fin de año de las revistas especializadas, la bandera del pop chileno en sus manos y un puñado de canciones llenas de historias de adolescentes naïf, al ritmo de sintetizadores y también de cuerdas y bronces que complejizaban su trabajo con respecto a su primer disco. La provincia chilena reflejada en esas canciones pegajosas, con videos que tienen más de un millón de visitas en YouTube. El presente y el futuro. El pasado en San Felipe, organizando tocatas -llevaron a Fernando Milagros, a Gepe-, recorriendo esas calles que luego servirían de inspiración para sus canciones, armando y desarmando grupos, el amor y el odio a una ciudad donde a ratos pareciera que no sucede nada.

El presente: esta vez el guitarrista tomó el rol de productor, a la vez que escribió las letras. Junto a Mariana, que toca el piano en el dúo, compuso los temas y los arreglos.

-Ha sido largo y duro todo lo del disco nuevo -dice Milton-. En este momento empiezan a aparecer los fantasmas, las inseguridades. Luchas con eso y te apoyas en la gente que te rodea, y ahí Mariana cumple un rol muy importante. Pero ya quiero cerrar este proceso.

En noviembre empezó la preproducción del disco y en marzo dejaron de tener presentaciones, para encerrarse en el estudio y ver el material que tenían. Eligieron, finalmente, 10 canciones.

Parte del disco se grabó en México -particularmente las cuerdas- y lo otro en Chile. Milton decidió asumir la producción porque no tenían dinero para contratar a un productor extranjero, y porque, además de Heyne, no conocen a otro productor local afín con la música que hacen.

-Y como con Heyne ya habíamos trabajado, preferí probar -agrega Milton.

Esta semana terminaron las últimas mezclas. El disco estará disponible en iTunes desde mediados de junio. En julio se podrá conseguir en vinilo y CD, y a fines de ese mes harán una presentación en un teatro de Santiago, que todavía está por definirse.

-¿Y cómo manejan el tema de las expectativas?

-Hay mucha gente que nos dice: “No, jamás van a poder superar el disco anterior” -cuenta Milton-. Yo creo que este disco sigue la línea del anterior. No hay un quiebre.

-Esta vez, eso sí, tuvimos más tiempo para hacer el disco y tenemos este estudio, entonces pudimos cabecearnos más -agrega Mariana.

Fuera de Campo: 10 canciones que siguen la línea del disco anterior, pero con una mayor complejidad instrumental. No se acabaron los sintetizadores, pero sí se hacen a un lado para darles fuerza a cuerdas y bronces.

 

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Hay cosas que permanecen. Por ejemplo, la importancia de las letras en Fuera de Campo. La perversidad de ciertas historias cantadas en tonos altos, medio infantiles, que vuelven todo más oscuro, incluso. Basta escuchar “Revista de gimnasia”, el primer single del disco, para darse cuenta de la importancia de los instrumentos por sobre los sintetizadores y de la perversidad de las letras: “Te das la rueda/ Se enreda tu malla/ Por más que tropieces/ Siempre caes parada/ Un chico que explota/ En medio de la cancha/ Y apenas lo notas/ Hay trozos por tu espalda/ Y no entiendes nada”.

Hace más de una semana, subieron el video de “Revista de gimnasia” a YouTube, y en pocos días ya tenía 25 mil visitas. Revistas como Club Fonograma o JNSP destacaron la aparición del video y del nuevo álbum.

-Yo creo que este disco está mucho más trabajado. Siento que erradicamos una suerte de música electrónica para que fuera más tocada, que tuviera más soul y creo que lo logramos. Siento que ése es el principal avance. Creo que es un disco con mucho más groove -cuenta Milton.

Dicen que estuvieron escuchando, una vez más, a ABBA, pero también a Phil Collins y mucha, pero mucha música negra y música disco: Elton John, Tina Turner, Electric Light Orchestra, Barry White.

-Tratamos de hacer un disco, en la medida de lo blancos que somos, lo más negro que se pudiera -dice Milton y se ríen ambos.

Una de las diferencias con el disco anterior, es que esta vez no tendrán que venderlo personalmente ni después de los conciertos. Ahora, Feria Music lo distribuirá en Chile y están en conversaciones para lanzarlo también en España.

-Con esta nueva distribución del disco, de alguna forma Dënver se podría masificar. ¿Qué creen ustedes?

-Yo creo que es un disco más difícil de escuchar -dice Mariana.

-Sí, yo también pienso eso -dice Milton-. Si bien al single le ha ido bien, igual me doy cuenta de que la vara que dejó el otro disco es más alta de lo que pensaba. Y este disco, si bien es pop, no es tan pop de oreja, requiere un poquito más de esfuerzo, y eso quizá puede hacer que no sea tan masivo.

Y Milton agrega, finalmente:

-No sé si nos interesa tanto la masificación, pero sí tener un público interesado en escuchar lo que hacemos, más allá de llenar tres Caupolicán. No creo que le vaya mal al disco, pero no sé si nos volveremos masivos. Creo que no tenemos ese enganche tipo Fran Valenzuela.

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