Por Yenny Cáceres y Antonio Díaz Oliva Febrero 27, 2010

El nombramiento del futuro subsecretario de Cultura, Nicolás Bär, remeció el ambiente artístico la semana pasada. Su perfil -un ingeniero civil industrial vinculado estrechamente a la Iglesia Católica y a la Fundación Jaime Guzmán- provocó sorpresa y un rotundo rechazo en los foros de internet. Pero para quienes han seguido de cerca la conformación del equipo cultural de Sebastián Piñera, su nombramiento sólo vino a confirmar algo que la llegada de Luciano Cruz-Coke al Consejo de la Cultura y las Artes ya había anticipado: que el papel del grupo Tantauco de Cultura en el futuro gobierno será clave.

El primer acercamiento de Piñera con figuras del mundo cultural lo realizó en un terreno conocido. En su propia casa. El 2008, antes de que se conformara el grupo Tantauco de Cultura, invitó a una docena de personalidades de ese mundo a una comida. Los convocados venían de todos los sectores. Desde Andrés Rodríguez, director del Teatro Municipal e históricamente cercano a la derecha empresarial, hasta un concertacionista como el escritor Antonio Skármeta, pasando por otros nombres como el dramaturgo Marco Antonio de la Parra, el cineasta Andrés Wood y el escritor Jorge Edwards, quien terminaría apoyando públicamente al candidato de la Coalición por el Cambio.

De los invitados a esa cena, sólo dos terminarían trabajando en el grupo Tantauco de Cultura, a petición del propio Piñera. Dos nombres estratégicos. Uno de ellos, el actor Luciano Cruz-Coke, terminaría convirtiéndose en ministro de Cultura. El otro nombre fue el de la ingeniera comercial Drina Rendic, quien en ese entonces estaba a la cabeza de la Corporación Cultural de Lo Barnechea (Coba). Ella desempeñó un rol relevante, porque de todos los que fueron convocados a este grupo Tantauco, Rendic era la única que conocía de primera fuente la institucionalidad cultural: basta recordar que fue nombrada como miembro del directorio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) durante el gobierno de Lagos, decisión que luego fue ratificada por Bachelet, que la designó por un segundo período hasta el 2012. Rendic tiene una excelente relación con la actual ministra de Cultura, Paulina Urrutia, y se la reconoce como una mujer más allá del bien y el mal: con un perfil transversal, que mantiene buenos contactos con artistas como la cantante Verónica Villarroel y el artista Arturo Duclos.

Incluso, Rendic fue capaz de aterrizar las críticas al Consejo de la Cultura al interior del grupo Tantauco. Como ella misma reconoce, "fui muy insistente en recomendar que este modelo se respetara en los próximos gobiernos, pero que trabajáramos en mejorar sus falencias. Algunas se deben al desorden administrativo provocado por el constante cambio de subdirectores, que eran nombrados políticamente sin suficientes conocimientos de administración pública".

Quién es quién en Tantauco

Las sesiones del grupo Tantauco cultural comenzaron a mediados del 2008, encabezadas por un arquitecto que hasta el momento ha mantenido un bajo perfil, pero que jugó un papel crucial en una primera etapa: Juan Lund. Académico de la Universidad de Chile y actual director de Extensión de la Facultad de Arquitectura, llegó al grupo Tantauco recomendado por Felipe Morandé, decano de la Facultad de Economía y Negocios de la misma universidad y futuro ministro de Transportes de Piñera.

Juan Lund no sólo es vecino de Felipe Morandé en el campus Andrés Bello de la Universidad de Chile, en Portugal con Diagonal Paraguay. Él diseñó el nuevo edificio de la Facultad de Negocios y, junto a Morandé, participó activamente en una cruzada para reconvertir el edificio Diego Portales en un centro cultural vinculado a la Casa de Bello. Y aunque ambos fracasaron en esa iniciativa, sí consiguieron que la Orquesta Sinfónica tenga la calidad de agrupación residente del futuro Centro Cultural Gabriela Mistral.

