Por quepasa_admin Agosto 18, 2011

"Estoy de cumpleaños el 18 de septiembre. Así que sí, soy patriota. Bien patriota", dice Paola Novela, quien fue mamá a los 21 años, y no le teme a cumplir 40. No le teme porque desde ese momento, desde que fue madre, sólo estuvo en casa cuidando a sus hijos (tiene tres en total), hasta que su marido, hace dos años, quedó cesante. Y ella, que tenía 38, sintió que esos meses fueron de angustia total, de tener que ir al supermercado a comprar lo mínimo, cuando antes podían darse uno que otro gusto. Pero un día, cuando fue a buscar a uno de sus hijos al colegio, escuchó que necesitaban gente para ayudar en la tienda Paris del Plaza Vespucio, a unos minutos de la villa donde vive junto a sus padres. Trabajó esa semana y le fue tan bien que le ofrecieron quedarse. "Empecé como ordenadora y pasé a ser asistente de ventas", dice. Nunca pensó que casi al borde de los 40 tuviese la posibilidad de empezar una vida totalmente diferente a la que había llevado. Ahora, mientras Cristián -su marido- sigue buscando empleo, Paola trabaja de 10:40 de la mañana a nueve de la noche. "He hecho cosas que jamás pensé que iba a hacer. Lo único que me ha dolido es dejar a mis hijos en la casa. Siempre me había gustado estar con ellos". Por eso, también, no ve los 40 como una vara, sino como la oportunidad de continuar en lo que está. "Ahora mis niños ya están grandes. No dependen tanto de mí como cuando estaban chiquitos. Y quiero que mi marido salga adelante. Pero aunque a él le vaya bien, ojalá que nadie me saque de esta nueva vida".

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