Por Alejandro Alaluf Mayo 27, 2015

© Pacman

Lanzado a la venta en Norteamérica en 1980, Pac-Man, el personaje creado por Toru Iwatani para Namco, se transformó en sinónimo de videojuego y fue uno de los más grandes representantes de la llamada “Primera Edad de Oro” que viviera esta incipiente industria. Su éxito fue tal, que en su natal Japón se agotaron las monedas para jugarlo en los arcades. En los 90, ya había acumulado más de US$ 2.5 mil millones sólo por concepto de quarters. Y sigue sobreviviendo.

En su momento, Pac-Man rompió paradigmas. En un mundo dominado por  disparos y alienígenas, este mono con forma de pizza y hambre insaciable cambió radicalmente el concepto. De partida por su originalidad y porque simplificó  las mecánicas de juego: sólo era necesario un joystick que se moviera en cuatro direcciones y todos podían jugar y entender el concepto. Hasta se podría decir que fue el primer juego casual de la historia: no por nada está en el MoMA de Nueva York y en el Museo Smithsonian en Washington D.C.

Si ya en los 80 cada integrante de su familia tuvo su propio juego (incluyendo a Ms. Pac-Man y Jr. Pac-Man), después fue porteado a cuanto sistema operativo se piense. Incluso, tuvo su versión para iPod.

Por supuesto, el juego, los fantasmas y su concepto laberíntico se han ido reinventando y esta vez, para celebrar sus 35 años, Bandai Namco lanzará una nueva versión, especialmente acomodada para dispositivos móviles, titulada Pac-Man 256, en honor al famoso “glitch” del juego en sus etapas finales. Para que la memoria de uno de los más grandes íconos pop se mantenga viva. Aunque sea en el bolsillo.

http://www.bandainamcoent.com/game/pac-man.html

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