Las sesiones del grupo Tantauco comenzaron el 2008, encabezadas por Juan Lund, arquitecto de la U. de Chile que llegó recomendado por el economista Felipe Morandé, futuro ministro de Transportes.

Fue Morandé quien le sugirió el nombre de Lund a María Luisa Brahm, directora del Instituto Libertad y cabeza del Segundo Piso de La Moneda en la nueva administración. El resto de los Tantauco fueron reclutados por diversas vías. Nicolás Bär, futuro subdirector del CNCA, estuvo desde los inicios y llegó luego de haber participado en los talleres de cultura que inició Vasco Moulian en Libertad y Desarrollo, el think tank cercano a la UDI. También se repitieron nombres que estuvieron en la campaña anterior de Piñera, como es el caso de Jaime Pereira, abogado y encargado del área audiovisual del grupo, quien fue gerente general y subdirector de TVN entre 1978 y 1983, y que luego estuvo 14 años en Canal 13 como director de Asuntos Corporativos y más tarde a cargo de programación de contenidos. Asesor del Instituto Libertad, es gerente de Giravisión, una productora dedicada a desarrollar videos institucionales.

Hay otros nombres más bien desconocidos en el mundo cultural. Es el caso de Alejandra Valenzuela, licenciada en Historia de la UC y magíster en Historia de la Universidad de los Andes, quien llegó a Tantauco a través de Nicolás Bär y trabaja como asistente de proyectos en la editorial Origo. De hecho, su misión era ver los temas del ámbito editorial dentro del grupo. Otra cara nueva es la de Tatiana Acuña, directora -desde diciembre- del Centro Cultural de la Municipalidad de Recoleta. Con estudios de pedagogía y estética en la UC, fue reclutada por Magdalena Piñera Morel -hija del presidente electo- para coordinar los temas de cultura y educación junto a Teresa Pereira Larraín, miembro de la Academia Chilena de la Historia y socia del Museo Histórico Militar.

Quien sí tiene una trayectoria destacada y reconocida transversalmente es Magdalena Krebs, arquitecta y directora del Centro Nacional de Conservación y Restauración, organismo dependiente de la Dibam. Junto a la arqueóloga Consuelo Valdés Chadwick, asesora de la Municipalidad de Viña del Mar y consejera del Consejo Nacional de Televisión, estuvo a cargo de un área que aparece como prioritaria en el programa de gobierno de Piñera: la protección del patrimonio. Por su expertise, a Krebs se la menciona como carta segura para suceder a Nivia Palma en la Dibam.

El mapa cultural de Piñera

Lunes culturales

Religiosamente, todos los lunes, de cuatro a seis de la tarde, los miembros del grupo Tantauco del área cultural se reunían en la sede del Instituto Libertad. Incluso varios concertacionistas visitaron las oficinas de Galvarino Gallardo en calidad de invitados, como Clara Budnik, ex directora de la Dibam y directora de la Fundación Democracia y Desarrollo, ligada a Ricardo Lagos. Otros que pasaron por los lunes culturales de Tantauco fueron Carlos Aldunate, director del Museo Precolombino; Verónica Abud, de la Fundación La Fuente; Óscar Acuña, del Consejo de Monumentos Nacionales; Emilio Lamarca, director de Asuntos Culturales del Ministerio de RR.EE.; y Santiago Schuster, ex director de la SCD y que en un momento sonó como posible ministro de Cultura del nuevo gobierno.

