Por Alejandro Alaluf Enero 4, 2012

Los videojuegos luchan por lograr la aprobación de los medios tradicionales y, en particular, por romper el cliché de que son una entretención adolescente y  ser reconocidos como un medio interactivo para adultos. Pero con la llegada de esta tercera parte de Saints Row, todo lo ganado se va directo a la basura. Porque una mirada cínica a Saints Row: The Third -que básicamente usa títulos clonados más desopilantes que cualquiera de la saga de Grand Theft Auto- es catalogarlo como un juego para adultos inmaduros. Y otra, más personal, es entenderlo como uno de los más divertidos y adictivos juegos sandbox (de esos en que el jugador tiene libre albedrío) del 2011.

Con una historia centrada en las peleas de tribus urbanas, personajes extravagantes (como el mismísimo Burt Reynolds en un cameo como el alcalde de la ciudad) y, quizás, las armas más divertidas jamás diseñadas (entre ellas, un consolador de goma y un cañón que dispara gente), el Saints Row: The Third sólo puede ser tomado en cuenta como el videojuego más ridículamente entretenido de los últimos meses.

www.saintsrow.com.

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