Por quepasa_admin Agosto 18, 2011

- ¿Azúcar o sacarina?, -pregunta la mesera

- Sacarina, -le responde Rodrigo Osorio, vocalista del grupo Sinergia, poniendo su taza de té para que le echen el agua caliente.

"Siempre me cuido", explica el músico en una fuente de soda de Portugal con Alameda. El vocalista no da luces de su doble vida como rockero. ¿Drogas, alcohol, excesos? Nada. Es medido, ordenadito, de pantalón de tela, camisa a cuadritos y mochila. Un chileno más del centro que hace una parada antes de tomar el metro fuera del horario punta. Anda de ingeniero porque "Don Rorro es un personaje", aclara sobre su álter ego en el escenario, donde se azota en mameluco cantando sus hits "Mi señora", "Te enojái por todo" y "Mujer robusta". "Creo que en Chile tienes que ser rockero part time. Por lucas, pero también por un tema de estabilidad mental".

La corrección que marca cada uno de sus pasos tiene claro origen en su pasado de ex monitor juvenil de una iglesia de Conchalí, donde fue descubierto por sus compañeros de banda mientras cantaba en misa. Así saltó del altar a las tarimas marginales del circuito punk de Santiago Norte. "Para mí fue muy bacán, siendo cristiano, conocer a aquellos que eran anticristianos".

Hoy es director de Desempeño en una empresa de generación eléctrica y le gusta "mantener los mundos superseparados". Es la fórmula para llegar funcionando y sin tropiezos a sus 40, edad de la que hace un buen balance profesional y artístico, y a la que sólo le agrega un "pero": "En el plano afectivo estoy en deuda", confiesa.

Ha pololeado sólo dos veces y con su primera pareja -amiga de su parroquia- se casó y tuvo un hijo. Le gustaría tener otros dos, y en ese aspecto el carné le pesa: "Disfruto el vaso lleno, pero en la cabeza ya tengo el vaso vacío. Uno siempre tiene que estar pensando, hay que tener un plan. El mío son los niños que quedan, sacar un par de discos más y recorrer el extranjero con el grupo".

Pide "pancito" para acompañar su ensalada. Mira con culpa y dice: "Nunca tan talibán".

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