Lund, quien en ese entonces era el coordinador del grupo, asegura que fueron pocos los que se negaron a asistir. Una de las negativas vino de parte de María Elena Arntz (PS), ex subsecretaria del CNCA y ex encargada del Fondart. Caso distinto al del curador Justo Pastor Mellado, quien aceptó participar en una de esas sesiones cuando aún no había sido desvinculado de la Trienal de Chile. Y aunque por motivos de agenda el escritor Roberto Ampuero no logró llegar hasta las oficinas del Instituto Libertad, Lund coordinó un encuentro con el novelista en el tradicional café Samoiedo, en Viña del Mar. De ahí en adelante, Ampuero recibiría copia de todos los documentos elaborados al interior del grupo Tantauco y los divulgaría en sus columnas.

Ya en la recta final de la campaña, en septiembre pasado, Lund renunció a la coordinación, según aclara, por exceso de trabajo. Sin embargo, fuentes al interior del grupo aseguran que el cambio de Lund por Cruz-Coke "fue una decisión estratégica tomada por los macrocoordinadores del grupo". Lo cierto es que con Ampuero instalado en Estados Unidos, la carta cultural más conocida que le quedaba a la derecha era el actor, quien además sumaba a su favor su gestión en el Teatro Lastarria 90. Un posible desembarco de Ampuero como ministro estaba descartado de antemano: hace meses el escritor está recolectando firmas entre escritores latinoamericanos para formar la primera Escuela de Literatura Creativa totalmente en español en Estados Unidos. Pretende armarla en la Universidad de Iowa, donde hace clases.

Cruz-Coke asumió la coordinación del grupo Tantauco en septiembre. Esto significó que se empoderara rápidamente. El propio actor le pidió a Justo Pastor Mellado que anunciara públicamente su apoyo a Piñera.

Si bien se había integrado a comienzos del 2009, la llegada de Cruz-Coke a la coordinación del grupo Tantauco de Cultura no sólo significó su irrupción mediática, que lo tuvo acompañando a Piñera en terreno. Cruz-Coke también se metió al área chica y se empoderó rápidamente. El propio actor le pidió a Justo Pastor Mellado que escribiera una carta a El Mercurio anunciando públicamente su apoyo a Piñera: la nota fue publicada un día antes de la segunda vuelta y fue comentario obligado en el ambiente cultural. Hoy a Mellado se lo menciona como uno de los candidatos para suceder a Milan Ivelic en el Museo de Bellas Artes, cargo para el que también habría sido sondeada la galerista Isabel Aninat, suegra de Cruz-Coke, lo que anularía su opción.

¿Más sorpresas?

A diferencia de otros ministerios, en el área cultural el gabinete de Piñera estaba armado hace rato: tanto Cruz-Coke como Bär salieron del grupo Tantauco. Tampoco hay que olvidar que el  nombramiento de Cruz-Coke sigue la misma fórmula de Bachelet: un "rostro" -vale decir, un actor- a la cabeza del CNCA.

En el mundo cultural se comenta que "la excelencia académica" exigida al resto del gabinete fue distinta en este caso. Si bien la gran mayoría de los otros ministros proviene de universidades tradicionales, como la Católica, Cruz-Coke posee una licenciatura en Cine Documental de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, eso sí con un magíster en Comunicación Política de la Universidad de Chile. Nicolás Bär, por su parte, es ingeniero civil industrial de la Universidad de los Andes, con un máster en Gestión en Políticas Culturales Europeas de la Universidad de Warwick, en Inglaterra. Pese a las sospechas que generó su nombramiento, sus defensores al interior de Tantauco aseguran que tiene un perfil técnico y que por su formación en Inglaterra posee un amplio conocimiento de la institucionalidad cultural de otros países.

Antes del desembarco final, Cruz-Coke ha optado por un absoluto hermetismo mientras se definen los nombres de quiénes lo acompañarán en el CNCA. El propio Juan Lund no descarta ocupar un cargo en el Consejo de la Cultura. Y Drina Rendic, instalada de vacaciones en Puerto Octay, ha vuelto a asumir un papel clave: es una de las personas que han sugerido nombres y han recibido currículos para esta nueva etapa. El montaje de este mapa cultural aún podría traer más sorpresas.

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