Que los zombis estén de moda en el cine, la literatura y la TV no es novedad. Pero el fenómeno también se ha trasladado a los videojuegos, quizás porque son los villanos más obvios si no se quiere ofender a nadie. A los muchos ejemplos de títulos conocidos se suma State of Decay. El juego salió originalmente a mediados del 2013 pasado sólo para PC y la Xbox 360, pero hoy está disponible para la Xbox One, con mejoras gráficas y con capítulos extras. La premisa es más bien básica: supervivencia tras un apocalipsis zombi. Lo interesante es que la mecánica del juego es un mundo abierto que mezcla elementos de rol, de suspenso/horror, de juego de disparos y de comunidad en línea, todo desarrollado desde una perspectiva en tercera persona en donde lo esencial es la organización, los usuarios y, especialmente, la administración de recursos. En el fondo, todas las acciones del jugador tendrán repercusión en el desarrollo de la historia. Es de las experiencias más entretenidas para entrenar frente a una posible hecatombe zombi.
