Por Qué Pasa Octubre 13, 2017

El 10 de julio de este año la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) recibió una denuncia por parte de la Gobernación Marítima de Valdivia que acusaba a la empresa Essal —parte de Aguas Andinas— de realizar descargas no autorizadas de aguas servidas en el lago Panguipulli. Tras una serie de fiscalizaciones la SISS determinó “que existían deficiencias en la calidad y continuidad del servicio de recolección y disposición de aguas servidas, consistente en el vertimiento de agua servida sin tratamiento al lago”, según constató la Superintendencia. Esta infracción derivó en un proceso de cargos que está en curso y donde la empresa arriesga multas de 1 UTA hasta 1.000 UTA.

El vertimiento de aguas servidas en el lago es una problemática que se arrastra hace años y que ha sido sancionado repetidas veces. La última fue en 2006, cuando se multó por cerca de $65 millones a Essal por “incumplimiento de instrucciones y afectar la salud de la población”, según la SISS. El organismo  precisa que desde 2008 a la fecha, las multas a Essal por descargas de aguas servidas suman más de $157 millones.

El superintendente de Servicios Sanitarios, Ronaldo Bruna, quien viaja este viernes a la zona explicó: “Vamos a fiscalizar el sistema de recolección y tratamiento de aguas servidas de la comuna y evaluar en terreno el plan propuesto por la empresa. Trabajaremos en terreno con el  alcalde para recoger sus inquietudes y buscar soluciones que respondan a las necesidades ciudadanas en lo que corresponde al servicio”.

La Corporación de Adelanto de Amigos de Panguipulli, que cuenta con cerca de 170 socios, entre ellos miembros de las familias Luksic y Von Appen, ha seguido de cerca esta problemática. El presidente de la corporación, Aníbal Montero, comentó: “Las anticuadas instalaciones y equipos de bombeos de Essal son agravadas por un problema estructural de colectores de aguas lluvias. El pueblo se ve doblemente perjudicado porque las descargas son a orillas de la playa pública y el desagüe natural es en la otra orilla o punta del lago. Y también existe contaminación por parte de las casas y campings que no tienen plantas de tratamiento de aguas servidas”.

Desde Essal acotaron que “Panguipulli, al igual que otras localidades del sur de Chile, no cuenta con una gestión de las aguas lluvias, las que se incorporan de manera ilegal a la red de alcantarillado. Por esto, bajo condiciones de lluvias intensas y hasta 72 horas después de ellas, se activan automáticamente descargas de emergencia al lago, a través de los aliviaderos de tormenta, situación contemplada en la normativa”. La empresa, además del plan de inversiones que presentó a la SISS, acotó que “ la solución integral debe considerar la construcción de una red dedicada a la evaluación de aguas lluvias, que escapan al ámbito de nuestra concesión”.

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