Por Francisca Jara V. Marzo 31, 2011

© Nicolás Galdames

Hasta la década de los 90, era un ámbito inexplorado en Chile. Pero a nivel mundial, las empresas fueron dándose cuenta de que para crecer tenían que ser miembros responsables de las sociedades en las que se insertan. Nacía así la llamada Responsabilidad Social Empresarial (RSE), cuyo principal objetivo es comprometerse con las comunidades con las que se relacionan y contribuir a la sustentabilidad de las futuras generaciones. En el ámbito de la minería del cobre, BHP Billiton fue pionera, pero pronto las otras compañías comenzaron a recorrer el mismo camino.

Así, empezaron a tener relevancia las estrategias orientadas a buscar beneficios permanentes para las comunidades, que no caducaran con el cierre de las faenas mineras. Este cambio de enfoque significó pasar de las actividades filantrópicas hacia el desarrollo de capacidades sociales y humanas. Lo cierto es que todas las empresas de la gran minería se han tomado muy en serio este compromiso. Según datos del Consejo Minero, el aporte a las comunidades de las empresas socias fue de US$ 84,99 millones el año 2009; y las áreas beneficiadas: educación, cultura y desarrollo comunitario. La comunidad valora estos programas.

Acá, algunas de las iniciativas más importantes del sector.

BHP BILLITON: Los pioneros

Con presencia en Chile desde 1984, BHP Billiton invierte cerca del 1% de sus utilidades en programas comunitarios. Esta preocupación se ha manifestado, por ejemplo, en que fue una de las primeras compañías en realizar estudios de impacto ambiental, antes de que la ley lo exigiera. Sus iniciativas se canalizan a través de Fundación Minera Escondida, con un foco en la Región de Antofagasta, y énfasis en las áreas de educación, innovación, desarrollo social y cultura.

Entre los programas realizados por BHP, destacan los "Proyectos Bicentenario". Uno de ellos es "2010 Sin Campamentos Región de Antofagasta", que busca erradicar a alrededor de 800 familias, desde campamentos a viviendas definitivas. Ya se ha trasladado a 200 familias. A nivel nacional, desde 1999 han apoyado el Festival Internacional Santiago a Mil, el cual ha permitido el acceso a espectáculos de calidad internacional, como el de la Pequeña Gigante.

Antofagasta Minerals: "Más que regalar dinero"

Para Antofagasta Minerals, "la RSE no es regalar dinero", aclara su vicepresidente de Asuntos Corporativos, Francisco Javier Veloso. A pesar de ello, la inversión social del grupo alcanzó los US$ 12,3 millones en 2010. Destinatarios han sido comunidades como las del valle alto del Choapa, que se vieron beneficiadas con el cierre del tranque de relave Quillayes.

Todo partió en 2008, cuando se creó una cooperativa compuesta por vecinos de la zona y representantes de Minera Los Pelambres. Luego de compartir experiencias, se acordó un plan de trabajo para el cierre sustentable de las instalaciones. El programa trajo oportunidades de empleo (plantación, riego y cultivo) para los vecinos de Cuncumén, en Salamanca. Hoy, las partes continúan colaborando y la comunidad desarrolla un vivero que aportará las especies necesarias para el proceso de estabilización del tranque.

Clave para las empresas de la gran minería es el desarrollo de estrategias orientadas a buscar beneficios permanentes para las comunidades, que no finalicen con el cierre de las faenas mineras.

Xstrata Copper: "Yo quiero ser minera-minero"

En Xstrata Copper, se invierten cerca de US$ 3 millones anuales en programas  de Participación Social Corporativa, que buscan fortalecer la educación, el desarrollo turístico y el cuidado del entorno. Ya son más de 70 programas los que se han desarrollado. Así, en alianza con la Junta Nacional de Jardines Infantiles, en 2008, pusieron en marcha el programa "Yo quiero ser minera-minero". "El objetivo es fortalecer la educación de los más pequeños con nuevas temáticas, que a la vez refuerzan nuestra identidad de país minero", explica Nicolás Fuster, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Desarrollo de Negocios. Se ha capacitado a 100 educadoras de párvulos en temas mineros y se ha implementado el programa en 71 jardines infantiles, de las regiones de Antofagasta, Coquimbo y Santiago.

AngloAmerican: Apostando por la vivienda

Para AngloAmerican, la minería no es un negocio sustentable si las comunidades que acogen sus operaciones no progresan. De ahí que su estrategia esté enfocada en educación, vivienda y emprendimiento. Pero el compromiso de la empresa también se extiende a problemáticas del país.

Un ejemplo de ello abarca el ámbito de la vivienda. Así, en alianza con "Un Techo para Chile", están apoyando la iniciativa "Santiago sin campamentos", cuyo objetivo es terminar con los 63 campamentos de la Región Metropolitana en un plazo de tres años, entregando viviendas definitivas en barrios sustentables. Para ello, la compañía aportó con US$ 3 millones.

Barrick Gold: Comprometidos con la región

Durante dos años consecutivos, Barrick  Gold ha sido reconocida en el Índice de Sustentabilidad Dow Jones, que otorga la Bolsa de Nueva York. Clave en la política de responsabilidad social de la compañía ha sido estar permanentemente buscando socios para aprovechar sinergias y potenciar el concepto de minería responsable. Así ocurre con el programa "Compromiso Atacama". Éste compromete diferentes áreas de acción y los socios estratégicos son tanto públicos como privados: América Solidaria, Corfo, Pacto Global de Naciones Unidas, Teletón, Intel, Clase21, además de la Fundación Cisneros, entre otros. Las iniciativas van desde la educación digital para escuelas rurales, pasando por la ayuda habitacional para los sectores más pobres, hasta el trabajo de jóvenes profesionales para implementar programas económicamente sustentables y el apoyo a 150 emprendedores locales.

Codelco: Fomento a la cultura

Para Codelco, la responsabilidad social se concreta en prácticas responsables con toda la cadena de valor; es decir, con trabajadores, proveedores, contratistas, inversionistas, comunidad y medio ambiente.

Desde el 2003, la estatal ha venido implementando su programa estratégico "Codelco Buen Vecino", que genera relaciones de confianza con las comunidades del entorno, a través de proyectos sociales y culturales orientados al desarrollo de las capacidades humanas y sociales. Uno de ellos es el programa "Orquestas Sinfónicas Infantiles" que la empresa desarrolló junto a la Municipalidad de Mejillones, el cual consiste en un trabajo orquestal con niños y jóvenes de entre 6 y 14 años, de escasos recursos y en riesgo social. Así, después de la jornada escolar, estos niños reciben clases diarias de diferentes instrumentos. La Orquesta Sinfónica Infantil de Mejillones ya cuenta con 50 participantes y pocos días atrás realizó su primera presentación. El proyecto tuvo una inversión cercana a los $ 120 millones.

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