En La Moneda se afirma que el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy (PS), que estuvo virtualmente renunciado hasta antes de la reunión con la presidenta Bachelet el martes 3, volverá a su cargo tras 18 días hábiles de feriado legal. Es decir, hacia el 2 de noviembre. Aún existen algunas dudas de que así ocurra, aunque el todopoderoso de la casa presidencial, el hombre fuerte de los temas duros de la seguridad pública y del conflicto en La Araucanía; aplacó su molestia con Bachelet y partió de vacaciones. Jamás llegó a presentar un texto firmado de renuncia. En Palacio dicen que partiría fuera del país para desligarse completamente de la contingencia. Su mujer, la periodista Alejandra Jorquera, cerró su cuenta de Twitter tras el episodio.

La historia de la renuncia se relaciona con una serie de decisiones que sorprendieron a Aleuy en Argentina, donde viajó a reunirse con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hasta el viernes por la noche.

Según se dice en La Moneda, es falso que él hubiese estado desinformado de lo que ocurría con los cuatro comuneros mapuches que estaban en huelga de hambre en protesta por las extensas cautelares (prisión extendida) que les aplicó la justicia . A través de la jefa de gabinete, Ana Lya Uriarte, el subsecretario habría conocido en tiempo real los hechos y la decisión presidencial de rebajar el carácter terrorista de la querella interpuesta en contra de los comuneros inculpados del incendio de un templo. Estaba el riesgo de que alguno de ellos llegase a fallecer, tras más de 117 días sin alimento.

El problema de Aleuy fue al llegar a Chile. Su equipo de asesores se encargó de criticar ácidamente todo lo que se ejecutó en su ausencia. Por ejemplo, el no asegurar el fin de la huelga de hambre antes del anuncio que favorecería a los ayunantes. Tampoco comunicar a los jueces de la decisión presidencial (antes de comunicarla) para que ablandaran las cautelares. La máxima de Aleuy, “no se negocia con violentistas”, no habría sido respetada.

El subsecretario aquilató esto, pero no fue claro en oponerse a los gestos del Ejecutivo. No es que no compartiera la decisión de Bachelet, sino la forma de ejecutarla. Pero ya era demasiado tarde y su encono empeoró cuando el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza (PC), criticó la reciente operación Huracán que encarceló a mapuches como un “show comunicacional”. Era un golpe directo a Aleuy y a Carabineros y Bachelet no salió en su defensa.

El affaire terminó en las largas vacaciones de Aleuy. No renunció ante su correligionaria y cercana Michelle Bachelet. Aún dicen en palacio que es el hombre más relevante en La Moneda... si es que vuelve.