Por Alejandro Alaluf Junio 18, 2015

La Electronic Entertainment Expo, conocida popularmente como E3, más que una feria de videojuegos, es un estupendo barómetro para entender hacia dónde se dirige la industria que más factura del entertainment. Y también señala a dónde va la tecnología de consumo. Porque muchas veces son los videojuegos los que dictan esa pauta. Por ejemplo, lo vemos en el caso de la realidad virtual, uno de los grandes temas de conversación en círculos especializados. 

En la visión panorámica, podemos constatar que sólo dos de los grandes actores tradicionales en este negocio, Sony y Microsoft, siguen generando impacto. Hace ya un par de años que Nintendo, que solía ser el tercer grande, no realiza eventos con la prensa, como sí lo hace su competencia y también gran parte de los publishers, a modo de calentar los ánimos y generar hype entre el público. La japonesa ha preferido remitirse a presentaciones grabadas en línea, denominadas Nintendo Direct, donde da a conocer sus novedades, que consisten principalmente en presentar juegos o remakes basados en sus personajes, con un fuerte acento hacia el público infantil. Al parecer, Nintendo ha tirado la toalla en lo que se refiere a contenido más adulto.

En cambio, las presentaciones de Microsoft y PlayStation fueron grandes eventos: parafernalia, expectación generalizada y mucha gente. Más allá de nuevos títulos, ambas compañías demostraron que la realidad virtual es parte clave de su futuro desarrollo. Aunque, por supuesto, han sido sus anuncios en el campo de los videojuegos lo que más sensación ha causado  en esta E3 2015, una de las mejores de los últimos años. 

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